Pub Irlandés Canterbury

Unos lo conocen como O´Donogués, otros como Irish Pub, otros tantos como irlandés y yo le diré Plaza Canterbury para entendernos. Hablo de un local, por supuesto irlandés, de Jerez de la Frontera, en la provincia de Cádiz, por supuesto, en Andalucía.

Dónde se encuentra:

Es lo más sencillo de presuponer, ya que, la plaza en concreto lleva su propio nombre, Plaza Canterbury, si bien, otros lo conocerán como Calle Nuño de Cañas, que es justo la que podremos cruzar con el coche.

Para todas aquellas personas que, pese a los nombres mencionados, siga sin saber dónde dirigirse para encontrar el irlandés de Jerez; tan solo deberá conocer que la Plaza de Toros municipal, está justo en frente del pub. Además, la Sala Paul, que es la sala de los jóvenes, está a menos de dos minutos andando una vez doblamos hacia la izquierda desde la puerta principal del irlandés, teniendo la rotonda del catavinos y la avenida de los bomberos a menos de cinco minutos andando.

Por ello, si bien, lo más fácil sería sin duda irse andando hasta allí olvidándose del coche o en general cualquier vehículo que tengamos para no complicarse la vida con respecto a aparcar; en este caso, será de esas veces que recomiende cogerlo, ya que tendremos muchos aparcamientos muy cerca sin ningún tipo de problemas con respecto a la zona azul.

Si bien, hay que tener en cuanto que, una vez salimos por la puerta principal hacia la izquierda, toda esa calle y las siguientes son totalmente zonas azules por las que tendremos que tener y poner el ticket correspondiente (excepto que ya no estemos dentro del horario de pago, que es hasta las 20.00 de la tarde); también es verdad, que si lo que vamos a hacer en el pub irlandés es ir por la noche, lo cierto es que no tendremos problema con ello gracias al horario, e incluso en la misma Plaza de Toros, o bien, una vez llegamos hasta el final de la calle y doblamos a la derecha, en toda esa calle y las siguientes, habrá numerosos posibles aparcamientos a tiro de piedra de manera sencilla.

Eso sí, para qué llegar a ponerlo en un sitio de estas características, cuando perfectamente podemos coger a la derecha del Canterbury una vez salimos por su puerta, continuar toda esa calle completa, y una vez lleguemos a la rotonda del catavinos, doblar a la derecha; donde podremos encontrar decenas de aparcamientos, tanto ahí mismo como en la parte contraria de la carretera, fuera de esas odiosas zonas azules, y con la tranquilidad de que estamos no solo cercas del objetivo a donde vamos a ir, sino también que la zona en la que lo dejamos, es buena y no va a haber problema alguno.

Por otro lado, el autobús en estos casos también puede ser una gran opción al dejarte a menos de dos minutos andando desde la parada correspondiente, justo al pasar por la rotonda del catavinos, lo cual de nuevo es otro punto favorable a tener en cuenta.

Y, como tren, metro o tranvía por la ciudad no hay en estos momentos, la opción de taxi siempre será también buenapara tenerla en cuenta si venimos de una zona de Jerez muy lejana, y somos unos cuantos, perfecto para olvidarse de coche en el caso de que vayamos a beber, y también de autobús en el caso de que queramos ir a una hora más tardía habiendo bebido algo antes en nuestro propio hogar o bien en el botellódromo, que se encontrará a menos de quince minutos andando desde el pub irlandés que menciono. 

Cómo es en cuanto al diseño y arquitectura:

Sin duda alguna, punto a tener muy en cuenta, porque si, lo normal en cuanto a este tipo de sitios (digo sitios en los que nuestro pensamiento básicamente está centrado en beber, pasar el rato, charlar y lo que surja), es que el diseño y la arquitectura pase totalmente a un segundo o tercer plano; aquí, es uno de los casos en que yo misma me tengo que comer mis palabras y valorarlo como se merece.

En primer lugar, porque no te va a dejar indiferente en absoluto. Es tremendamente espectacular, con una decoración que si bien puede sernos muy parecida a otros tantos pubs irlandeses en los que hayamos estado antes (y puede incluso que tengamos razón en ello), pero que igualmente merece esa mención especial. Porque, lo primero que piensas al entrar por la puerta pequeña de la derecha, es que, pssss ya estamos en otro sitio más como todos en general de este estilo (de hecho, ese mismo pensamiento se multiplica al ver la puerta en verde, el cartel con un toque más a color naranja suave, con ese estilo tan típico irlandés).

Pero, pronto cambias de opinión, al ver esa madera que predomina en todos ellos del estilo, pero con un toque especial que hace que todo sea distinto. Porque los colores abundan, y no simplemente el verde por el hecho de ser irlandés, sino también los azules y en partes el rojo, que siempre le da otro punto de vista más vivo e intenso. Además, el que encuentres por esa zona nada más entrar, varias mesas a la izquierda, de nuevo de una madera perfecta e inmaculada, con las sillas correspondientes por supuesto del mismo tono que las mesas y la misma brillantez; y de pronto, taburetes altos típicos con otras mesas redondas también altas, hace que nos imaginemos que deberá haber un agolpamiento poco antes visto en este tipo de locales.

Ello se suma al gran televisor de arriba a la derecha cuando entramos, con unas pulgadas que no me atrevería a contar, pero lo suficientemente grande, como para que en un día de partido importante nos demos cuenta de que, no hace falta tener una visión de águila para poder disfrutar del mismo con una calidad excelente. Éstos serán justo los días en los que más personas habrá con diferencia, congregándose a los alrededores del televisor, e igualmente con multitud de otros sitios cogidos para simplemente tomar algo pero con ese toque que le da el fútbol o cualquier otro deporte al evento y velada correspondiente.

Seguimos andando, y nos encontramos la barra a la derecha, primero la parte en que los camareros entran y salen para proporcionar las bebidas y distintos productos correspondientes y recoger lo que tengan necesario hacer; siendo justo al siguiente paso, el sitio idóneo para pedir aquello que queramos, ya que la gente al ver tanto ajetreo de camareros que vienen y van, dejan ese espacio totalmente libre con la cosa de que los trabajadores seguramente lo vayan a utilizar; lo que hace el sitio perfecto para encontrar ese hueco libre que te haga pedir lo que sea sin necesidad de tener que esperar algún que otro minuto para ello en el proceso.

La barra está siempre perfectamente limpia, y con un mármol que gusta, que es elegante y que va acorde a toda la decoración en general y el diseño del local. Una vez continuamos por ella, nos damos cuenta de que tendremos la opción de seguir por ella, o bien doblar a la izquierda en unos escalones que no sabemos a dónde nos llevan. En este caso, siguiendo de manera recta, dejando justo la barra a nuestro lado derecho, seguiremos viendo otros trozos de barra, muy largos, en los que poder pedir desde distintas partes, lo cual está perfectamente pensado para que no nos haga perder demasiado tiempo entre persona y persona. Si bien, decir al respecto, que una vez dejamos la segunda parte de la barra ya atrás, en la tercera y bajando otros escalones que hay al seguir recto, quizás en ese justo momento no haya nadie para atenderte, ya que lo normal será hacerlo en las dos anteriores nombradas, por lo que tendremos que estar al tanto para ver si no estamos en el lugar equivocado a nuestras intenciones de saciar la sed o lo que sea.

En esa segunda parte de la barra, al mirar a la izquierda, en lo alto aún sin bajar las escaleras de la parte de la izquierda ni las de en frente, veremos un cuadrado con el suficiente espacio como para poder bailar sin problemas de tener que darle o molestar a gente de nuestro alrededor, lo cual será importante de saber para cuando vaya avanzando la noche y nos dispongamos a ello (o bien, por supuesto en cualquier momento que suene una de esas canciones que nos motivan y conmueven, lo cual se va a repetir frecuentemente a lo largo de la noche como ya luego más tarde explicaré en la sección de la música).

Decir también, que los cuadros se contarán por decenas durante todo el trayecto por el interior del local, sin un predominio claro de su dinámica y diseño, sino que serán totalmente distintos los unos de los otros con ese misterio que nos dejará cuando los veamos queriendo saber qué son exactamente (y que seguro a simple vista no saldremos de dudas).

Si ya continuamos por esa zona y bajamos las escaleras, pronto descubriremos que al seguir algo más rectos, hay alguna que otra puerta que dirige a los baños pertinentes, dato a tener en cuenta porque con el tiempo que vamos a pasar seguramente allí los pisaremos alguna que otra vez. Los mismos, impecables, siempre con jabón lleno, papel higiénico y una higiene impoluta, son dignos de nombrar y mencionar, ya que pocos sitios de copas o bebidas en general los mantienen y los tienen de tal calibre.

Una vez salimos de los baños por donde hemos venido, y seguimos a la derecha, aquella parte al principio donde se encontraban las escaleras que al comienzo no bajamos, lo cierto es que es otra de esas partes a conocer; porque, si en la zona de barra predominan los taburetes y mesas altas (poquitas de estas para dejar espacio idóneo para bailar); lo cierto es que, en esta parte nueva de la que hablo, las mesas bajas, rectangulares son las que ganan la batalla, teniendo unos asientos en forma de banco alargado y muy cómodo tanto en un lado como en otro, que serán magníficos para charlar tranquilamente mientras disfrutamos de la compañía, de la música de fondo y de la bebida correspondiente.

Una vez terminamos esta hilera de mesas y sillas alargadas correspondientes, pronto veremos una puerta a la derecha, con la sorpresa de que el local no solo tiene una parte de dentro magnífica en general para hacer lo que queramos, sino que tiene también una por fuera, más grande que la del interior, para continuar con las actividades varias que teníamos y aprovechar el aire fresco. Porque, esta zona, justo en la conocida Plaza de Canterbury, tiene las mismas mesas y sillas alargadas que mencioné anteriormente, pero al aire libre. Lugar predilecto y preferido sobre todo por los fumadores, pero para cuando te canses de bailar, también lo será para ti si es que eres de ese tipo de personas que no pueden llegar a estar una noche en un sitio sin tener que moverse un rato al son de la música.

En general, decir que estas mesas no son muy numerosas, pero con una salvedad muy importante; ya que, en frente de la misma, hay mesas mucho más grandes y alargadas con los bancos correspondientes, que sí que se cuentan por decenas, dejando una imagen absolutamente espectacular que nos recordaría (para que os podáis situar de lo que estoy hablando y entenderme), parecido a lo que sería el Oktober-Fest alemán o cualquiera que se haga por estas partes del mundo.

Además, no solo tenemos los asientos y espacios de sobra para no ser molestados en nuestra conversación o bien simplemente para poder ir decenas de personas en un grupo grande y poder todos estar juntos; sino que, tiene una barra al fondo a la derecha, que servirá por supuesto también todo tipo de bebidas, y que nos permitirá no tener que ir hacia la zona interior a pedir lo que sea; por lo que ganamos en tiempo, en comodidad y en calidad de servicio, que lo cierto es que se torna normalmente de buen gusto.

Por si fuera poco, también en esa terraza en medio de la Plaza Canterbury, tendremos un escenario, grande, de buen tamaño, en que no serán pocas las veces en las que tocan grupos de muy distintos estilos y música, que hacen las delicias de la gente que los va a ver y disfrutar. Siempre la información exacta de cuándo tocan y vienen los distintos grupos que puedan llegar a actuar, los anticipará el Plaza Canterbury con tiempo en su Facebook Correspondiente, sin poder faltar los típicos emblemáticos días en los que sabes que un pub de este tipo no va a poder jamás fallar como es el típico de San Patricio. En otro apartado ampliaré la información con respecto a este tipo de conciertos, festivales y eventos especiales en general que se suele hacer en el pub irlandés.

No puedo decir nada más sobre el diseño y la arquitectura, si bien terminar el punto diciendo que cuando salimos hacia la calle por la zona del escenario y los bancos y mesas alargados, encontraremos una puerta enorme, mucho más grande que la que escogimos al inicio del artículo, por la que podremos entrar y salir sin necesidad de encontrarnos con una verificación previa de edad o vestimenta, cosa que siempre es algo a tener en cuenta; si bien, por supuesto, como todo sitio que se precie, dispone de un portero que controlará que todo lo que ocurra en el interior sea lo más positivo posible, y que actuará en el caso necesario a las mínimas de cambio, cuando note que algo no marcha lo mejor que se puede (jamás lo vi actuar por cierto, ya que, no hay absoluto problema en el sitio, que es tranquilo y no congrega mala gente que altere la normal relación entre los clientes).

Personas que van al local:

En cuanto al tipo de personas que frecuentan el pub irlandés Canterbury, lo cierto es que no hay un perfil claro y definido como sí que encontraremos en otros muchos sitios de la ciudad. La regla general es que la diversidad manda y que, por tanto, sea como seamos y vayamos como vayamos en cuanto a estilo, vestimenta, etcétera, no resultará problema en este sitio.

Eso sí, dependiendo del día en el que vayamos y de las actividades que se realicen en el mismo, lo anterior podrá diferir, creando días que parecen más escogidos para ciertas personas que para otras.

Ante todo, basta decir que no solo tienen horarios nocturnos, como algún que otro pub de la zona, sino que abre desde horas tempranas, siendo también distinto el ámbito entre los que suelen ir por la tarde simplemente a tomarse algo de manera apacible y tranquila, con o sin buen tiempo; a los que van por la noche con otro tipo de cosas en la mente.

De esta manera, mientras los del horario más temprano, por la tarde, suelen ser sobre todo personas con mayor número de años, sin tener un aspecto en cuanto a vestimenta o clase social definido; el horario nocturno está sobre todo comandado por los más jóvenes, sin que haya esa exclusividad total, consiguiendo el sitio atraer también a ese otro grupo de más de 30 años que le da al local un rollo más diverso y abierto, y que, por tanto, hará atraer a más personas.

También, a lo largo de la semana, conforme pasan los días, si bien hay que tener esa diferencia en cuanto a horario de tarde y de noche; con respecto avanzamos, la probabilidad de que sean los más jóvenes los que asistan al Pub, será la predilecta, comandando el panorama los jueves, viernes y sábado, dejando los otros días con una mayor probabilidad de gente de más edad, claramente con otro punto y objetivo en cuanto a lo que va a hacer en el local.

Así, de esta manera, será normal ver cómo un sábado por ejemplo por la noche, a eso de las 23 o 24 y hasta cierre, esté completamente lleno de personas que rondan los 20 años de edad, tanto en la parte interior como en la exterior (sobre esto, no hay una diferencia clara, si bien, en la época de festivales y eventos, los mayores prefieren estar fuera, en la zona de mesas y bancos muy alargados, mientras que los jóvenes preferirán estar al son de la música del interior), habiendo otros lugares predilectos y preferidos para otros lapsos de edad como puede ser la zona más céntrica del Damajuana, el Jazz Club 55 y la Carbonería (y otros tantos otros lugares, si bien los más reconocidos para ellos suelen ser los ya nombrados).

Eso sí, cuando llega la típica actividad, evento o festividad por la que se celebra por ejemplo algún concierto, o bien el día de la cerveza, o asuntos similares; todo cambia, siendo las personas de mayor edad los que terminan llenando el local, que lo visitarán con sus hijos y familiares, haciendo de la Plaza Canterbury una mezcla muy curiosa, entre los más pequeños y los mayores, todos para ver el concierto y disfrutar de seguramente un tiempo excelente (ya que, a nadie se le ocurriría montar una de estas actividades en un día nublado y con lluvia, sabiendo que va a haber problemas de todo tipo y que por supuesto, la gente no va a venir con tanta frecuencia como en otro tipo de días).

La conclusión sobre este punto, es que no importa la edad que tengas, el estilo de vida que lleves y la ropa que vistas, porque no vas a ser discriminado de ninguna manera, y qué más da que un jueves, viernes o sábado predominen los veinteañeros, cuando lo importante es disfrutar de la experiencia, de los momentos y de la gente con la que estarás rodeada.

Música:

Apartado que seguro a muchas personas les interesa, ya que son numerosas las que salen con la idea de echarse unos bailes con una buena música de fondo. En este sentido, no entiendo cómo lo harán (seguro que tarde o temprano cuando vuelva lo preguntaré para salir de dudas yo misma), pero lo cierto es que el pub irlandés Plaza Canterbury, tiene sobresaliente en este apartado, llegando a escuchar canciones que ni la misma aplicación Shazam es capaz de saber cuál es, y que, pese a quedarme con alguna línea de la letra que cantan, he podido llegar a encontrar en Google escribiéndola.

Porque, si hay una cosa que hace del pub irlandés un sitio clave para salir de noche o por la tarde en Jerez es justo eso, la música, con estilo siempre cambiante, y con lo más moderno del mercado que ni siquiera te va a sonar. Lógico, también ponen temas que sí que son comerciales y los habrás escuchado en otros sitios, pero no importa nada porque la mayoría serán hits del momento provenientes de Estados Unidos, y, por lo tanto, sabes que el éxito está garantizado.

Yo misma he estado en medio de alguna que otra conversación, y he tenido que parar de mirarles porque la verdad que no me estaba enterando de nada, al estar concentrada a pleno rendimiento en la música y soltar al aire “menudo pedazo de tema”.

Si tengo que definir el estilo diría que coge lo mejor del dance del momento, del RnB del momento, del hip hop del momento, de la mejor mezcla de pop con electrónica actual, y siempre algún otro toque distinto que te sorprenderá vendrá también, por lo que en el fondo no importa tanto el estilo en sí, sino las sensaciones buenas que te causa al estar cargadas de ritmos sin ningún tipo de dudas.

Ello lleva, a que sean muchas las personas que se lancen a bailar en medio de la pista, ya sea en la parte interior, lo que sería para ser exactos el cuadrilátero que más arriba del artículo estuve describiendo, o bien cuando bajas las escaleras que encuentras justo en frente del mismo, de camino a los baños, con un buen espacio en el que poder bailar sin ser molestados.

Pero, si de nuevo hay algo clave de todo esto, es que si un día cualquiera hacen una fiesta que se les ocurra, o que esté prefijada (por ejemplo, hace poco hubo una fiesta de Jameson, una marca conocida de Whisky que patrocinaba todo lo allí realizado para poder conocerse más aún la marca y también venderse en mayor proporciones, cosa que por supuesto se consiguió), la música puede dar un giro espectacular, teniendo incluso a grupos en directo, cantantes y muy distintos músicos con instrumentos variados que no te van a dejar para nada indiferente.

Un caso es el de la música irlandesa, con saxofones, trompetas, alguna que otra guitarra y un cantante con ese tono rocoso típico irlandés, que terminó por hacer que todas las personas allí presentes movieran la cabeza para arriba y para abajo, e incluso pegara algún que otro salto al no poder evitarlo ante tanta alegría de sus tonos y cantes.

Otro de los casos que he llegado a ver ha sido sobre el rock, cosa que el pub irlandés no olvida, con esos orígenes en lo que multitud de ellos iban en sus comienzos, teniendo conciertos de este tipo de música con una frecuencia suficiente como para que cuando menos te lo esperes, se vista de gala el localcon esas vestimentas y apariencias tan típicas rockeras.

Por todo ello, si ya la música de manera general la tildo de sobresaliente, con variedad, siempre actualizada e idónea para bailar; cuando ocurren uno de estos eventos, la cosa se potencia hasta límites muy frenéticos, habiendo todo tipo de músicas posibles, y, por supuesto, cuando llega la noche en que el concierto en sí baja y decae, se llena la parte de dentro con esa música actual de la que hablo.

Productos que podemos llegar a pedir allí:

Lo cierto es que, si vamos con hambre, tengo que deciros que tan solo cuando han hecho un evento especial en el que sobresalga la comida; lo vamos a tener complicado. Es el ejemplo de la feria de la cerveza, en que podías pedirte perritos calientes o hamburguesas, todas riquísimas con excelente calidad y sabor. Pero, por norma general, la gente a lo que va cuando visita este lugar, es sobre todo a beber, por lo que, esa deberá ser la idea principal (si bien, no la única, porque es un sitio idóneo para charlar tranquilamente, conocer nuevas personas e incluso ligar en cualquier momento).

En cuanto a las bebidas, decir que por ser irlandés, tiene multitud de buenos productos de calidad que no vamos a encontrar en otro tipo de bares y pub de manera general. Así, las típicas pintas de cerveza de medio litro o bien, incluso de un litro, serán muy vistas en sus fronteras, siendo las marcas más pedidas y reconocidas la Pulaner y por supuesto, la cerveza negra preferida del local como es la Guiness (la cual, si no te gustan las cervezas potentes, fuertes de sabor, al ser negra, seguramente no termine de convencerte y no te la vuelvas a pedir en mucho tiempo).

Además, tienen otros tipos de cervezas, de muy distintos tipos, siendo ahora la que se está poniendo muy de moda en el lugar la Cerveza Estrella de Galicia, junto con sus derivados, teniendo esa posibilidad de botellín que te saldrá más barata que las anteriormente nombradas.

Si tuviera que ponerle un pero en cuanto a las cervezas, echo de menos la Alhambra, sobre todo aunque no sea la especial, por tener otras especiales y es totalmente comprensible; sí que mínimo las dos clases de Reserva, tanto la verde como la roja, me parecen algo que deberían tener, como producto estrella, con sabor fuerte, graduación alta y un precio estupendo (si bien, sitio cercano como el The Brothers sí que las tiene, y será una gran opción a tener en cuenta a menos de cinco minutos andando, para cuando nos cansemos del local o de sus bebidas en concreto).

Por otro lado, en cuanto a los vinos se quedan cortos, tan solo teniendo uno, el Ramón Bilbao, que, pese a su calidad y reconocimiento nacional e internacional; no concibo en una ciudad como Jerez de la Frontera, que haya tan poca variedad en cuanto a los tintos.

Sí que, por ejemplo, en cuanto a Cream y Brandy, no habrá problema, porque disponen de la marca más conocida jerezana de este tipo de bebidas como es el Solera, lo que hace cumplir esta variable con creces para no llevarse ese punto negativo que sí tienen en cuanto a los vinos tintos y rosados.

Ya sobre otros licores más fuertes, no vamos a tener problema alguno para encontrar nuestro preferido, con buena variedad y buen servicio, por lo que, ahí de nuevo, cumplen con creces las expectativas y tendrán justo detrás de la barra decenas de botellas a elegir para tener la copa que queramos. Cócteles variados los hacen también, si bien no tienen tanta mano y maestría como Paquito de The Brothers, preparado a conciencia para hacer los para mí mejores cócteles de todo Jerez de la Frontera.

Precios:

Los precios, siendo irlandés, es lógico que no van a ser los mejores que podamos llegar a ver en la ciudad, ya que la calidad en cuanto al establecimiento, el ambiente, los conciertos y festivales que convoca y realizan, y, en general, todo lo que tenemos a nuestra disposición (también con respecto al número grande de camareros que mantener para tener el mejor servicio posible y no hacer esperar a los clientes), cuesta un dinero que se debe meter en las consumiciones para que todo marche de manera solvente.

Por ello, a nadie le puede sorprender que una de las pintas de medio litro de Paulaner o Guiness, llegue a costar y rondar los cinco euros, si bien, tendremos el botellín simple de 33 centilitros de Estrella de Galicia por dos euros, cosa que hace cambiar el panorama a mejor sin lugar a dudas.

En cuanto las copas, nadie te va a librar de pagar seis euros por una copa convencional, y los ocho, diez o incluso más, por otra con algún licor de más renombre que se nos antoje. La copa de vino pequeña de Cream Solera (o Brandy), cuesta 1,80 euros si no recuerdo mal, y el vino tinto Ramón Bilbao, sobre los 2,50 euros.

Que cada cual valore si sale rentable o no beber allí, yo sin duda, con todo lo que ofrece, no me parece todo excesivamente caro, y mucho menos cuando hemos entrado de manera totalmente gratuita y dispone de la comodidad, amplitud y buena música perfecta, para estar un rato agradable de la mejor manera.

Por otro lado, cuando se realizan ese tipo de eventos y actividades que ya he mencionado, tampoco te cobran al entrar, si bien, la marca en concreto que pueda patrocinar todo, como por ejemplo la Jameson como comenté anteriormente; puede hacer una serie de promociones para incentivar a la gente a probarla, tomarla y que termine estando satisfecha. En concreto, la copa valía cinco euros ese día, con un chorreón del mismo que yo misma veía de algunas personas que se la tomaban, y era bastante contundente, y, lo mejor del asunto, es que un concierto de música irlandesa que había en las afueras del mismo en la Plaza Canterbury, entregando el ticket correspondiente por haberte pedido la marca de ese día en promoción; te regalaban uno de esos gorros enormes, verdes de Guiness, que segura todos hemos llegado a ver en más de una ocasión (sobre todo por la reciente celebración del día de San Patricio).

Además, los miércoles actualmente disponen del día de la cerveza, que hace que una pinta de cerveza negra Guiness te cueste tan solo tres euros, lo cual ya lo cambia todo, y hace que la gente vaya ese justo día para saborear una de las más conocidas en cuanto a su estilo negro.

Otras actividades que se realizan en el interior del local:

Porque, un local que se precie, siempre tiene la mente abierta y puesta en otras actividades de las que poder sacar tajada, y en el Pub Irlandés Plaza Canterbury, no podía ser de otra manera, teniendo actualmente los miércoles a las 20.30 de la tarde (desde esa hora para ser más precisa y exacta), el día que ellos denominan de “talkineo”, que no es otra cosa que un día, en el que toda aquella persona que quiera, puede acercarse a practicar el inglés o en general cualquier otro idioma, de manera totalmente gratuita, y siempre con numerosas personas de las que poder aprender y conocer, abriéndonos a la cultura inglesa.

Además, siempre habrá alguna persona nativa con el idioma inglés o cualquier otro que quiera aprender español, por lo que eso que se denomina internacionalmente como “tándem”, será la actividad más precisa y eficaz para que se nos quite la vergüenza hablando el idioma, y poder llegar a salir un día en el futuro al extranjero con la confianza y tranquilidad de controlar el idioma en concreto.

Los que participan en estos talleres semanales, son abiertos, te explican muy bien (porque, de hecho, muchos de ellos son incluso profesores de la lengua, que de manera altruista van al local, a seguir practicando y mejorando el idioma a la vez que conociendo gente de la ciudad y de las afueras de la misma), y siempre acabas conociendo a alguien que merece la pena.

Sin duda, recomiendo tanto esta quedada semanal, como la que se hace del mismo rollo en Damajuana, creo recordar que los martes o los jueves, con el mismo propósito, también con suficiente número de personas, y siempre desde la cercanía, amabilidad y ganas de mejorar.

Por otro lado, los sorteos en sus fronteras serán también habituales, pudiendo ganar todo tipo de objetos relacionados con el pub, con lo irlandés o con las marcas que ellos mismos llevan, lo cual es otra manera de seguir atrayendo a personas a que visiten sus puertas; viendo este mes por ejemplo, que han sorteado diez pintas de cerveza Guiness (o Paulaner si es esa la que se prefería), solo por ir al local y encontrarnos justo en el momento en que lo realizaban.

Además, si hay una época especial en el local, esa es sin duda Navidad. Porque no es solo que vayan más personas a visitarlo y con ello, todo mejore de manera exponencial; sino que, además, la decoración, las luces navideñas y la multitud de conciertos diversos con música de todo tipo que realizan, hacen una época perfecta para visitarlo, de la que siempre te vas a ir con la sensación de haber elegido el lugar correcto. De hecho, no es raro tampoco, que allí en el patio de fuera, donde se congregarán mayor número de personas pese al frío imperante que nos recorrerá en pleno invierno; se llegarán a realizar las conocidas y famosas zambombas navideñas, por las que el cante flamenco, el arte, el ambiente y en general, la fiesta, siempre sale potenciado hasta un límite y experiencia que merece la pena vivir en directo y que no nos lo cuenten sin más.

Qué hacer o ir tras haber pasado por el Canterbury:

Llega un momento, en el que nos cansamos del pub por lo que sea, ya fuera por la música del concierto que no es totalmente de nuestro agrado, ya sea porque los precios no terminan de acompañar, por el ambiente en cuanto a personas, o simplemente porque nos da por visitar otro sitio, ya que estamos en buena zona para ello.

Pues bien, os presento varias posibilidades para el momento de después, cada una con sus puntos buenos y malos para que cada cual elija la que crea mejor le conviene en cuanto a sus gustos y lo que le apetece tras haber visitado el Canterbury.

Imagina que todavía es temprano, a eso de las 1.00 de la madrugada, y quieres probar otro tipo de productos, mientras escuchas la música que te plazca, en un sitio tranquilo, elegante y en el que vas a poder entrar sin dificultad alguna yendo como vayas vestido. Pues bien, para ello tienes a menos de diez minutos desde el Canterbury, el pub llamado The Brothers, al que llegaremos doblando a la derecha una vez salgamos del irlandés, continuando hasta la rotonda del final de la calle indicada y doblando de nuevo a la derecha hasta encontrarlo con un cartel lo suficientemente grande como para verlo a cierta distancia, y de color azul (en el cartel por supuesto pone The Borthers y se ve muy bien).

Pues bien, este sitio es más pequeño que el irlandés, pero, con la pantalla principal que veremos justo al entrar a la izquierda en la pared, nos pondrán aquella música que pidamos en cada momento (siempre que tampoco hay mucha gente, porque imaginaos que todos pidiéramos una música distinta cada poco tiempo, sería un absoluto caos), sintiéndonos totalmente como en nuestra casa.

Si a ello le sumamos, que tienen el suficiente número de mesas y sillas correspondientes, para que no haya problema alguno si lo que vamos es un grupo lo suficientemente grande; no cabe duda de que es una buena elección. Y lo mejor será que en cuanto a variedad de productos, pocos le van a ganar, ya que, no solo tiene los tipos de cerveza que pueda tener el pub irlandés (que se centra en este tipo de bebidas a priori, y al que pocos otros sitios en Jerez de la Frontera les suele ganar); sino que dispone de otros muchos, más raros o más conocidos, y por supuesto, lo recomiendo porque tiene las dos cervezas preferidas mías como son la Alhambra Especial con etiqueta amarilla y blanca, y también la del estilo Reserva, tanto la verde como la roja, que son absolutamente espectaculares.

Además, los que llevan el sitio, mejor servicio no van a darte en ningún otro lado, siempre atento la persona que se encuentre, eficaz, rápido y con esa simpatía y buen rollo que siempre gusta y te hace volver a los sitios. El hecho de que hagan unos cócteles absolutamente impresionantes será siempre otro punto a tener en cuenta y algo muy positivo que mencionar sin que se me pase de ninguna manera.

Por último, y sin ampliar mucho el local, ya que haré algún artículo en el futuro más completo del mismo, decir que tiene tanto mesa de futbolín como de billar para los amantes de ambos deportes, que puedan echar un rato agradable entre sus puertas.

Ya sobre la segunda alternativa que comentaba, en el caso de que salgamos del irlandés a una mucho más tarde que solo nos permita irnos a una discoteca, tenemos justo una a menos de un minuto andando que se llama Makao. La encontraremos al salir del irlandés, a la derecha, y la primera calle que giremos, lo haremos de nuevo a la derecha, para verla esta vez en la acera de la parte izquierda, con un portero que siempre estará presidiéndola.

Sobre la misma, (que igualmente seguro la amplio cuando pueda en otro artículo), decir que es una discoteca muy grande, de las que más de todo Jerez de la Frontera, y que, pese a la buena música, con muchas alternativas y distinta melodías (aunque predominen los temas más comerciales y sobre todo también música que se venga a relacionar con los ritmos latinos como el reggeaton), lo cierto es que no suele llenarse con habitualidad, debido a que el público de Jerez prefiere otros locales más comerciales aún si cabe, cercanos como son los tres de las fila en que sobresalen Iroko, Tribbeca y Kapote, yéndose los más jóvenes a este tipo de sitios con menor superficie y más pegados (es que en Iroko no se puede casi ni respirar de tantas personas por metro cuadrado, no lo recomiendo en absoluto), y las personas con mayor edad y en búsqueda de otros ambientes, preferirán la zona de Damajuana. Carbonería y Jazz Club 55; por lo que dejan a Makao ahí un poco sin rumbo fijo, contándome alguna amiga de la ciudad, que ha cambiado numerosas veces de dueño, de nombre y de estilo y género, pero que parece que tiene un mal de ojo o algo echado encima que no le permite triunfar como se merece.

Lo cierto es que, con precio de entrada bueno, buen ambiente en cuanto a la gente que va, sin altercados de ningún tipo, música decente con respecto a su competidora del estilo Iroko, y posibilidad de tener espacio para bailar sin problema ni asfixias, sin olvidarme de poder tomar alguna cachimba; hacen de Makao una buena alternativa para ir con un grupo de personas, que haga que el hecho de que no haya tanta gente, sea al fin y al cabo, lo que menos importe.

Decir que esas tres discotecas pubs que nombré, se encontrarían a unos diez minutos andando, por lo que serían las siguientes opciones en cuanto a cercanía, sin que nos olvidemos de la Sala Paul, en frente a la izquierda del irlandés, que podrá estar abierta dependiendo del evento en concreto que celebren y de la hora a la que vayamos a ir. Otras alternativas como las céntricas Damajuana, o la alejada Paddock, se encontrarían a unos veinte minutos andando, lo cual le parecerá seguro a muchos de los que leerán este artículo, algo demasiado como para llegar a hacerlo.

Conclusiones:

Si bien he dejado claro por mi extensa explicación, que el pub irlandés Canterbury, no te va a dejar indiferente en absoluto, y que, por tanto, merecerá la pena sin duda visitarlo, no cabe duda de que merece un buen resumen al respecto, para aquellos que directamente prefieran lo breve, que tiende a ser dos veces bueno:

  1. Es un sitio totalmente diferente a otros tantos pubs de Jerez de la Frontera: primero, porque el diseño en sí gusta, te deja con esa sensación de estar a gusto pero sin pasarse de sobrecargado, con una arquitectura que seguro te convence también tanto por dentro como por fuera, y con una barra y zona de afuera que de nuevo valen su peso en oro.
  2. La música es absolutamente espectacular: porque, obviamente solo por un buen diseño y arquitectura no vamos a pisar un sitio sin más, sino que buscaremos otro serie de puntos que acompañen y ese es sin duda la música. Con lo más moderno y novedoso proveniente de los Estados Unidos, la música será sobre todo en inglés, de muy diversos tipos, pero siempre con un toque de fondo electrónico que lo único que provocará es que nos levantemos de nuestros asientos o de la barra donde nos hemos afincado, para empezar a bailar o preguntarse qué canción es esa misma que está tocando en el momento. No importa que no lo descubramos, porque pasan los días y las semanas, y entonces te das cuenta que esa canción comienza a escucharse en más sitios y ya por fin, sí el Shazam es capaz de descubrir y descifrar cuál es en concreto, haciendo que nos relajemos al tener por fin ya en nuestros oidos de nuevo el tema que tanto nos gustó aquella noche en el Canterbury.
  3. Ambiente para todos: porque otra de las cosas imprescindibles, positiva y excepcionales que pasan pocas veces en una ciudad como Jerez, es que puedes entrar como te venga en gana, sin que te cobren por supuesto ni un duro para ello, y con la cosa de que pese a que ciertos asuntos o la música no te gusten, habrá otros tantos que sí lo van a hacer, por lo que el pub irlandés Canterbury no cierra las puertas a nadie, y valen todos los estilos para pasar una buena experiencia y rato allí.
  4. Multitud de actividades: porque, relacionado con lo anterior, el que cualquier día puedas llegar a ver un concierto de música rock, jazz, irlandesa y otras tantas; hace que de nuevo, más nos valga investigar un poco las actividades que se van a realizar en el futuro en el sitio, porque seguro nos van a gustar y acabaremos por allí saltando, bailando o simplemente charlando mientras tomamos una de sus cervezas predilectas. Además, la multitud de sorteos, los mismos conciertos que se realizan en el interior de la sala y no en el patio exterior, las fiestas temáticas e incluso los partidos de fútbol y otros deportes que te pondrán en el gigantesco televisor; hacen que de nuevo haya algo bueno y positivo para terminar por allí.
  5. Aprenderás: si a todo lo anterior le sumamos el factor de que los miércoles, además de ser el día de la cerveza por el que encontramos multitud de descuentos con respecto a las mismas; tenemos el "talkineo", por el que podremos aprender e intercambiar lenguas, todo se hace aún más apetecible para terminar visitando el sitio, cosa que espero, tras leer el artículo acabéis haciendo y disfrutando la experiencia, tanto al menos como yo misma lo hago cada vez que voy al Canterbury. Por supuesto, en este tipo de días, las personas serán suficientes como para ir con la tranquilidad de que tú sola no vas a estar para practicar con nadie, habiendo multitud de distintas personas de todo tipo de edades que querrán contribuir a una tarde noche diferente, de la que siempre salir ganando. Si tu pensamiento es tan solo ir por el ambiente, pese a que te de miedo o verguenza hablar inglés o cualquier tipo de idioma; igual tendrás un buen número para conocer aunque sea en el mismo castellano o aquello que hables por norma general.
  6. Sitios cercanos: para finalizar, el hecho de tener discotecas cercanas como Makao, Iroko o Tribecca, sin olvidarme del pub The Brothers, hace de nuevo seguir mejorando aún más la calidad del local y las probabilidade de visitarlo, cosa que hay que tener en cuenta para nuestros pensamientos una vez salgamos de allí, teniendo en cuenta horarios, vestuarios y lo que estamos dispuestas a pagar por entrar en cada uno de los sitios.

Comentarios (0 comentarios)


¿Quieres tener tu propio blog Erasmus?

Si estás viviendo una experiencia en el extranjero, eres un viajero empedernido o quieres dar a conocer la ciudad donde vives... ¡crea tu propio blog y cuenta tus aventuras!

¡Quiero crear mi blog Erasmus! →

¿No tienes cuenta? Regístrate.

Espera un momento, por favor

¡Girando la manivela!