La gran ventaja de los Beer Garden de Freiburg es que, incluso en invierno, puedes encontrar alguno abierto a modo discoteca. Así es el Schmitz Katze.
Es de los pocos lugares de la ciudad que reflejan de alguna manera el ambiente nocturno de Berlín: esas naves industriales o grupos de edificios semiabandonados que, después de un tiempo, son sitios de fiesta estupendos. Al entrar cobrarán casi seguro, pero merece la pena al cien por cien. Se accede directamente al patio en común que tienen las 3 o 4 zonas: hoguerillas, mesas, zona de fumadores, lucecillas, a veces un puesto de perritos calientes o hamburguesas... Después, y dependiendo del tipo de fiesta, habrá dos o más zonas abiertas. Personalmente incluso con dos áreas accesibles es interesante ir: normalmente serán la pista grande (con música desde dark techno hasta rock o incluso rollo latino, dependiendo de la noche) y la casa del árbol (que suele ser ska, reggae o similares).
Las bebidas no son caras y será muy rara la noche que no conozcas a alguien nuevo. Tal vez sea por el ambiente de fiestaza pero también ña salida al jardín de manera más relajada, o porque puedes bailar hasta por la mañana y a la vez sentarte y tener una conversación decente... Resumiento, tiene un encanto especial.