Cuando estás en Hamburgo siempre encuentras actividades para hacer, es una ciudad espectacular llena de acción: sea teatro, música, museos, parques, paseos, actividades deportivas, entre otras.
Para este fin de semana el plan ideal fue volar en planeador. Pero qué es eso? preguntan muchos cuando les cuento sobre la idea, pues es básicamente un avión sin motor. Cómo es posible volar sin motor? Bueno, mi respuesta es simple: las aves no tienen motor. Si, yo sé que las aves mueven las alas, pero es solo para despegar y aterrizar (o cuando hacen vuelos extremadamente largos), sin embargo, si miras al cielo, encontrarás aves que simplemente se dejan llevar por las corrientes de aire. Básicamente así vuela un planeador.
El sistema consiste en una polea lanzadora que hala un cable de aproximadamente 500 metros, por medio del cual es enganchado el avión y despega en una distancia muy corta (dependiendo del tamaño y peso). Cuando se alcanza una altura de al rededor de 300 metros, el avión desengancha y comienza el vuelo autónomo. El piloto busca las corrientes por un par de minutos, en caso de no haber térmicas para subir a mayor altura y hacer círculos, simplemente se regresa a la cabecera de la pista y se aterriza.
Es un plan ideal para ir con amigos y pasar una tarde muy divertida aprendiendo sobre principios de vuelo y aviación, así mismo como construcción y aerodinámica. Es un plan perfecto para ir también en familia e involucrar a los más jóvenes en el mundo de la ingeniería.
La pista queda a poco menos de una hora del centro de Hamburgo. Lo ideal es ir en coche, pues en transporte público la estación más cercana te deja a casi seis kilómetros de la pista, así tendrías que ir en bicicleta o caminando. Nosotros rentamos un conche entre 5, así el precio es menor al de tomar tren y taxi.
A volar les digo!
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