Experiencia Erasmus en Lausanne (Suiza) de Alejandro | Curso 2020-2021
Mi Erasmus en Lausanne (Suiza) fue mi segunda experiencia de estudios en el extranjero. Mi universidad de origen fue la Universitat Politècnica de València (UPV) y, en este caso, como Suiza no está incluida en el programa Erasmus+, el programa de mi universidad gracias al cual pude realizar mis estudios allí se llamaba Freemover, que en la práctica es casi igual que el programa Erasmus+.
Anteriormente estuve de Erasmus en Bruselas durante mis estudios de Grado en Ingeniería Civil, concretamente en el cuarto curso (2018-2019), y al finalizar quise realizar un segundo Erasmus más adelante porque me gustó mucho la experiencia.
Esa oportunidad se planteó en mis estudios de Máster en Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos, concretamente en el segundo curso (2020-2021). Sin embargo, debemos situarnos en verano de 2020, justo poco después del comienzo de la pandemia del COVID-19, una época con muchas restricciones.
● ¿Por qué elegiste ir a Lausanne?
Elegí Lausanne porque buscaba un destino donde pudiera desarrollar tanto el inglés como el francés. La École Polytechnique Fédérale de Lausanne (EPFL) ofrecía asignaturas en ambos idiomas y es una universidad destacada en Europa donde acuden estudiantes de todo el mundo. Además, para mí, que me encanta la naturaleza, Suiza era un país que quería conocer y Lausanne me parecía una ciudad muy bonita, acogedora, en un entorno espectacular donde podría disfrutar del Lago Leman y las vistas de los Alpes.
● ¿Cuánto dura la beca? ¿Cuánto dinero recibes como ayuda?
La beca duró el primer cuatrimestre del curso (cinco meses), desde septiembre de 2020 hasta enero de 2021 incluido. Recibía 440 CHF cada mes.
● ¿Cómo es el ambiente estudiantil en Lausanne?
Lausanne es una ciudad con una gran cantidad de estudiantes internacionales y el periodo de adaptación dura poco tiempo en condiciones normales. Sin embargo, mis circunstancias fueron diferentes porque fui en septiembre 2020, en época de pandemia del COVID-19, y no pude disfrutar verdaderamente del ambiente estudiantil de Lausanne. Las clases pasaron a ser online a las pocas semanas de iniciarse el curso y había muchas restricciones en el ocio y la restauración.
● ¿Recomendarías la ciudad y la EPFL a otros estudiantes?
Totalmente. Lausanne es una ciudad muy bonita, situada a orillas del Lago Leman, uno de sus principales atractivos. Los atardeceres en el lago son una de las cosas que más echo de menos. Es una ciudad pequeña y puedes acceder a entornos totalmente naturales que están muy cerca.
Además, la EPFL es una universidad de gran nivel con un campus moderno. Lamentablemente, no pude disfrutar mucho de las clases presenciales allí. Generalmente, las aulas eran muy amplias, con las mesas dispuestas en forma de grada. La biblioteca (Rolex Learning Center) tiene una estructura muy peculiar. Dispone de varios espacios con muchos puestos de estudio, aunque suele estar bastante llena. Al menos, a pesar de no tener clases presenciales, pude disfrutar de la biblioteca.
● ¿Qué tal es la comida del país?
La gastronomía suiza está enfocada en el queso y el chocolate. Los platos principales donde destaca la presencia de queso son el Fondue o la Raclette. Respecto al chocolate, es una buena opción para el postre, hay mucha variedad y se puede comprar chocolate típico en prácticamente cualquier establecimiento.
● ¿Te costó encontrar alojamiento en Lausanne?
Yo tuve muchos problemas, originados por la existencia de la pandemia del COVID-19 en aquella época. Como consecuencia, tenía dudas y prolongué demasiado tiempo la decisión de irme a Lausanne porque en verano de 2020, las condiciones del desarrollo del siguiente curso eran muy inciertas.
Finalmente, aún con dudas, empecé a buscar alojamiento a finales de julio. Mi preferencia era alojarme en una residencia de la Fondation Maisons pour Etudiants Lausanne (FMEL), una organización destinada a gestionar alojamientos para estudiantes de Lausanne que disponía de varias residencias. Sin embargo, en esas fechas ya no había ningún hueco para entrar en septiembre en cualquier residencia de estudiantes de la ciudad.
Por lo tanto, tuve que buscar otra alternativa: una casa o un piso compartido. Entonces, utilicé el portal de alojamiento de la EPFL y la Université de Lausanne (UNIL) como herramienta de búsqueda. Comencé a preguntar a varios anfitriones y solo obtenía respuestas negativas porque tenía que estar el año completo, solo buscaban chicas o ya estaba alquilado. Finalmente, encontré una casa muy cerca del lago en Paudex, una comuna muy cerca de Lausanne.
Cuando llegué a Suiza, era obligatorio hacer una cuarentena de 10 días antes de poder salir libremente. Posteriormente, mi experiencia en aquella casa fue negativa y a los dos meses tuve la suerte de poder cambiarme a una residencia de la FMEL llamada Vortex, con una arquitectura singular, donde realmente empecé a disfrutar de mi Erasmus. Esta residencia, que fue inaugurada en 2020 para los Juegos Olímpicos de la Juventud de Invierno, se sitúa muy cerca de la EPFL y tiene una arquitectura singular.
● ¿Cuánto cuesta vivir en Lausanne?
Vivir en Suiza es bastante más costoso que en España. En cuanto al alojamiento, la habitación en la casa me costaba unos 850 CHF/mes. Después, la habitación en la residencia era un poco más barata: costaba unos 720 CHF/mes. En cuanto al resto de gastos, principalmente destacaba la alimentación, el transporte y en menor medida, el ocio. Esto correspondía a un total de unos 700 - 800 CHF/mes. Además, en aquella época era obligatorio hacerse un test de COVID-19 con resultado negativo para poder viajar entre países, algo necesario para volver a España y que suponía un gasto puntual de unos 150 CHF. En resumen, vivir en Lausanne me costó unos 1.400 - 1.500 CHF cada mes.
● ¿Qué tal el idioma? ¿Fuiste a algún curso en la Universidad?
Lausanne se ubica en la parte francófona de Suiza. La vida allí es en francés, aunque generalmente la gente habla bien inglés, especialmente los estudiantes. Yo no fui a ningún curso de idioma, pero es necesario disponer de un buen nivel de francés e inglés, porque seguramente tendrás asignaturas en ambos idiomas. Yo me fui con un B2 de inglés y un B1 de francés, aunque no tenía título de este último. No obstante, la EPFL no solicita ningún título de idiomas, apelando a la responsabilidad de cada persona de conocer su nivel y saber si será capaz de seguir las clases.
Al principio iba un poco perdido en las clases que eran en francés porque la gente suele hablar algo rápido. Yo me asusté, pero fue cuestión de tiempo mejorar la escucha y la pronunciación en francés. Es un proceso totalmente normal.
● ¿Cuál es la forma más económica de llegar a Lausanne desde tu ciudad?
Desde Valencia, la forma más adecuada y económica es, en primer lugar, coger un vuelo hasta Ginebra, que puede ser directo o haciendo escala en Madrid dependiendo de las circunstancias. Posteriormente, el trayecto desde Ginebra a Lausanne se realiza por medio de tren, que se puede coger directamente en el aeropuerto de Ginebra.
● ¿Qué sitios recomendarías para salir de fiesta en Lausanne?
No pude salir de fiesta en locales de la ciudad. Durante el periodo que estuve, el ocio nocturno estuvo cerrado debido a las restricciones de la pandemia del COVID-19 y la fiesta se hacía principalmente en las residencias.
● ¿Y para comer en Lausanne? ¿Puedes citar tus sitios favoritos?
La verdad es que no pude ir mucho a restaurantes, principalmente debido al cierre del ocio y la restauración debido a la pandemia del COVID-19. Como recomendación, menciono el restaurante “Les Brasseurs” o la pizzería “Pz Pizza”, situados en el centro de la ciudad.
● ¿Y cómo visita cultural?
Personalmente, destacaría la Catedral de Lausanne y los alrededores. Además, se encuentra en un punto de la ciudad con grandes vistas hacia el Lago Leman, otro lugar de gran interés y belleza. El Museo Olímpico sería otra visita, porque Lausanne es la Capital Olímpica y tiene la sede del Comité Olímpico Internacional. También quiero señalar los viñedos en terrazas de Lavaux, declarados Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO y donde perderse y pasear con las vistas al lago es un encanto. Hay mucha más información al respecto en la página web de Turismo en Lausanne.
● ¿Algún consejo que quieras dar a futuros estudiantes en Lausanne?
Considero que los consejos que voy a comunicar a continuación responden a mi experiencia en los dos Erasmus que he realizado (Bruselas y Lausanne). Son generales y comunes a cualquier destino Erasmus.
Con respecto al alojamiento, recomiendo hacer una búsqueda con tiempo, empezando unos 5-6 meses antes de desplazarte a tu ciudad Erasmus. Personalmente, creo que una residencia es el alojamiento ideal para Erasmus, pero depende de las circunstancias de cada uno. Otro aspecto esencial es que se sitúe cerca de la universidad, para poder ir caminando.
En cuanto a trámites, recomiendo informarse acerca del país y las necesidades de documentación antes de ir y durante la estancia, aunque son elementos sobre los que la universidad suele proporcionar información y ayuda. Es interesante entrar en algún grupo de españoles que se dirija al mismo destino Erasmus, para poder conoceros de antemano e intercambiar información y necesidades.
En cuanto a la adaptación, al principio puede ser complicado, especialmente si es la primera vez que sales de casa. Creo que es una etapa natural que hay que saber superar. Es cuestión de tiempo terminar de adaptarse (horarios, comida, cultura…). Salir de la zona de confort genera miedo. En mi Erasmus en Lausanne, yo me fui en época de pandemia del COVID-19, con la incertidumbre que eso conlleva, pero después de todo, ha supuesto un gran aprendizaje en todos los sentidos.
Con respecto a eventos y actividades, es muy recomendable acudir a eventos que organice la Erasmus Student Network (ESN) de tu universidad. De esta manera, puedes socializar y conocer gente de otros países. Ese es uno de los propósitos básicos con los que hay que ir.
Con respecto a los estudios, para mi es un mito que durante el Erasmus no se estudia. Personalmente, en mis Erasmus de estudios de ingeniería, he tenido que dedicar bastante tiempo para poder obtener unas calificaciones razonablemente buenas, como si estuviera en mi universidad de España, pero con la dificultad añadida que se estudia en un idioma que no dominas totalmente. Por lo tanto, se trata de disfrutar de la experiencia sin olvidar el aspecto académico.
En cuanto al seguimiento de la experiencia, recomiendo hacer un diario o apuntar los sucesos más característicos y anecdóticos que solo te pueden pasar en Erasmus. Es un periodo de tiempo que recordarás toda la vida y merece la pena conocer con más detalle esos sucesos que en un futuro querrás rememorar. Puedes añadir cualquier aprendizaje en relación con la vida fuera de casa o el trato con gente que puede ser muy diferente a ti. En esencia, salir de la zona de confort es el camino hacia el desarrollo personal.
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