Excursión a Las Médulas, León
Excursión a Las Médulas, León
¡Hola a todo el mundo! Hoy os quiero hablar de una excursión de solamente un día que hice ya hace dos o tres años: Las Médulas. Esta pequeña escapada que hicimos a finales de mayo incluyó varios puntos: Lago de Sanabria, Puebla de Sanabria y Las Médulas, que era nuestra visita principal. En este post os cuento un poquito de cada uno de estos lugares y por qué creo que merecen por lo menos una visita, tanto de interés cultural como por el entorno paisajístico. ¡Empezamos!
Información general
Recuerdo que para ir a Las Médulas, nos levantamos súper pronto, alrededor de las cuatro o cinco de la mañana, pues salíamos desde Bueu, (provincia de Pontevedra) y nos esperaban unas tres horas y pico de coche, con sus respectivas paradas. Lo cierto es que desde Bueu hasta León existen diferentes ciudades de interés en el camino como puede ser Ourense, o también municipios como Monforte de Lemos u O Barco de Valdeorras. Nosotras decidimos no pararnos porque ya conocíamos estos lugares así que fuimos tiro fijo a lo que nos interesaba. El primer punto de nuestra ruta fue el lago de Sanabria, donde paramos para almorzar.
Lago de Sanabria
Está situado en la provincia de Zamora, en Castilla y León, muy cerca también de Portugal. Llegamos al lago de Sanabria ya algo avanzada la mañana, como se puede palpar en la luz de las fotos. Estuvimos dando un bonito paseo por sus alrededores hasta que llegamos a esta playa, donde nos sentamos un rato para almorzar. Era mayo así que ni la temperatura del agua ni la del exterior invitaban a darse un chapuzón. Aun así, este lugar en verano tiene que ser genial para darse un baño. Además, había muchas zonas para tumbarse e incluso algún pequeño muelle con escalera incorporada para meterse en el lago. También pudimos ver cómo había una zona acondicionada para hacer picnic, donde había mesas y sillas de madera, ideal para el verano, para comidas en grupo. Creo recordar que también había algún chiringuito con carteles de helados ya del año anterior, esperando a que llegase la temporada estival para abrirlo al público.
Ese día, al ser bien temprano, estábamos solas y pudimos disfrutar del lago a nuestras anchas. Se notaba que el agua estaba súper limpia, debido a su transparencia, pues podíamos ver nuestros reflejos sin ningún problema. Creo que en verano tiene que ser muy agradable dar un paseo en barca e ir de una punta del lago a otra. Nosotras no tuvimos el tiempo suficiente, pero las rutas turísticas de alrededor del lago también son bastante conocidas para practicar senderismo. Después de estar un buen rato en el Lago de Sanabria, pusimos rumbo a nuestro siguiente destino: Puebla de Sanabria.
Puebla de Sanabria
En este pequeño pueblo, también situado en Zamora, apenas viven 1500 habitantes. La España profunda, se podría decir. A pesar de que el pueblo es minúsculo y 20 minutos es suficiente tiempo para visitarlo, lo cierto es que está muy bien cuidado y puede verse el auge económico de un tiempo pasado en todos sus edificios, sobre todo en los más emblemáticos. Además, Puebla de Sanabria está bañado por el río Tera, lo que le da un toque paisajístico muy bonito también.
Realmente, cuando paseábamos por las calles, además de no haber casi nadie, parecía que estábamos en otra época. Era como estar en un museo al aire libre realmente. Todos los edificios estaban muy bien cuidados, los balcones adornados con pequeñas macetitas llenas de flores y las calles muy limpias. Cabe destacar el edificio del Ayuntamiento, construido durante la época de los Reyes Católicos. En esta misma plaza se encuentra la Iglesia de Santa María del Azogue, de estilo gótico. El conjunto de las calles, los edificios empedrados y la decoración pensada de forma minuciosa hacen de este pueblo un encuadre único. Por no mencionar el silencio total de sus callejuelas… En muchas hasta podíamos escuchar el sonido de nuestros pasos.
Aunque para mí, lo más interesante de este pueblo es la relación que muchos le atribuyen al escritor Miguel de Cervantes, pues muchos creen que su origen está aquí, en esta localidad y no en Alcalá de Henares, como objetivamente se dice y se estudia. Muchos estudios explican que los paisajes de Puebla de Sanabria y sus alrededores se describen constantemente en El Quijotey otras obras de Cervantes. Si alguien se ha leído El Quijote o Las novelas ejemplares, seguro que se siente identificado al recordar los párrafos de Cervantes con el aspecto de este pueblo. Siendo así, nos encontramos en varias calles con frases célebres de El Quijote, como os muestro en la foto siguiente.
Tras visitar y recorrernos las calles de Puebla de Sanabria un par de veces, decidimos ir a nuestro destino final: Las Médulas.
Las Médulas
Para quien no lo sepa, Las Médulas son unas minas de oro a cielo abierto que antaño pertenecieron al Imperio Romano y fueron explotadas por este mismo. Están situadas en El Bierzo, provincia de León. Ahora, el resultado es un paisaje original, prácticamente único en toda España, rodeado de verdes bosques que destacan con el color naranja amarronado de la tierra y la arena que conforman este lugar.
Cuando llegamos a Las Médulas, teníamos bastante hambre y como nos esperaba una buena ruta de senderismo, decidimos comer en uno de los muchos restaurantes que están situados justo antes de comenzar el recorrido. Como podéis ver en la siguiente foto, hacía un día espléndido y pudimos comer al aire libre, en este restaurante tan mono que tenía jardín y una especie de zona chill-out para sentarse y descansar. Lo cierto es que mucha gente va a pasar el día allí, dar un pequeño paseo y volverse a su casa. Nosotras íbamos con mentalidad de visitarlo todo, informarnos muchísimo y también hacer un tour por las minas y pasar todo el día caminando.
Después de reposar y hacer la digestión, empezamos la ruta y nos adentramos en sus bosques donde podía respirarse aire puro. No había mucha gente, la verdad, lo que nos sorprendió. Dejando atrás sus verdes árboles cuya altura no era nada tímida, poco a poco empezamos a ver las grandes montañas de arena anaranjada, que nos dejaron boquiabiertas. En mi caso, era la primera vez que veía un paisaje así.
Eso sí, lo verdaderamente impresionante vino después, cuando en el tour que hicimos nos explicaron cómo los romanos extraían el oro de estas minasy pudimos imaginarlo al estar en primera persona en el sitio indicado. Nosotras estábamos precisamente al final de una galería, que los romanos habían construido justamente para canalizar el agua por esta vía, que medía cientos de kilómetros de longitud y de esta forma, podían extraer el oro al final de su recorrido. El personal de Las Médulas nos dio unos cascos de uso obligatorio pues a pesar de que estas galerías son seguras, nadie descarta algún pequeño desprendimiento. Este pequeño recorrido nos costó 3€, pero vale la pena pues pudimos visitar una de las pocas galerías romanas que quedaron afortunadamente intactas. Aquí os dejo la foto de este pequeño “balcón”, que estaba al final de esta ruta, desde donde pudimos ver todo el entorno al completo.
Mirador de Orellán
Después de curiosear por las galerías, nos dirigimos al Mirador de Orellán. Este es el punto más turístico de Las Médulas y donde se acumula más gente, claro. Desde aquí las vistas te dejan boquiabierta ante este paisaje tan singular. Nosotras vinimos hasta aquí andando aunque mucha gente lo hace en coche y solo camina en el tramo final.
La Cuevona y La Encantada
Después de todo esto, siguiendo la ruta del mapa que habíamos adquirido en la oficina de información, fuimos a ver otros dos puntos de interés de Las Médulas. Se trata de las conocidas La Cuevona y La Encantada, nombres que sin duda alguna resultan curiosos y fáciles de recordar. Aquí existe una ruta de senderismo que es básicamente circular. La Cuevona y La Encantada son dos túneles, bifurcaciones, que afortunadamente, tampoco llegaron a destruirse y justo aquí es donde mejor se puede entender el mecanismo que los romanos utilizaban para extraer el metal precioso. Lo bonito de La Cuevona y La Encantada es que puedes recorrerlas, subir su empinada cuesta y caminar por su polvoriento desnivel. Eso sí, ¡cuidado al bajar!
Por aquí pudimos ver a muchas familias que venían a pasar el día. Cabe destacar que estas rutas de senderismo son aptas para todos los públicos. De hecho, pudimos ver muchos carritos de bebé durante el recorrido. Así que, ¡no hay excusas!
Ahora años después, este territorio abandonado ha sido conquistado por la naturaleza, y declarado Patrimonio de la Humanidad. Para concluir, aunque la ruta por las galerías y ver de cerca La Cuevona y La Encantada fue magnífico, la mejor vista de todas desde donde se puede admirar todo el paisaje con plenitud es desde el Mirador de Orellán, del que os dejo otra foto y ya me despido.
Espero que os hayan gustado estos tres puntos repartidos entre las provincias de León y Zamora, en Castilla y León. Realmente nunca había pensado en visitarlos, pero afortunadamente me rodeo de gente que siempre busca planes interesantes para llevar a cabo, salir de la rutina y aprender cosas nuevas. Gracias por leerme y nos vemos en el siguiente post. Un saludo.
Galería de fotos
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- Italiano: Escursione a Las Medulas (León)
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Comentarios (1 comentarios)
Fátima chamadoira hace 5 años
Conozco Puebla, pero esa zona de minas no. La verdad es que imponen. ¡Como para ir sin casco! Muy bonito post. Seguimos.