Preparando para embarcar

Todo empezó el día en que abrí los ojos. Cuando lo hice, pude ver un mundo nuevo, o al menos eso dicen que pasó. Luego todo se iría llenando de primeras veces; mi primera comida, mi primer paso, mi primera palabra. Más tarde llegaría mi primer día de clase, o la primera vez que monté en bicicleta.

Poco a poco fui comprendiendo que al abrir los ojos no había visto un nuevo mundo, ¡ni mucho menos! Tan solo había descubierto la habitación en que los abrí, el;nuevo mundo; lo iba descubriendo poco a poco mientras vivía.

Y ahora;mi mundo; se me queda pequeño. Si me gusta descubrir aquello que no conozco, ¿cuál será la sensación de estar en un mundo en el que no conozcas casi absolutamente nada, estando prácticamente obligado a conocerlo para vivir?

La respuesta, dentro de 365 días.