Guimarães: Un palacio y un castillo

Paço dos duques de bragança

Fui hace poco a visitar Guimarães en Portugal. La visita era principalmente para ver el Palacio dos duques de Bragança y el castillo. Nos movimos hasta allí en coche y fuimos a ver lo primero el palacio. Usé google maps para localizarlo aunque el castillo, una vez llegas a la ciudad, está bien señalizado.

Cuando llegamos aparcamos al lado del castillo pero fuimos a ver primero el palacio que están al lado uno del otro. A mí me salió gratis porque estaba en el paro pero hay descuento de estudiante.

Cuando entras ves la parte interior del palacio, un patio que mezcla madera y piedra en la estructura y hace una imagen peculiar que recuerda un poco a países nórdicos. En su interior las salas están decoradas con tapices del s XII. Lo más bonito son los techos simulando barcos de madera invertidos en el comedor y la capilla. La capilla, que se encuentra en la segunda planta, también tiene unas vidrieras de colores preciosas que iluminan toda la sala de madera, desde el palco del coro hasta los bancos. 

Las habitaciones son pequeñas y las camas no son muy majestuosas que digamos, pero están decoradas con un estilo muy portugués en el techo y el suelo que las diferencia del resto de las salas.

También me llamó la atención la sala de armas, llena de espadas, martillos y todo tipo de arma blanca. ¡Un lujo para el torturador seguro!

Después de ver el palacio vimos el castillo por fuera porque no está ambientado por dentro por lo que decidimos hacer fotos por fuera y tomarnos algo por el centro.

Centro de Guimarães 

Bajamos al centro en coche y aparcamos por la zona. Es de zona azul pero bastante más barato que en España. Creo que 70 céntimos eran para una hora, así que compensa realmente pagar esos céntimos y estar tranquilo.

Fuimos a ver un par de plazas céntricas: Largo da Oliveira, es una plaza en el casco viejo de Guimarães, llena de cafeterías que aprovechan la plaza para poner mesas fuera y también tiene una iglesia. La galería al fondo de la plaza la comunica con la plaza de Santiago, que es bastante amplia y también tiene cafeterías con mesas fuera.

Como no llovía fuimos paseando por el casco viejo hasta llegar a la otra plaza que vimos, Largo de Guimarães. Una plaza muy concurrida llena de gente, tiene cafeterías a su alrededor y con una varandilla dorada a modo decoración en el centro, ya que no tiene función ninguna. 

Tomamos algo en una de las cafeterías ya que teníamos hambre. Me pedí un bollo que valía 60 céntimos y un café por menos de 1,30 euros. La hostelería en Portugal, en general, suele ser barata.

Pasamos un día entretenido y a un poco más de una hora de distancia de Vigo.