Kicking off the week

Después de tantos días me resulta casi artificial escribir de forma natural y detallada sobre las cuatro chorradas que hice los primeros días. Porque no nos engañemos, las cosas tendrán ese filtro de novedad que las hace brillar, pero todo lo que hice sigue reduciéndose a comprar sábanas y sentirme desubicada.

Noche I

Creo que me quedé por el asequible viaje en taxi que hice junto a una compatriota española desde el aeropuerto hasta la residencia provisional en la que me alojaría hasta el día 14 (seguimos en el día 12). Dicho sea de paso que fue un viaje aliñado por la curiosa conversación del taxista, que decidió brindarnos su opinión sobre las mujeres inglesas, a las cual clasificó de 'soft', cosa que yo entendí como "poco echadas para adelante, o muy sosas" pero resultó ser todo lo contrario; y acabó hablando de chicas de doce años siendo madres, o chicas con 20 y tantos teniendo 12 hijos de padres diferentes. Ya no quiero destacar con esto solo mi ignorancia e inocencia ante la jerga inglesa, de la cual aún me queda mucho por aprender, sino la cara de interrogación que mi compañera y yo deberíamos tener mientras este señor Pakistaní hablaba de cómo en su país las chicas así serían ejecutadas, y los chicos que las dejaran embarazadas también. Anyway, llegamos a Ellerslie Global Residences.

Subir maletas a pulso dos pisos no nos divierte (he decidido usar esta expresión con cada anglosajonada que me disguste). Llegadas a la residencia tuvimos que subir las maletas hasta la recepción, volver a bajarlas, y luego arrastrarlas hasta el edificio donde nos alojábamos y finalmente subirlas; yo al segundo piso y mi compañera hasta el tercero. He de admitir que el chico de la recepción llevo la más pesada de mis maletas hasta el segundo edificio, recibiendo yo un privilegio que la otra chica no. Cosas de ser murciana. Por fin una habitación, una cama, un baño, algo de comida adquirida con prisa en el aeropuerto, y a dormir.

Día I

Bueno empezamos el primer día con el estomago vacío. Ciertamente tenía intención de comer algo antes del mediodía, no era mi expreso deseo estar oyendo mis tripas rugir durante toda la mañana; pero son cosas que pasan. Digamos que mientras esperaba que la compañera del día anterior me avisara para ir a desayunar, ella ya estaba haciéndolo. Malentendidos del lenguaje. Afortunadamente me encontré con otra española que buscaba a alguien con quien ir a hacer un papeleo (olvidé decir que estos días también han ido de eso), sintiéndome menos pequeñita al ver que había gente que prefería hacer las cosas en compañía como yo. Cosas interesantes a apuntar:

Tuvimos que rellenar un formulario para estar inscritas con un médico local. ¿Y la tarjeta sanitaria europea? Misterio.

Para registrase en la universidad, merece la pena ir temprano. Sobre todo si no eres ciudadano europeo. Tiempo de espera para inscribirme: 1 minuto – Tiempo de espera en la cola para otros internacionales: 4 horas de media. Mi consejo: al que madruga, no le duelen las piernas de esperar de pie.

El campus es simplemente maravillosamente bonito. Y todo esta realmente bien organizado. El que se pierde o no sabe que tiene que hacer, es porque quiere. Esto es solo un comentario.

Wilko es recomendado como el mejor sitio para comprar cosas si eres estudiante. De hecho, lo es. Yo me gasté en esta compra unas 50 libras y compre: edredón y cojines, funda para edredón y funda para cojines, cubiertos, platos, champú, acondicionador y laca, dos sartenes y rasera... ¡Y un paraguas! (-1 punto por olvidármelo en casa).

Y para terminar la mañana, nos encontramos con este sitio para comer. Esta justo en frente de Wilko y el Morrisons. Los precios están bastante bien y la comida, bastante buena. Yo compartí con una de las chicas, Alicia, de Burgos, un encanto de persona, por cierto. Pagamos 5 libras o así cada una y nos pusieron una bandeja de comida para quedarse lleno y que sobrase.

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