Qué ver y hacer en Innsbruck, la ciudad más bonita de Austria
Qué ver y hacer en Innsbruck, la ciudad más bonita de Austria
¡Hola a todo el mundo un día más! Hoy continuamos con el capítulo de Austria y le toca el turno a la ciudad de Innsbruck, que la visitamos el día siguiente de estar en Salzburgo. Antes de visitar esta ciudad, siempre le decía a mis amigas/os que Salzburgo era mi ciudad favorita de todo Austria, pero la realidad es que después de visitar Innsbruck, mi opinión cambió de un día para otro. Tiene unas calles, edificios y atmósfera preciosos, todo en armonía. Además, la ciudad de Innsbruck está encasillada entre gigantes montañas nevadas, lo que no es fácil de superar. Así que en el post de hoy os contaré algunas curiosidades sobre Innsbruck, qué cosas podéis ver y por qué debéis incluirlo en vuestra lista de “Sitios que ver antes de morir” sí o sí. ¡Empezamos!
Información general
Innsbruck es la ciudad más al oeste que he visitado en este país. Está localizada en el estado del Tirol (para mí, la mejor región de toda Austria) y es la quinta ciudad más grande de Austria, con 120.000 habitantes, de los que dicen que 40.000 son estudiantes. Curioso, ¿no? Jamás hubiese imaginado que esta ciudad tuviese tanto ambiente estudiantil pues recuerda más a un lugar muy tranquilo para descansar y relajarse.
Antiguamente, Innsbruck era una importante vía comercial entre el norte y el sur de Europa a través de los Alpes. Y es que, en Innsbruck, estés donde estés, siempre tendrás delante de ti las grandes montañas. No sé si están nevadas todo el año, pues la nieve es lo que le da el toque mágico, pero cuando nosotras fuimos ya era abril y hacía bastante calor y estaban repletas de nieve. De hecho, en nuestra ruta por carretera pudimos ver cómo muchos viajeros tenían el mono y el material de esquiar, pues al haber tantas montañas, Innsbruck es un gran destino para practicar estos deportes de invierno. Siendo así, aquí se celebraron dos veces los Juegos Olímpicos de Invierno. De hecho, cuando estábamos llegando a Innsbruck, pasábamos con el coche por las afueras y desde el interior del vehículo pudimos ver a lo lejos una pista para “ski jump”, que se puede visitar (aparece en todas las guías turísticas) pero no estábamos realmente interesadas/os, aunque quizás debéis chequearlo, pues dicen que las vistas valen la pena.
Así como dato curioso, la selección española de fútbol se concentró en la Eurocopa de 2008 en Innsbruck y después de más de cuarenta años sin ganar ningún título, España ganó el título de la Eurocopa. La final fue en Viena pero, como os explico, el equipo se concentró aquí, en Innsbruck.
Mi amiga austríaca ya me había dicho un par de veces que Innsbruck es para muchos austríacos la ciudad más bonita de todo su país, pero a su vez, también me alertó de que en invierno es un sitio muy deprimente para algunos ya que el sol se esconde muy pronto ante estas montañas tan altas y por lo tanto, las horas de luz son escasas y se convierte en un lugar un poco sombrío y oscuro.
En varias ocasiones, pudimos ver cómo algunos aviones volaban muy cerca de las montañas, de forma casi temeraria. Y lo cierto es que el aeropuerto de Innsbruck tiene fama de ser muy peligroso. Yo ni siquiera me imaginaba que una ciudad tan pequeña pudiera tener aeropuerto, pero la realidad era otra. Es muy sorprendente ver el avión, minúsculo, teniendo de referencia la escala de las montañas justo detrás. Me imagino que con mal tiempo, volar y aterrizar en tales condiciones tiene que ser una maniobra complicada para el piloto. Eso sí, para los pasajeros una de dos: un placer ver las montañas desde tan cerca, si te gusta volar; y si tienes fobia, una pesadilla.
Alojamiento
Mis amigas, Ángel y yo nos alojamos en un hostal que se llamaba Marmota, animal con el que todas/os nos identificamos, pues nos encanta dormir.
Estaba un poco lejos de centro, unos 50 minutos andando, pero como teníamos coche, y en coche eran 7 minutos, no nos importaba que estuviese alejado. El hostal estaba situado en una de las colinas de la ciudad, así que la vista que teníamos desde allí era la siguiente. No sabéis qué gozada es desayunar con estas vistas. Eso sí es impagable.
Del hostal solo tengo buenas opiniones. Nos dieron una habitación para los cinco, que tenía dos baños y una cocina con todos los utensilios, que no dudamos en usarla para prepararnos la comida del día siguiente. Además, la habitación solo tenía cuatro camas pero fueron tan simpáticos que nos pusieron un colchón adicional en el suelo para poder estar las cinco juntas. En cuanto el desayuno, era buffet y era súper completo. Leche, cereales, fruta, verdura, café, tostadas con queso… Aquí os dejo la foto, del desayuno y de la recepción y zona para comer del hostal. ¡Nos pusimos las botas ya a primera hora de la mañana!
Justamente detrás del hostal, estaba el Palacio de Ambras, del siglo XVI, una de las atracciones más populares de la ciudad aunque siendo honesta, al estar en las afueras no creo que tanta gente lo visite.
El hostal tiene aparcamiento propio, pero tienes que pagar 7€. Es un poco caro, la verdad, sobre todo teniendo en cuenta que enfrente del edificio se encuentra una carretera híper larga con espacio de sobra para aparcar. Ahí fue donde nosotras dejamos el coche.
Después de instalarnos, fuimos a un supermercado BILLA para comprar provisiones para el día siguiente, pusimos rumbo al centro de la ciudad. Nuestro estómago nos pedía alimento y yo estaba deseando conocer la ciudad que muchos consideran “la más bonita de Austria”.
Qué ver en Innsbruck
Entrando ya en materia, Innsbruck perteneció a la dinastía de los Habsburgo, que sin duda dejaron su huella con los edificios e iglesias que ahora son atracciones turísticas imprescindibles y que hacen de ella ahora una preciosa ciudad. La mayoría de los puntos de interés, a excepción del Palacio de Ambras, están situados en Altstadt, lo que se conoce como Ciudad Vieja o Zona Vieja, en español. Esto es un punto muy a favor de Innsbruck ya que todo se puede ver a pie, no se necesita coger un autobús para ir de un sitio a otro como en otras ciudades grandes como pueden ser París, Londres o Viena. Lo cierto es que en el caso de Innsbruck, fui totalmente a ciegas. Normalmente suelo informarme antes de visitar los sitios a los que viajo, pero con Innsbruck dejé que me sorprendiera. Pensamos en coger un “free tour”, pero cuando llegamos ya era algo tarde y nos apetecía explorar la ciudad sin rumbo alguno. A continuación os dejo todos los puntos que visitamos y que son indispensables.
Goldenes Dachl
También conocido como El Tejado Dorado, es uno de los símbolos de Innsbruck. El emperador Maximiliano I encargó su construcción para poder contemplar desde su balcón los festivales y torneos que tenían su celebración en esta plaza. En aquel entonces, el oro era símbolo de poder y de importancia, así que él mandó construir las tejas de bronce pero doradas con fuego. Así, esto da el aspecto de oro y cuando justamente el sol ilumina el tejado, es muy reluciente. Cuando lo vimos por primera vez, estaba rodeado de turistas que fotografiaban o admiraban las diferentes figuras y relieves que lucen en la estructura total. Aquí os dejo las fotos que yo saqué, ya cuando se ponía el sol.
La calle principal, Maria Theresien Strasse
Justo enfrente de El Tejadillo Dorado, se encuentra la calle principal de Innsbruck, que es bastante larga y muy estrecha. Nos llamó la atención los colores tan vivos de los edificios que la componen. Justo ese día, había un mini mercado que vendía en sus puestecitos elementos decorativos típicos de Pascua, una época del año de gran importancia para los austríacos. Justo cuando vi este pequeño mercado, supe que en esa plaza se monta el mercado de Navidad, tan típico en esta parte de Europa central.
Esta calle me recordó inevitablemente a Getreidegasse, en Salzburgo ya que cada tienda o local tiene su letrero de hierro que sobresale hacia fuera y adorna la calle de forma excepcional. Aquí os dejo esta foto, que me encantaría si no fuera porque la “M” de McDonald’s la estropea, en mi opinión. En esta calle había infinitos restaurantes, algunos con mejor pinta que otros. Italianos, austríacos o de comida rápida. Y mucha gente paseando, sacando fotos, disfrutando del buen tiempo de ese día.
En esta avenida peatonal se puede observar el Arco de Triunfo y la columna de Santa Ana, en medio de la plaza. Es uno de los monumentos más importantes y siempre que busco imágenes de Innsbruck en Internet, la columna siempre aparece, rodeada de los diferentes edificios con colores pasteles. Aquí se encuentran las mejores tiendas, boutiques, restaurantes y cafeterías de la ciudad. Es un paseo obligatorio, de principio a fin.
Hofburg
Es el palacio imperial, que comparte nombre con el de Viena, del que ya os he hablado en entradas anteriores. Marca el borde de la Zona Vieja y la Zona Nueva en la ciudad. No visitamos su interior, pues ya era un poco tarde, pero vimos su plaza interior, que nos recordó en cierta medida al castillo de Bratislava. En cuanto a su parte exterior, es de color blanco y con los tejados verdes. Justo allí pude sacar esta foto, donde se ven reflejados destellos de los rayos del sol, que apuntaban hacia algo dorado y se volvían a reflejar en las paredes del Palacio de Hofburg. Me gusta mucho.
Paseo por el río Inn
No por casualidad, el nombre de Innsbruck significa “puente sobre el Inn” ya que Inn es el nombre del río y puente en alemán es “Brücke”. Para mí, un paseo por la orilla del río es indispensable, la mejor parte de la ciudad. Desde una orilla, se pueden contemplar las casitas de diferentes colores, custodiadas por las grandes montañas nevadas que están justo detrás.
La verdad es que creo que llegamos en la hora perfecta, porque la luz para las fotos era ideal. Aquí os las dejo para que opinéis vosotras/os mismas/os. Es una de las imágenes más bellas de la ciudad. Yo me sentía minúscula ante tal inmensidad. Además, desde allí, se pueden ver cómo en lo más alto de las montañas se encuentran pequeñas cabañas, que cuando llega la noche es la única parte iluminada de la montaña. La verdad es que debe ser un buen lugar para desconectar: una cabaña de madera en lo alto de la montaña, rodeada de nieve y tranquilidad, lejos de la ciudad.
Esta zona está llena de restaurantes. Por las aceras y las calles paralelas al río se encuentran muchas cafeterías, donde locales y turistas cenan o toman un café disfrutando de las vistas. Sin duda, es la mejor parte de la ciudad. Volvimos aquí cuando ya era noche cerrada, para volver a contemplar todo el paisaje iluminado por las luces de las farolas y de los locales. ¡Recomendadísimo!
Y hasta aquí el post de hoy, escrito con mucho cariño. Puedo decir que esta es mi ciudad favorita de Austria, con creces. Sus calles, su ambiente y las montañas son sencillamente impresionantes. Recomiendo sí o sí su visita. Espero que os hayan gustado las fotos, leo abajo en los comentarios vuestras opiniones y nos vemos en el siguiente post, con más contenido sobre Austria. Un saludo.
Galería de fotos
Contenido disponible en otros idiomas
¿Quieres tener tu propio blog Erasmus?
Si estás viviendo una experiencia en el extranjero, eres un viajero empedernido o quieres dar a conocer la ciudad donde vives... ¡crea tu propio blog y cuenta tus aventuras!
¡Quiero crear mi blog Erasmus! →
Comentarios (2 comentarios)
Fátima chamadoira hace 5 años
Imponente cadena montañosa. Y el palacio una preciosidad. Enhorabuena y continuamos viaje.
Claudia Costas hace 5 años
¡Muchas gracias!