Levada do Curral das Freiras e Castelejo

La isla de Madeira

En esta ocasión nos desplazamos hasta la isla de Madeira, en especial a su capital Funchal. Las islas Madeiras son unas islas pertenecientes a Portugal junto con las Azores igual que en España tenemos las islas Baleares y las islas Canarias. Madeira se encuentra englobada en la Macaronesia, un conjunto de archipiélagos que engloban a Madeira, las islas Canarias, las Azores, Cabo Verde y las islas Salvajes (estas últimas España las perdió cuando ocurrió la Guerra Civil ya que los portugueses aprovecharon la guerra para reclamarla).

En si mismo, la isla de Madeira se encuentra más cercana a África que a Europa, eso no ha impedido que la isla continúe en posesión de Portugal ya que fue la misma Portugal, quien después de descubrir la isla de Porto Santo en 1418 (actualmente se engloba dentro del archipiélago),  redescubren la isla en 1425 (pues ya se conocía desde la antigüedad solo que no estaba poblada) y van poblándola poco a poco.

El archipiélago de Madeira se encuentra formado por la isla de Madeira, la de mayor tamaño y población; la isla de Porto Santo y las denominadas "Ilhas Desertas" ("Islas Desiertas"). El nombre de "Ilhas Desertas" ya indica que esas islas no están pobladas.

Desde los años 90 se encuentra protegido como reserva natural, lo que ha permitido que existan diversas clases de animales viviendo en estas islas, como distintas clases de foca y muchas aves marinas nidifican en estas islas. La razón de que no estén pobladas es el fuerte viento que impide cualquier cultivo, cosa que sucede también en la isla de Madeira en la denominada "Punta de San Lorenzo" del que ya hablaremos en otra ocasión.

A continuación tenemos la isla de Porto Santo. Porto Santo es la isla de la playa, es decir, a diferencia de Madeira, Porto Santo dispone de varias playas naturales de arena, aunque hay algún sendero marcado, el turismo de la isla es el de sol y playa.

Por último tenemos Madeira y la razón de que en este post hablemos de la levada do Curral das Freiras e Castelejo. Madeira no tiene nada que ver con la típica isla paradisiaca lleno de arena y con una temperatura de 25 a lo largo del año. Todo lo contrario.

Madeira que recibió el nombre debido a la madera que había en la isla (por mi propia experiencia queda poco de eso ya no solo por el desarrollo urbanístico sino por los cultivos en toda la isla), es una isla muy diferente lleno de montañas y para nada es llana, todo al contrario, son grandes y escarpadas montañas.

Por otro lado, no dispone de ninguna playa natural, las playas son todas de piedras, existen una serie de playas artificiales pero no creo que sea el turismo de sol y playa la razón para venir a Madeira. Además, hace un poco más de frío que Canarias, por mi propia experiencia y como dicen los madeirenses, se puede decir que en Madeira vas a tener todas las temperaturas durante todo el día. Puede empezar con sol, luego llover, luego más sol y por la noche acabar con un buen frío invernal.

Supongo que quién me esté leyendo dirá, ¿Y para qué quiero ir a una isla tan diferente a las Canarias o a las Baleares? Está claro que si uno busca sol y playa, solo Porto Santo puede cubrir la necesidad y aún así es demasiado pequeña la isla.

Madeira apuesta por otro tipo de turismo como es el ecoturismo y que ya expliqué en el artículo de la "Ruta de los 8 pueblos" de Vall de Gallinera. Que la isla sea de una manera no impide que no se pueda visitar, obviamente si fuera sol y playa la isla tendría muchísimo más turismo pero una vez conocida no quita que el encanto que tenga no se le puede negar y que sin esta forma peculiar, tal vez no me atraería tanto.

Por tanto, Madeira vive del turismo y aparte de la ciudad de Funchal (que ya explicaré distintos lugares en futuros artículos) y de Machico (la antigua capital y un buen punto para realizar levadas), además de Sao Vicente y Câmara de Lobos, la primera por sus grutas y la segunda por su cercanía a Funchal y por tener uno de los mejores acantilados, poco de "turismo urbano" uno encontrará.

Y esto nos lleva a hablar nuevamente del ecoturismo y en especial de lo que es una levada. Antiguamente en Madeira surgió un gran problema, el agua de la isla se concentraba en las partes altas y montañosas de Madeira, por lo que las ciudades costeras como Funchal y Machico (se pronuncian "Funxal" y "Maxico") no disponían de la suficiente agua ya que aunque había ríos, eran insuficientes. Esto afecto también a los cultivos (por aquel entonces de azúcar, ahora vid, plátano o cultivos tropicales como la maracuya) que son quienes necesitaban el agua.

Lo que se hizo para solucionar el problema fueron las denominadas levadas, es decir, una especie de acequía artificial que comunicaba el agua de las altas montañas, con la población y los cultivos de la costa. Toda la isla se llenó de levadas al ser la agricultura el modo de supervivencia de los madeirenses.

¿Pero que tienen que ver las levadas con el ecoturismo? Las levadas aparte de transportar el agua, también abren al turista a diversos caminos, junto al agua hay un margen para caminar y es por eso que debido a la gran cantidad de levadas que hay en la isla de Madeira, Madeira se considere como el paraíso de los senderistas.

Cómo llegar

Como estudiante, Madeira se me antojo en un principio como un destino imposible, apenas me leí información de Madeira. Pero al igual que en las Azores, las compañías EasyJet y Ryanair ofrecen vuelos de bajo coste desde Lisboa y Oporto y en el caso de Ryanair a ciertos aeropuertos ingleses (ya que un gran porcentaje del turismo en Madeira es inglés). Mientras que en las Azores el precio ronda entre los 30-40 la ida, en Madeira el precio ronda entre los 20-30 euros.

Obviamente factores como el tiempo que uno tarda en comprar el billete de avión, el mes (también el día y la hora) o de donde uno vuele (en Lisboa hay muchos más vuelos a Madeira y normalmente 5 euros más barato que Oporto) influyen en el billete de avión. MI consejo es intentar dormir en el aeropuerto y en el propio avión, cogerlo a las 6 o 7 de la mañana y huir de los meses de verano.

Por otro lado, voy a explicar cómo llegar a la "levada do Curral das Freiras e Castelejo" ya que es el sentido de este artículo y no únicamente hablar de la magnífica isla de Madeira. La levada de la que hablamos en este artículo empieza en la freguesía de São Martinho de Funchal.

Está un poco lejos caminando, yo mismo lo hice caminando pero tal vez no sea la mejor opción y seguramente ir en coche o coger un autobús que te deje en la freguesía sean las mejores opciones. Ir con un mapa ya que la levada recibe otro nombre y al principio hay un tramo bajo el suelo, si uno va sin mapa y como al igual que en la Portugal continental, hay una carencia de señalización, uno puede perderse fácilmente.

La levada

Espero que la imagen de arriba os de una idea de lo que es una levada, porque como dice el dicho "una imagen vale más que mil palabras" y por eso, por mucho que os la describiera no os darías cuenta de lo que es una sin una imagen.

La levada do Curral das Freiras e Castelejo es posiblemente una de las más difíciles, si buscais un paseo no es lo vuestro. Esta está hecha para gente que le guste el senderismo aunque su principal dificultad no es el terreno sino lo larga que es, os lo recomiendo que la hagáis pero si creeis que podéis hacerla, eso si, gente que tenga vértigo ni se plantee realizarla.

La levada comunica la freguesia de São Martinho con el pequeño pueblo de Curral das Freiras, aunque ya lo sabía pero le tenía ganas de hacerla pese a que en la parte final una parte se encuentra destrozado por un corrimiento de tierra que impide que podamos llegar a Curral das Freiras. Aún así es muy recomendable. Su principal peligro como habreis visto en la primera foto es que el camino es muy estrecho y en algunas partes sin ningún lugar de soporte. Pero eso no deja de que sea un camino precioso.

El inicio del camino es urbano, la levada pasará entre casas y luego entre cultivos hasta que de repente desaparezca sin dejar ninguna pista. De esta parte me resultó curioso ver a gente mayor caminando por ella al tener su casa en la levada e incluso ver a una persona corriendo en el mismo camino de la levada con tan poco margen de espacio.

En esta parte resultará útil el mapa o el GPS, la razón es que creció el municipio y se comió parte del camino. Antes de volver a la levada, pasaremos por el centro comercial Madeira Shopping, luego por una fuente y bastante cercano a un Pingo Doce (un supermercado bastante popular en Portugal que destaca por descuentos y rebajas a comidas que pronto van a caducar).

Este es el momento de coger el agua y comida necesarios ya que después no vamos a poder encontrar ningún otro lugar.

A partir del centro comercial (que seguramente sea un buen sitio de inicio para quien tenga coche), entraremos otra vez en la levada, continuaremos por más casas hasta que llegamos a "Casa Ferreiro" esta es la última casa un poco alejada del resto. A partir de aquí el camino empeora y se hace más estrecho, obviamente porque el camino anterior estaba hecha también para las casas construidas junto a la levada.

Poco a poco se hará más difícil, aparte de estrecharse, empezarán a desaparecer las baradillas y en algunos momentos notaremos un poco de peligro. Un poco más adelante, veremos ciertas plantas cayéndoles agua. Si se puede, traeros un paraguas o una cazadora que cubra ya que uno se puede mojar fácilmente.

Yo con una chaqueta bastante impermeable iba bien pero dependerá mucho del tiempo que haga ya que no llovía pero esa parte llevaba agua de la lluvia y perfectamente te podías mojar.

Aunque al principio veamos toda la montaña llena de edificios, debido a cierta burbuja inmobiliaria que tuvo Madeira (no solo España la tuvo), más adelante veremos la montaña solo con vegetación.

Un poco antes de entrar en la primera cueva veremos 4 o 5 casas pertenecientes a Fajã do Poio. Al igual que en el post anterior habré de la Llombay alicantina, siendo una atracción a los pueblos abandonados. En Fajã do Poio creo que no se puede visitar pero muy recomendable hacerle alguna fotografía. Se despobló en los años 70 y hasta donde llegan mis conocimientos, es de los pocos pueblos abandonados que se encuentran en pie en Madeira.

Como ya he dicho pasaremos por una cueva, es recomendable llevar una linterna, yo  pequé de confiado, me traje la 3DS que me había servido de linterna cuando había visitado la Quinta da Regaleria en Sintra pero aquí no hizo ninguna luz. Tuve que guiarme con el flash de la cámara. El único peligro es pisar un charco y mojarte el pie, no te puede pasar nada del otro mundo pero de todas maneras llevar una linterna.

Después de la cueva, pasaremos sin duda por las partes más difíciles, camino muy estrecho y con un bonito precipicio al lado por si se te ocurre pisar en un lugar distinto. Pese al peligro, me fascino el valle, empezabas la levada en un lugar alto pero estar en medio de un valle, atravesando una montaña y si mirabas atrás el mar, es una imagen increíble.

Un poco más adelante, veremos otra levada en frente, la levada de Piornais aunque está es más sencilla y pronto la dejaremos de lado. Cada levada te lleva por una de las partes de la montaña, una pena que no se encuentren comunicadas entre sí.

A continuación, veremos casas al otro lado del valle, están ocupadas pero como están al otro lado del valle, no se podrá acceder a ellas. Me resultó curioso que en una de las casas puso la música muy fuerte y debido a la configuración del valle me tuve que alejar bastante para dejar de oirlo.

Y así poco a poco se hará el camino, en algunas partes hay escaleras o algun camino ya que la levada o se adentra en la montaña o es demasiado empinada. Y así llegaremos a la segunda y última cueva en el que acaba una cascada de agua. Lo mismo que en la anterior, no es peligrosa (esta es un poco más corta) pero llevaros una linterna.

Antes de llegar a esta segunda cueva, en algún espacio un poco más ancho puede ser bueno comer algo.

A partir de la cascada, está la levada pero no hay agua, toda el agua desciende de la cascada, ¿la razón?. Fui caminando 15-30 minutos más y aparte de no llevar agua, había más vegetación y estaba poco o nada cuidada esa parte. Llegas hasta una parte en la que la montaña no tiene vegetación es todo tierra y por eso, hubo algún corrimiento de tierra que rompió la levada. No hay ninguna señal que nos lo impida intentar pasar al otro lado pero el precipicio y el conocimiento nos lo impide y volvemos hacia atrás. Al menos actualmente, no se puede llegar hasta la misma Curral das Freiras.

Por las imágenes que he visto de Curral das Freiras, viene a ser lo mismo que el paisaje de esa levada por lo que no me pierdo nada. Alrededor de 10 km es el camino, por el que toca realizar los 10 km restantes. A la vuelta, pasó por las mismas cuevas, por las casa ocupadas, por Fajã do Poio y veo el valle desde otra perspectiva.

Ha sid un camino duro y más yo que empecé desde el centro de Funchal, pero sin duda, retante y gratificante realizarla. Ver el sol ponerse y encontrarte en el camino cuatro personas indican que no es una levada de masas (no tiene ni cartel ni nada) pero para la gente que le gusten los retos le recomiendo que prueben esta levada única pero también peligrosa.