Aunque no es un lugar muy turístico, el muelle de Itajaí tiene una historia igual de extensa a la de la ciudad, incluso podría decirse que el muelle fue quien trajo la bonanza económica a esta; este tiene un papel sumamente importante en el comercio local, puesto que es el punto de referencia para los buques de carga que llegan al puerto de Itajaí (el décimo quinto puerto en importancia para El Brasil); es tan importante el comercio portuario para la ciudad, que este sector aporta el 60% a la economía local y el faro es el símbolo del puerto, el cual es la cara de la ciudad.
El muelle de Itajaí es un lugar obligado para propios y foráneos, debido a su ubicación e historia; aquellos que tienen suerte, pueden ver al faro en funcionamiento, el cual hoy en día no funciona más, sin embargo, aunque este no funcione, posee una panorámica excepcional a la ciudad desde otro punto; como comente en una publicación anterior, el parque da Atalaia (desde donde se puede observar el puerto y el océano) queda al respaldo del muelle y, desde el faro se puede observar a las personas que practican parapente y también se tiene una visual al pico do papagalho (mirador construido sobre una piedra con forma de pájaro).
Para ingresar al muelle se tiene que pasar por una pasarela de madera que se encuentra sobre el rio Itajaí – açu y un estacionamiento que colinda con la playa Atalaia (otro buen plan después de visitar el muelle), el cual da acceso a la pasarela que finaliza en el faro, esta pasarela tiene mirantes que permiten observar la playa de cabeçudas y los cerros colindantes con Playa Brava por el costado sur y por el costado norte da para divisar a la distancia la marina de Itajaí.
Una de las características más curiosas del muelle es que, junto con el muelle de Navegantes (ciudad vecina a Itajaí) hacen que el rio Itajaí – açu sea unos metros más largo y, que a la altura del Beira – rio en Itajaí se forme una bahía que sirve de espacio para que los tapires (animales típicos de la región) puedan estar sin riesgo alguno; también, debido a la construcción del muelle, se ocasionó que la playa Atalaia se separará de la playa del farol, donde queda la sociedad deportiva de la ciudad.
Al igual que los demás puntos turísticos en Itajaí, el ingreso al muelle y al faro no tienen ningún costo y, para los amantes del deporte, este es la mejor opción para caminar, andar en bicicleta o pasear con su mascotas mientras se contempla el paisaje de la ciudad, rodeada por montañas y la unión entre el rio Itajaí – açu y el océano Atlántico; también existe una ciclo ruta y una pasarela para caminata que va desde la marina hasta el faro, recorrido de aproximadamente tres kilómetros, el cual está vigilado y zonas de descanso a lo largo del camino.
Para llegar al muelle solo existe una ruta que comienza en la alameda Ernesto Scheneider que se convierte en la vía deputado Francisco Evaristo Canziani y termina en la rotonda que da ingreso al muelle, por la rua camino de Xinxiang hasta el Molhe da Barra donde comienza la pasarela de 800 metros que recorre el muelle; el mejor horario para visitar el lugar es durante el ocaso, pues se puede contemplar el sol esconderse tras las montañas, mientras ilumina el océano y los edificios más altos de la ciudad, también, en horas de la mañana, cuando hay varios grupos de deportistas, practicando diferente tipo de actividades.
Visitar el muelle de Itajaí es un excelente plan para quien desea un paseo relajado y cultural, el cual puede terminar en el faro contemplando el atardecer o sentado en las barreras que protegen la pasarela del muelle, viendo el océano; lo que sí es seguro, es que un viaje al muelle de Itajaí tiene que tener una visita previa a la playa Atalaia y a la playa del farol y comer un tradicional açaí en el garaje del açaí y, después del atardecer, caminar hasta el Beira – río para comer en uno de los rodízios o bufets del lugar y terminar el día bebiendo una cerveza artesanal en uno de los bares con vista al rio rio Itajaí – açu.
