El otro día, día de San Patrick por cierto, mis amigos del pueblo y yo decidimos hacer una quedada para cenar juntos ya que desde Reyes no habíamos vuelto a vernos de nuevo. Estamos todos bastante liados con la Universidad, el trabajó y muchos más quehaceres. Según vamos haciéndonos más mayores va siendo más difícil reunirnos todos juntos a comer, a salir o para quedar. Llevábamos varias semanas ya diciendo que teníamos que quedar para vernos y finalmente el pasado sábado fuimos a cenar y a tomar algo después. En principio íbamos a ir a un sitio nuevo en Guada que se llama el Ambigú, cerca de Correos, por donde está magisterio. Estaba lleno por tanto decidimos ir a este sitio ya que llevábamos bastante sin ir allí, yo no había vuelto desde hacía mucho tiempo, pero no por nada, sino porque no había tenido la ocasión de volver, no había salido la idea hasta entonces. Llegamos allí los que estábamos, todos no pudieron venir, pero bueno estuvimos los cinco que fuimos muy a gusto contándonos nuestras cosas y poniéndonos al día.
En primer lugar he de decir dónde se encuentra la Pasta gansa exactamente. Es un restaurante que está en el parque de la concodia, no dentro, pero al lado. Está a cinco minutos andando desde la Iglesia de San Ginés y se encuentra en una de las callejuelas que suben de la carrera, al lado de Bejanque. La verdad que recomiendo este lugar al 100 por 100, si eres un buen amante de la pasta te va a gustar bastante y si la pasta no te llama del todo te invito a que lo pruebes, seguro que está mucho mejor de lo que imaginabas,
Decidimos ir allí en coche directamente ya que llovía un montón, y lo de ir andando como que no era buena idea. A mí me vino a recoger Clara a mi casa y ya fuimos directas al restaurante donde habíamos quedado en la puerta con los demás, Ángel, María y Patricia. Tuvimos que esperar un poquito en la puerta ya que el sitio estaba totalmente lleno,a rebosar, no había ni un solo sitio, pero valió la pena esperar. Además no fue mucho tiempo, solo tuvimos que esperar un poquito, a lo mejor cinco minutitos no más.
En cuanto el camarero nos dio mesa nos acomodamos y comenzamos a mirar la carta mientras nos contábamos nuestras cosas, qué mejor sitio para ponerse al día con los amigos que un buen restaurante de pasta. Había de todo, pizzas, calzone, ensaladas y pasta. Yo soy gran amante de las pizzas pero como son más comunes y como aquel que dice las puedes comer en cualquier momento, me pedí una calzone, están deliciosas. Para los que no sepáis qué es, es una especie de masa de pizza doblada la cual lleva queso, jamón de York, bacon, especias y tomate, está para chuparse los dedos de verdad. Clara se decantó por los espaguetis con tomate y salmón, también tenían muy buena pinta, por otro lado Patri y María se decantaron por una pizza a compartir de carbonara y peperoni y Ángel se decantó por la cuatro quesos. Todo tenía una pinta estupenda. Los precios oscilaban entre los 7 euros y los 15, no es mucho para salir una noche a cenar.
Después de haber llenado la tripa en este estupendo restaurante venía la duda de dónde ir a continuación. Queríamos salir a tomar algo, pero llovía un montón, menos mal que teníamos los coches que si no nos hubiéramos puesto perdidos de agua...
Finalmente nos decantamos por el Mombasa ya que además los jueves y los viernes los mojitos están a 2 euros con 50, sin embargo los sábados están a 5 euros, es decir estaban a mitad de precio y como los mojitos nos gustan bastante no había más que hablar. Llegamos allí y vimos que se celebraba San Patrick, regalaban un sombrero por cada dos Guinness que te bebieras.
Lo pasamos super bien y estuvimos muy a gusto. Al final se fueron todos menos Clara y yo que nos quedamos un ratito más en este bar bailando y contándonos nuestras cosas. Después nos fuimos a casa que además al día siguiente ella tenía que madrugar y yo me iba a Salamanca a pasar la Semana Santa.
Fue un viernes muy guay :)
