Llegando tarde en mi experiencia Erasmus

Casi dos años después de inciar mi experiencia Erasmus y haciendo eco del que se convirtió en el lema de nuestro grupo, me dispongo a dirigirme a tí, estudiante de cualquier parte de España o Europa que has reunido "el valor suficiente para marcharte" y estás enfrentando "el miedo a llegar". Todavía no eres consciente, pero estás a punto de coger un avión que cambiará tu vida. 

Probablemente aún estés disfrutando del verano y la maleta sea algo que te da pereza y dejes para última hora. No te preocupes, al final siempre olvidas algo. Lo bueno es que acabas encontrándo algo mejor.

Seguramente llegarás a esta experiencia solo y cargado. El primer paso es fácil... siempre y cuando aterrices en Zaventem claro. La primera vez, es mejor que la aventura de llegar a Charleroi la dejes al márgen. Los vuelos son más baratos, sí, pero créeme, no te va a apetecer coger un autobús y varios trenes el primer día. Una vez hayas pisado suelo belga sigue a la multitud hasta la salida. A la derecha encontrarás unos ascensores que te dirigirán hacia el tren. Si eres fumador, siento decirte que vas a darle un descanso a tus pulmones. El tren sale justo debajo del aeropuerto sin pisar la calle. Ahora viene lo entretenido... ¿qué necesitas para viajar en tren? Tu Gopass = 10 viajes 53 euros. No, no son muchos viajes y sí, los vas a gastar. De hecho, vas a utilizar varios como este. Si por casualidad viajas acompañado, podeis compartirlo y empezar a vivir el espíritu de comuna. Espero que lleves bolígrafo a mano (si es de tinta borrable, mejor que mejor, ya descubrirás tú solito el por qué). Eso sí, procura rellenarlo antes de subir al tren, no queremos multas del revisor el primer día. Cuidado con los avisos por megafonía, en ocasiones cambian tu tren de vía. Siento decirte que esto va todo por intuición, porque lo que es entender... no vas a entender nada. Una vez en el tren, relájate. Si no tienes trasbordo en Lovaina, o en cualquiera de las otras estaciones de Bruselas, te espera un viaje de aproximadamente hora y media hasta la estación de Hasselt.

No te asustes si el tren va despacio, tienen complejo de país pequeño y tardan bastante en llegar a los sitios.

En las pantallas del pasillo, irán anunciando todas las paradas. Para los despistados, si esto no es suficiente, reconocereis la estación de Hasselt por el edificio feo oxidado. No falla. Una vez allí, buscad unas escaleras de colorines. Si salís de la estación y no hay un Panos a mano derecha, os habeis equivocado de salida, media vuelta y a atravesar todo el pasillo subterráneo de nuevo. 

Una vez fuera, el paseo desde la estación de tren hasta el centro de la ciudad no es muy largo. Tendrás tiempo para aprenderlo de memoria, pero con unos cuantos kilos de más, el google maps en la mano izquierda y los inconvenientes meteorológicos que pueden surgir de manera inesperada... se puede convertir en un trayecto poco recomendable. Ante estas situaciones, siempre los taxis amarillos (son los más baratos). 

Pensarás que ya habrás pasado lo más difícil, pero si tu destino es la KS51, prepárate... En primer lugar, espero que estés llegando antes de las 6 pm. De lo contrario, tendrás que dormir apoyado en una cazadora o recurrir a la hospitalidad de gente random muy motivada que te encontrarás por los pasillos, porque el Primark (tu mejor aliado para tu labor de diseño de interiores) y el resto de comercios, cierran a esa hora. Si quieres cenar, corre, al menos el Lidl seguirá abierto hasta las 7:30 pm. (Hay otra opción, el Albert, muy top, bastante caro, bastante más lejos y solo acepta efectivo). 

Te adelanto, la resi, así de primeras, puede resultarte un poco... ñeh... En la misma calle te encontrarás una peluquería algo sospechosa, una tienda de juegos bastante llamativa, un kebap que puede salvar tu cena del primer día, un par de tiendas recurso y un restaurante muy pequeñito de frituras que te acabará pareciendo hasta acogedor. Bueno, y un cementerio. Si ves el cementerio esa es tu calle.

Con suerte ahí estás tú, a la puerta, con tus maletas. Como ya sabrás, las llaves te las dejan en una especie de caja de seguridad. Si entras, verás una especie de recibidor, ahora pintado de morado. Las cajitas están justo detrás de la puerta. Como fue mi caso, igual tienes que hacer un máster para abrirla, pero con un poquito de esfuerzo, acaba cediendo. Lo has conseguido, ahora abre la otra puerta. Estás dentro. De frente tienes el ascensor y las escaleras. Cuidado con el ascensor. No se te ocurra tocar la pared mientras estás subiendo. 

Si tienes el ground floor... bueno, siento decirte que no es la mejor opción, pero por lo menos no tienes que subir escaleras.

Si te ha tocado el back, amigo, puede parecer que la has cagado, y seguramente los primeros días te será más dificil dormir y socializar, pero plus en intimidad, potencia de duchas y espacio en la cocina. Sea como sea, no te voy a mentir, la fiesta se formaba abajo, pero la vida se disfrutaba arriba. Si eres del team first, second o third floor, acabas de entrar en el mundo de la propiedad pública. Preparate para compartir con gente 24/7. Que tu habitación, tus sartenes o tu comida son tuyas, es solo tu opinión. A partir de ahora, tú eres tú y tu circunstancia, y cuanto antes entiendas esto, más disfrutarás. Recuerda esto, tu duermes, pero la resi no. En la KS51, siempre pasa algo, y todo lo ve un señor, calvo, bastante calvo, a través de las cámaras. Al principio las odias, porque te multarán, eso seguro, pero luego pagarías por ver las grabaciones. Piensa que captarán tus primeras y tus últimas veces. Y no, no hay muchos puntos ciegos. Puede que te encuentres a una limpiadora sacada de Expediente Warren mientras vas a hacerte un café o que el de mantenimiento te despierte a voces una mañana de resaca. Acostumbrate a recibir el típico mensaje de dónde está la aspiradora, porque hay dos para toda la residencia. El debate entre siesta o peli con amigos es recurrente. Las paredes son de papel, cuidado ya sabes... con los ronquidos. 

En fin... has de saber, que aquí va todo high speed. El amor y la amistad se intensifican. Al principio, te encontrarás con gente muy distinta a lo que estás acostumbrado. Completos desconocidos. Te doy tres meses para que empieces a considerarles parte de tu familia. Llegados a este punto, no estarás exagerando, pero si alguien te lo dice los primeros días, huye, aun estás a tiempo. 

Date tiempo, pero sobretodo date el lujo de observar. Al principio, todos estais jugando al juego de encajar, pero sin saber muy bien por qué acabas sorprendiéndote a ti mismo asustado por todo lo que estás llegando a sentir. Todo acaba en su lugar. Puede que el que te cae mal el primer día, acabe siendo tu mejor amigo. O no. Que las primeras impresiones sean las que cuenten o que aquellos que parecen íntimos, ni siquiera se soporten.Que alguien se te quede grabado en la retina desde el principio hasta el final, o que tengas opción A, B e incluso C...Que los que manejan acaben quedando fuera de juego. Que ames y  odies en un breve periodo de tiempo. Y espera, porque puede que las personas más importantes de tu Erasmus, ni siquiera hayan llegado todavía. 

Al llegar al fin de estos meses, habrás entendido el por qué son tan importantes las primeras impresiones, los primeros comentarios y las primeras versiones de cada uno. Te aseguro que serás muy feliz recordándolas. 

El resto de lo que podemos considerar "importante" es puro papeleo que serás más que capaz de resolver por tu cuenta. Eso sí, apuntate al Basic y viaja, viaja mucho y sin peros ni porqués. 

¿Recuerdas que te dije que llegarías solo y cargado? Te aseguro que si todo va bien, te irás acompañado, y sentirás el vacío más lleno que habrás vivido nunca....Ah, y que tus maletas las cargará el tonto que te caía mal al principio. Espero que tengas suerte y que como me pasó a mi, en otro tiempo y en otra ciudad, "dejarse llevar" siga sonando demasiado bien. 

Con la tontería, nunca visitamos Copenhague. Si algún día leeis esto, viaje pendiente familia.