España, día cuatro

Como no queríamos perder tiempo en España, decidimos coger el autobús nocturno a Granada. ¡La peor decisión de la historia!

El autobús nocturno de Madrid a Granada debía salir a la 1:30 de la mañana. Ni siquiera se nos ocurrió que el metro, a pesar de funcionar a esas horas de la noche, podía hacerlo a una frecuencia de 30 minutos o más. Después de perder un metro por unos segundos entramos en pánico. Era la 01:07 y teníamos exactamente 23 minutos para subir al metro, pasar cinco paradas, cambiar de línea (lo que también incluye encontrar esta otra línea), pasar por otras 8 paradas, encontrar la estación de autobuses y luego encontrar nuestro autobús. ¿Factible? Si no, ¿dónde vamos a pasar la noche?

Metro, escaleras arriba, escaleras abajo, correr, escaleras arriba, escaleras abajo, metro, un minuto más o menos para respirar mientras viajamos en el metro, un minuto para que cunda el pánico, escaleras arriba, correr, más.... escaleras... arriba... No puedo respirar, mi maleta está dando golpes detrás de mí en las escaleras. Más carreras.... estación de autobuses. Tengo el corazón en la garganta... la terminal 25... ¡el autobús sigue ahí! ¡Y llegamos dos minutos antes! ¡Guau!

El autobús llegó a Granada a las 05:30. Apenas pude conciliar el sueño con la preocupación de que nos quedáramos dormidos y nos saltásemos nuestra parada. Hacía mucho frío. ¡Nunca volveré a coger un transporte nocturno a ningún sitio!

Sin embargo, Granada es excepcionalmente bella y romántica. Hay árboles de mandarinas en las calles estrechas, viejos edificios de ensueño, farolas en cada esquina y casitas blancas hasta donde alcanza la vista.

Fuente

El pueblo blanco, el Sacromonte, está situado en la colina y es el hogar de la comunidad gitana. Aquí, los principales atractivos para los turistas son los espectáculos de flamenco y la gastronomía en cuevas. Aunque no te guste hacer las cosas turísticas habituales, al menos debes visitar esta colina para disfrutar de una vista excepcional desde la cima.

Recomendaría el albergue Old Town. Está bien situado, a unos diez minutos de la Alhambra y es muy limpio. El desayuno se sirve todas las mañanas e incluso si te lo pierdes, puedes usar la cocina para comer cereales o tomar café y té. El personal es increíblemente amable y habla inglés bastante bien, y lo mejor de todo es que es muy asequible.

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