Gastronomía

Publicado por flag-es Elisa A.C — hace 5 años

Blog: Huelva
Etiquetas: flag-es Blog Erasmus Huelva, Huelva, España

Como ya os conté la gastronomía en Sevilla, hoy voy a contaros la de Huelva, también basada en la dieta mediterránea, pero caracterizada por su sierra y su costa, claro.

Primero vamos a centrarnos en la costa. Todo lo que viene del mar de Huelva está buenísimo, pero tenemos diferentes variedades y formas de cocinarlo.

Lo más famoso, por supuesto, son las gambas blancas, esas maravillosas gambas de Huelva que tanto echo de menos aquí.

Como mejor están es cocidas y con mucha sal, sin ninguna complicación, las cocemos en una olla con mucha sal para que coja el sabor y si queremos después le echamos sal gruesa por encima. Al guardarlas es conveniente cubrirlas con una gasita húmeda para que no se sequen.

Pero también podemos hacerlas con un poquito de aceite en la plancha. Tampoco nada complicado. Les echamos sal, eso siempre, y con un poco de aceite las vamos colocando sobre la plancha con cáscara y enteras. Según el gusto hay quién le echa un poco de limón al final. Yo las prefiero sólo con sal. Ya veréis que buenas. Hay gente que tira la cabeza, pero yo os recomiendo que las chupéis que están buenísimas

Otro modo de prepararlas es al ajillo, que están increíbles. A mi es que me gusta mucho el ajo y el pique así que me encantan. Pero si no os gustan mucho las cosas picantes ésta no es vuestra receta.

Para hacerlas necesitamos un cacharrito de barro, para que conserven el calor porque hay que comerlas caliente, aunque el cacharro tampoco es algo indispensable.

Cortamos tres o cuatro ajos en laminitas y lo añadimos al cacharro de barro con un poco de aceite, juntamos una o dos guindillas pequeñitas y lo ponemos al fuego. Cuando están doraditos añadimos las gambas peladas y la sal. Le damos unas vueltas y las tapamos para que terminen de hacerse solas.

Si no tenéis cacharro de barro como os decía antes, podéis hacerlo perfectamente en la sartén y servirlas en un cuento o en un platito. Eso sí, coméroslas calientes que es cuando están más buenas.

También podéis utilizar las gambas para hacer cóctel de marisco. Tan simple como cocer un puñado de gambas con su sal. En un cuenco picamos un poco de lechuguita y añadimos unos palitos de cangrejo cortados en cachitos. Cuando las gambas están frías las añadimos también al cuenco, le echamos salsa rosa o salsa de cóctel y lo mezclamos todo. Podemos dejarlo un poco en el Frigo para que coja fresquito que está más bueno.

Bueno esas son todas las formas que yo conozco de comer gambas jeje. Si estáis de erasmus en Huelva os recomiendo que probéis al menos una de ellas.

De la familia de la gamba también tenemos muy bueno en Huelva los camarones.

Que yo sepa los camarones sólo se comen cocidos y con sal, o al menos yo no conozco más maneras.

Es muy común comerlos en la playa sentaditos en la arena. La verdad yo siempre que lo he comido ha sido en la playa, cuando veraneaba en Mazagón, pero nunca lo he probado en restaurantes ni cocinado en casa. Así que si veo camarones me trae sólo buenos recuerdos de la playa jeje. Normalmente pasaban varios vendedores con su cesto y sus cartuchitos de camarones, y si no recuerdo mal era un euro el cartuchito, pero os hablo de hace años ehh. Se comen normalmente con las propias manos y a puñaditos porque son muy chiquitines, pero están riquísimos.

Al igual que los camarones, también pasaban vendedores vendiendo cangrejos. No había nada mejor que ver al hombre llegar con la cesta y ver que llevaba cangrejos y camarones jeje, que tiempos aquellos.

Los cangrejos también los vendían en cartuchos y más de lo mismo, ya venían cocidos y con sal, listos para comer. Mis padres me enseñaron cuando era niña a mirar si el cangrejo era macho o hembra, según las rayas del culo. Y siempre era mejor elegir una hembra porque tenía más hueva, claro. Para comer los cangrejos en la playa siempre venía bien una cucharita pequeña. Para comérnoslo abrimos el cangrejo por la mitad, se separa fácilmente. Una parte se queda más hueca, pero con la hueva naranjitas y un poco de caldito. Esta es la parte para la que viene bien una cucharita, ya sea para coger el caldito o para usar el cabo de la cuchara y sacar toda la hueva si no nos caben los deditos. La otra parte tiene como unas hebras grises y debajo carnecita blanca. Todo buenísimo. Después también podemos chupar las patitas, pero si es muy pequeño puede que no tenga mucha carne. No olvidéis las pincitas que son más gorditas y tienen carne dentro.

Igual que tenemos estos pequeños cangrejitos, también hay unos súper cangrejos, llamado buey de mar. La manera de comérnoslo es realmente la misma, sólo que al ser mayor necesitamos más fuerza para separarlo en dos y necesitaremos un cacharro especial que hay para abrir las patas y una buena tijera para poder hacer fuerza y rajarla para sacarle toda la carnecita blanca.

Al ser tan grande es común encontrar en los supermercados las patas sueltas. Es muy común ahora en la época de Navidad comprar patas y bocas de cangrejo y es fácil de encontrar en cualquier sitio en Huelva. También podéis ir directamente a las naves del Puerto, donde muchas veces los precios son más bajos que en los supermercados.

Recuerdo cuando era pequeña e iba con mi madre al Hipercor, en al zona de la pescadería tenían unos acuarios con los bueyes de mar dentro con las pinzas amarradas y ahí se quedaban nadando hasta que alguien llegaba a comprarlos.

Siguiendo con el marisco también es muy común el langostino y la langosta.

La gente suele usarlos en una gran variedad de recetas, como pasta con langostinos, langostinos al ajillo, langostinos con raviolis, revuelto de champiñones y langostinos, bacalao con tomate y langostinos, cóctel de piña y langostinos…no os daré ninguna de esas recetas porque no conozco bien ninguna, la verdad. a mi como me gustan los langostinos es cocidos y con sal, al igual que la langosta.

Para el que se esté preguntando la diferencia entre uno y otro, ya que su nombre es tan parecido, os lo contaré. El langostino es parecido a la gamba normal, sólo que más rojizo, más barato y menos bueno. En algunos restaurantes te venden langostinos diciendo que son gambas blancas y hay veces que es difícil ver la diferencia hasta que lo pruebas, pero las gambas blancas son mucho más buenas.

Y la langosta es esta más grande con pinzas gorditas y también tono rojito.

Y después tenemos también la cigala, muy común también en Huelva, que es una mezcla de todos estos. El cuerpo se parece al de la gamba, pero la cáscara es más dura como la de la langosta, y a diferencia de la gamba, ésta sí tiene pinzas, pero son pequeñitas, no cómo las de la langosta. Es de color rosado, pero las pincitas son más rojas. Tienen más carne que las gambas ya que son un poco más gorditas, pero su sabor es diferente. A mi me encantan también, aunque prefiero las gambas.

Del marisco nos pasamos a los moluscos, entre los cuales destacan las coquinas y las almejas. Os explico la diferencia también.

Las coquinas tienen un color de cáscara en tonos amarillos y grises y su forma es ovalada. Las almejas o chirlas son más redonditas y su dibujo forma como rayas circulares en tonos más oscuros que las coquinas. Aunque ambas de parezca su sabor es muy diferente. A pesar de ello, se cocinan igual, o al menos en mi casa.

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Creo que las almejas hay más formas de cocinarlas que las coquinas, porque en Portugal yo he probado recetas diferentes, pero las coquinas siempre las probé igual.

Es tan simple como echar en una sartén con aceite unos ajos picaditos, le damos unas vueltas y añadimos las coquinas y vino blanco, un poquito de perejil y listo, sólo queda darle unas vueltas hasta que todas estén abiertas para comérnoslas más fácil mente.

No las dejéis secas, que en el caldito se puede mojar cachitos de pan y eso está riquísimo. Cuando más ajitos y más vino echéis más fuertecito queda el caldo.

Pasemos al pescado. Debo decir que yo siempre he sido más de carne que de pescado, pero ahora que estoy aquí y que no puedo comprar pescado por lo caro que es, echo mucho de menos el pescadito de mi madre.

Lo más común para comer en casa son los boquerones y las acedías, que son fáciles de cocinar. Sólo tenemos que echarles sal, pasarlos por harina, los escurrimos y a la freidora o a la sartén con aceite caliente.

También es común el atún, que lo compramos en rodajas grandes y podemos cocinarlo en la olla con pimiento verde y cebollita, que sale muy bueno. También el pargo, la corvina, el lenguado y el pez espada. No se si hay muchas recetas para todos estos. Yo los suelo comer todos en el horno, colocando en la bandeja rodajas de patata, pimiento verde, pimiento rojo, tomate y cebollita, para comerlo todo después como guarnición acompañando al pescado. Para aliñarlo sólo hay que echarle sal y limón.

Si seguimos hablando del mar, también es muy común comer chocos, con un poquito de limón por encima y sal, puntillitas, que se pueden comer igual que los chocos y adobo, que también está muy bueno con limón. Todos estos son muy comunes en las Colombinas, al igual que en la Feria de Sevilla.

Pasándonos ahora a la Sierra, por supuesto lo más famoso es el jamón ibérico y todas las chacinas ibéricas, como la caña de lomo, el salchichón, el chorizo… Además de todas las carnes, como el lomito de cerdo ibérico.

Hay otros alimentos típicos que nos da la propia tierra, como los palmitos, para comerlos en ensaladas, y las fresas, que pueden ser un maravilloso postre.

Tenemos diferentes formas de comérnoslas, por ejemplo con nata, con chocolate, juntando chocolate y nata, en cachitos con zumo de limón y naranja con azúcar, con leche condensada, o simplemente las enjuagamos, las agarramos por el rabito y nos las comemos. Todas ellas son formas maravillosa de comer fresas, ya que están tan buenas que no importa que manera elijas de comerlas.

Los que estéis allí de erasmus tenéis que probarlas eh, que veréis que son mejores que las de cualquier otro sitio y más baratas. El mejor sitio para comprarlas es en la plaza, el mercado que hay junto a la estación de autobuses de Zafra. Allí siempre son más frescas y más baratas que en los supermercados.

Como bebida famosa tenemos el ponche colombino, pero sólo se bebe durante Las Colombinas.

Como plato típico destacan las habas con choco, las habas “enzapatás”, las migas de pan y la sopa de tomate.

Para hacer las habas con choco primero cortamos los chocos limpios en trocitos y los dejamos aparte.

En una olla rehogamos dos cebolla picadita, añadimos media cucharadita de pimentón dulce y lo refreímos, añadimos los chocos, un kilo y medio más o menos, medio kilo de habas, sólo los granos claro, y un vasito de vino blanco. El mejor es el de la marca El Guiso, pero os vale cualquiera.

Mientras vamos machacando en un mortero tres dientes de ajo y un poco de comino y lo echamos a la olla junto con una hojita de laurel. Lo tapamos y lo dejamos rehogar una media hora más o menos a fuego lento. Después le echamos dos vasos de agua y lo dejamos que hierva una hora. Si queremos  que la salsa nos quede más espesa podemos añadir antes de que hierva una cucharadita de harina tostada.

Para hacer las habas enzapatás no necesitamos casi nada, es un plato muy muy simple.

Ponemos a hervir agua en una olla y añadimos un kilo de habas grandes y sin piel, un manojo de poleo y sal. Cuando estén tiernas se tira el agua y se dejan enfriar. Ya están listas para comer.

Para hacer las migas de pan tampoco necesitamos nada complicado, sólo un pedazo grande de pan duro, dos cabezas de ajo, cuatro pimientos verdes pequeñitos, 200 gramos de magra de cerdo, aceite de oliva, agua y sal.

En un cacharro echamos el pan, lo cortamos en trocitos pequeños y lo humedecemos. Lo ideal es que esté entero mojado, pero no empapuchado.

Echamos aceite en una sartén, la ponemos al fuego y añadimos los ajos enteros. Cuando estén fritos los sacamos, los escurrimos y los dejamos aparte. En el mismo aceite freímos los pimientos cortados en trocitos y la carne también troceada. Cuando todo esté dorado lo sacamos, escurrimos y dejamos aparte con los ajos.

Ahora añadimos el pan, le echamos sal y vamos moviéndolo hasta que el migajón se quede suelto y veamos pequeñas bolitas de pan cocido

La dejamos unos 40 minutos en el fuego y listo, le añadimos todo lo que habíamos frito antes y teníamos apartado y está listo para comer.

Y por último tenemos la sopa de tomate. Para elaborarla comenzamos poniendo aceite a calentar en una olla, donde añadiremos una cebolla troceada y la dejaremos a fuego medio hasta que esté blandita, unos cinco o seis minutos más o menos y la tendremos lista.

Añadimos ahora dos kilos de tomates frescos y un vasito de vino dulce con un poco de azúcar. Lo seguimos cociendo todo hasta que se vaya haciendo puré, unos 15 minutos más aproximadamente.

Después lo batimos bien con la batidora hasta que parezca una sopa, y posteriormente lo pasamos por un tamiz para dejarla finita y sin grumos.

Se puede tomar fría o caliente, pero siempre le añadiremos un poquito de sal y pimienta.

Bueno y con esto hemos terminado toda la gastronomía de Huelva, o al menos la que yo conozco después de todos mis años viviendo allí. Y ahora después de escribir esta entrada en el blog no os imagináis el hambre que tengo y las ganas de llegar a casa dentro de veinte días y comer de todo jejeje.

Espero que os sirva a los que estáis allí de erasmus para conocer un poco más de la ciudad en la que estáis y que podáis disfrutar de lo mejor que tiene Huelva, que sin duda es su comida.

Saludos a todos.

 

 

 


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