Cómo es vivir en Groningen

Groningen: Una experiencia que recordaré siempre

Era agosto, hace varios años, cuando llegué por primera vez a Groningen. Aun recuerdo cuando me bajé del tren, con un mapa en la mano, buscando mi nuevo hogar. Iba a estar de Erasmus en esa ciudad durante seis meses, y todo parecía un tanto extraño al principio.

La primera impresión fue clave. Me sentía como en una película cuando tuve que cruzar el bosque para llegar a mi nueva casa. A la mañana siguiente, decidí hacer una excursión para conocer mejor el lugar. Alquilé una bici y empecé a explorar la ciudad, que está como metida en la naturaleza. El camino desde la casa de estudiantes hasta el centro y el campus universitario está repleto de bosques, rincones de arte y casas muy bonitas y cuidadas. La gente de Groningen ama su ciudad y la cuida. Además, tienen un estilo de vida calmado, que se puede apreciar por todos lados, desde los conductores hasta los empleados del supermercado. Me encantó su paz y serenidad.

Cuando de verdad me di cuenta de la magia de esta ciudad fue cuando a mis amigos y a mí se nos ocurrió hacer una ruta en bici al lago Hoornsemeer. Os recomiendo que, si alguna vez visitáis Groningen, vayáis al lago al atardecer. A esto lo llamo "la hora perfecta". Os encantarán los colores del cielo reflejados en el lago o la brisa recorriendo las praderas.

Pasarlo bien en Groningen es de lo más sencillo. Por las mañanas, la mejor opción es acercarse hasta el Grote Markt, donde puedes disfrutar de un evento callejero, ir de compras o pasear por los puestecitos. Para los más nocturnos también hay diversos entretenimientos, como los pubs cerca de Grote Markt. Os recomiendo el Palm Beach, ideal para los que no quieren gastar mucho dinero pero pretenden pasar un buen rato bailando y riendo.

Las palabras se me quedan cortas para describir todo lo que vi y sentí durante mi Erasmus en Groningen. Espero que estas fotos que os dejo por aquí ayuden a mostraros la magia de Groningen.

Galería de fotos