Se trata de una ciudad bastante pequeña, con algunos bares y cadenas internacionales en la calle principal. ¡En Micha Zupa bar encontramos lo que buscábamos!
Llevabamos algo de prisa, por lo que buscabamos un lugar donde comer rápido, barato y comida típica polaca. Al lado de la calle más principal de Gliwice, encontramos el restaurante entre portales en obras.
La sorpresa fue maravillosa: un restaurante con todo tipo de comida, marcada con alérgenos y en diferentes cantidades. Lo mejor fue, que al preguntar el precio, no subía de los 12 szlotys (alrededor de 4 euros).
Comimos un plato del día, típico de polonia, que consiste en garbanzos con una especie de salsa de tomate junto a otras verduras. Estaba terriblemente bueno, nos encantó.
He de añadir que me pareció un detalle que no se utilizasen platos de plástico. ¡Eran de papel! Bueno, más bien, biodegradables.
Un sitio perfecto para comer si quieres probar la comida típica o no tan típica, con opción para gente vegana o vegetariana, así como para intolerantes a diferentes alimentos.