En busca de mi amiga a Leeds

En mi carrera en la Universidad Pontificia Comillas de Madrid, Relaciones Internacionales + Traducción e Interpretación, nos obligan a irnos un año de intercambio a un país de habla inglesa. El objetivo de este intercambio es que ya desde el inicio tengamos perfeccionado el inglés y podamos centrarnos en otros idiomas.

No veáis la ilusión que nos hizo a mi amiga Ana (o como yo la llamo, Naits) cuando nos dijeron que ambas nos íbamos de Erasmus al Reino Unido. Nuestra felicidad se debía a que muchas de nuestras otras amigas habían decidido cruzar el charco y andar a la aventura en Estados Unidos. Visto así, ya solo estar en el mismo país era todo un logro.

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Todo eran risas y promesas de vernos cuando descubrimos que Swansea de Leeds se encuentra a más de cinco horas de coche y que la red de transporte en Reino Unido deja mucho que desear. Sí, amigos, no os esperéis maravillas con los trenes de Reino Unido porque van muy lentos y son muy caros, nada que envidiar a nuestro magnífico AVE.

Día 1

En fin, que llega el día del viaje y me toca despertarme a las 6 y media de la mañana porque claro, aunque el tren tarde cinco horas, no hay ningún tren directo. Tuve que tragarme tres transbordos. Lo único que me consolaba aquella fría mañana en Swansea era que en el tren me esperaba el asiento de la ventana y así podría recuperar horas de sueño. No me hizo nada de gracia ver a una señora sentada en mi sitio, medio dormida, que ni se molestó en preguntarme si me importaba. Y me hizo mucha menos gracia que se estuviera levantando cada dos por tres al baño, porque eso implicaba que yo me tuviese que levantar también. Vamos, que me dio el viajecito.

Mirad, así son los billetes de tren en Reino Unido. Parecen como mini tarjetitas naranjas. Eso sí, aunque hayáis tenido que pasar por un torniquete para entrar al andén del tren, no los tiréis porque es muy probable que pase el revisor a pedirlo en varias ocasiones.

ADVERTENCIA: mucho cuidado al llegar a la estación de tren de Leeds. Yo iba pensando en lo mío y, en vez de seguir la lógica, me puse a seguir los carteles de salida. Ingenua de mí, Leeds es una ciudad relativamente grande y obviamente su estación tendrá varias salidas. Tanto me lié, que salí por un callejón extraño que daba muchísimo miedo porque se escuchaba como un río gigante de agua. Esa fue mi primera impresión de Leeds. Menos mal que después los guardias me dejaron volver a entrar por donde había salido y finalmente pude reunirme con mi amiga.

Ese primer día fue pintaba muy tranquilo hasta que una de las "flatmates" de Naits con su gemela nos animan a ir al gimnasio a una clase de kickboxing extraño. La verdad es que la Universidad de Leeds es impresionantemente grande. El gimnasio es enorme y ofrece muchísima variedad de actividades. 

Por la noche, Bridget Jones y la clásica tortilla de patatas. 

Día 2

En teoría, muchos dicen que Leeds es la ciudad más seca de Reino Unido. Yo me río en su cara. El primer día en Leeds y tiene que llover. Pero bueno, es Reino Unido. ¿Qué me esperaba? ¿Sol? ¡Já! Como antídoto a este día tan húmedo, nos vamos directas a un centro comercial: el Trinity Leeds. 

Anécdota sobre la foto: La mayoría de las fotos que nos hicimos tuvieron que ser individualmente, es decir, la una de la otra. Básicamente porque no había nadie que nos pudiera hacer fotos juntas o que estuviera mínimamente dispuesto. Mira, yo entiendo que no todo es un fotógrafo profesional, pero si tienes menos de 30 años me espero por lo menos que estemos en el encuadre. Esta foto es el segundo intento, porque a la primera persona que le pedimos la foto, una jovencita en la que confiamos, ni siquiera enfocó la foto. Y aunque la hubiera enfocado bien, sacó casi toda la foto al suelo, y el resto a la tienda de al lado. ¿De verdad es tan difícil?

Obviamente no podía faltar echarle un vistacillo al Primark. Lástima que justo fuese el fin de semana en el que Ed Sheeran sacó su nuevo disco de Divide y nos vimos atraídas a comprar. 

Este centro comercial es también enorme. Me han dicho que tiene uno de los cines más "chic" de por aquí. Al parecer las butacas son como sillones y para las palomitas y refrescos te los traen los cameros, casi como en un restaurante. Eso sí, esperad un precio equivalente al servicio. Si ya ir al cine es caro, este ni te cuento...

Por la noche nos esperaba el fiestón del siglo. Estas dos madrileñas que llevaban ya en Reino Unido unos cuantos meses echaban de menos salir de fiesta y escuchar reggaetón. Pues resulta que esta ciudad también tiene una discoteca en la que, una vez al mes o algo así, hacen una fiesta de temática española. 

Aquí estamos las dos antes de que nos atacasen con abanicos y sombreros de mariachi. Fue una noche estupenda. ¿La única pega? Que por lo general las discotecas en el Reino Unido cierran a las 3 de la mañana.

Día 3

Para el tercer día ya el sol nos quiso sonreír un poco más, por lo que sin duda nos lanzamos a patearnos la ciudad. Nos dijeron que había un maravilloso mercadillo en una de las calles principales en el que había un puestecito en el que hacían unos bizcochos de chocolate buenísimos, así que allá que fuimos. La decepción que nos llevamos al ver todo vacío fue enorme, pero bueno, eso no nos impidió comer algo del estilo en alguna que otra tienda.

Esta era la famosa calle vacía, sin nada que comer, la foto de diva tenía que caer.

Continuamos nuestro camino hasta llegar al Corn Exchange Building, un edificio en el centro de Leeds donde antiguamente, como su nombre indica, se dedicaban a intercambiar el maíz y otros productos del estilo. Actualmente, por motivos obvios, esa función la ha perdido, pero sigue siendo un centro comercial con tiendas, cafeterías e incluso mesas de pingpong. 

De camino a casa, siempre pasábamos por delante de las escaleras de uno de los edificios de la Universidad de Leeds, espefícifcamente por delante del Parkinson Building. Es un edificio con una arquitectura super bonita por fuera y lo vimos como otra gran oportunidad para hacernos una foto. Nos sentíamos como Blair y Serena en pleno Manhattan. 

Por la noche, de manera muy inesperada, algo nos invita a salir a tomarnos algo también. Y es que en Leeds se juntan unas tres o cuatro universidades (la más grande e importante es University of Leeds y es curioso porque hay mucha rivalidad entre todas). Por ello, tiene un ambiente muy universitario y gran parte de la vida social se centra en eso. Con esto quiero decir que tiene una gran variedad de bares, discotecas y sitios donde hacer vida social.

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Total, que salimos a tomarnos algo, pero volvimos relativamente pronto porque hacía frío.

Día 4

Ya toca volverme a casa, no sin antes volver a dar una vueltecilla por el centro. ¡Oh! ¡Qué sorpresa! ¡Pero si está lloviendo! (Nótese la ironía).

En fin, que fue un viaje fantástico y me lo pasé genial. Me hizo mucha ilusión ver a mi amiga y que me enseñara la ciudad en la que estaba estudiando. Si alguno estáis interesados en ir, de verdad la recomiendo porque es una ciudad grande pero ofrece todo tipo de actividades y nunca te vas a aburrir. Sobre todo, es una ciudad universitaria.

Cheers! 

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