La ruta de los vinos de Alsacia
Si tenéis pensado planear un viaje a Estrasburgo, os recomiendo que aprovechéis para visitar la ruta de los vinos de Alsacia, la cual recorre esta zona del este francés paralela al Río Rin y a la frontera con Alemania desde Estrasburgo, pasando por Colmar y acabando en la pequeña ciudad de Thann. Esta ruta es muy fácil de hacer en coche ya que hay muy poca distancia entre pueblo y pueblo y siempre hay que seguir la misma carretera comarcal. Por lo que he leído en blogs y foros, parece que todos los pueblos de esta misma ruta merecen la pena, no obstante, yo solo os puedo hablar de los cuatro que he visitado: Estrasburgo, Obernai, Riquewhir y Colmar.
Estrasburgo
Estrasburgo me parece una ciudad perfecta en lo que respecta a su tamaño; no es ni muy grande como para desesperarse utilizando el transporte ni muy pequeña como para quedarte sin más cosas que ver. Además, los elementos principales para visitar en la misma se encuentran concentrados en una misma zona: la gran isla central que está rodeada por el Canal du Faux-Rempart, lo que hace el turismo más ameno ya que se puede ir andando a todos los sitios.
Quizás uno de los puntos más alejados de Estrasburgo de interés turístico-social al que sí haría falta desplazarse en transporte es el Partlamento Europeo, que se encuentra fuera de la ciudad. Asimismo, fuera de esta gran isla también se encuentra la iglesia de San Pablo, la cual creo que merece la pena ver ya que a pesar de estar fuera de la zona vieja, está a veinte minutos andando de la misma, además de presentar una fachada preciosa de estilo neogótico y favorecida por su ubicación, pues está justo detrás del puente Pont d’Auvergne y se encuentra justo a la orilla del río. Justo al lado de esta iglesia se encuentra el Jardin de la Place de la République, en el distrito Neustadt. Esta zona de Estrasburgo formaba parte antiguamente del imperio alemán de Reichland y fue fundada por el mismo tras su victoria en la guerra Franco-prusiana. Este hecho histórico puede verse plasmado en el edificio que se encuentra en estos jardines, le Palais du Rhin, el cual presenta las principales características de la arquitectura prusiana.
Si entramos hacia la zona vieja cruzando el Pont du Théatre, nos encontraremos con la Place Broglie, una de las plazas más importantes de Estrasburgo, principalmente porque en ella está la Ópera y el ayuntamiento, porque es de las más grandes en extensión y porque en ella sonó por primera vez la Marseillaise.Justo después de esta plaza, encontraremos otra de las plazas más importantes: la plaza Kléber, situada justo en el centro de la zona histórica de Estrasburgo y la cual constituye el centro comercial de la ciudad.
Al sur de esta Grande Ile se sitúa la Cathédrale Notre Dame de Strasbourg, de estilo gótico y con dos plazas contiguas que la rodean: la Place de la Cathédrale y la Place du Chateau. En esta primera, se encuentra la casa Kammerzell, cuyo exterior y sus 75 ventanas son de lo más reconocible de la ciudad, mientras que en la segunda puede verse la parte frontal del Palais Rohan, cuyo estilo arquitectónico recuerda a los edificios de París. También se puede obtener una buena vista de su fachada posterior desde fuera de la Grande Ile, en la Quai des Bateliers pasando el Pont de Sainte Madeleine.
A la izquierda de este palacio se encuentra otra plaza, la Place du Marché-aux-Cochons-de-lait, esta más pequeña que las anteriores, rodeada de casas al puro estilo alsaciano y algunos bares que le aportan ambiente. Otra de las famosas plazas en la zona es la Place Gutenberg, de mayor tamaño, con un estilo arquitectónico más moderno y donse se albergaba antiguamente el anterior ayuntamiento de Estrasburgo.
La última zona que visitamos en esta ciudad fue la Petite France, la zona vieja por excelencia y la más popular entre los turistas. Esta se sitúa en una especie de isla pequeña dentro de la Grand Ile, en la cual hay dos canales que la separan en tres brazos de tierra.
Pasear por toda ella merece la pena, ya que es la zona que más representa Estrasburgo y por toda la zona encontraréis las típicas casas alsacianas de fachadas de colores y rayas. En el primer brazo de tierra, el Quai de la Petite France, todas las calles son bonitas, empezando por el Pont du Faisan, el Quai des Moulins y Quai de la Petite France.
Esta última os llevará a les Ponts Couverts, el puente que recorre estos tres brazos de tierra. Desde el mismo se puede ver la punta del primer brazo, el Hans von Altheimturm, la primera torre del puente. Desde el mismo, puede observarse también lo más representativo de la segunda lengua de tierra: la casa de Protection des Mineurs. La última parte de La Petite France también es muy bonita y cuenta con una torre en la punta que se puede ver desde les Ponts Couverts. Personalmente, la parte más destacable de la misma y la más bonita de toda la Petite France es la zona en la que se cruzan la Rue des Moulins y le Quai du Woerthel.
Finalmente, la última zona que visitamos fue el Barrage Vauban, el puente paralelo a les Ponts Couverts. Este está formado por trece arcos que antiguamente se utilizaban como sistema defensivo, ya que podían cerrarse, causando así inundaciones para evitar que los enemigos entrasen en la ciudad.
Obernai
El siguiente punto que visitamos de la ruta de Alsacia es Obernai. Obernai es un pequeño pueblo situado a 20 minutos en coche de Estrasburgo, en el que merece la pena pararse una vez estemos dispuestos a hacer esta ruta. Aunque todos los pueblos de la zona presentan características similares; calles riquiñas, fachadas coloridas y a rayas y cafeterías y tiendas cuquis, Obernai tiene un elemento identificativo: el beffroi d’Obernai, la torre del campanario de la capilla de la virgen, la cual se puede observar desde la Place de la Chapelle. Justo en frente de la misma se encuentra la Place du Marché, la más grande del pueblo y donde se sitúa el ayuntamiento. Todo el pueblo es muy bonitoy se recorre en no más de media hora, ya que solo tiene dos calles principales, la Place du Général Gouraud y la Rue du Marché.
Riquewihr
Riquewihr fue el siguiente pueblo que visitamos en esta ruta, a 40 minutos desde Obernai y personalmente creo que fue uno de los pueblos más bonitos que vi hasta ahora.Una de las cosas que más me sorprendió del mismo es que la mayoría de los carteles y establecimientos estaban escritos en alemán debido a su proximidad con la frontera con este país. Riquewihr es en extensión igual de pequeño que Obernai y se puede ver fácilmente en menos de media hora. Su zona vieja empieza en el ayuntamiento, que se sitúa en la plaza de Fernand Zeyer y el cual hay que atravesar por su puerta en forma de arco para adentrarse al centro histórico del pueblo. Lo que vemos al entrar es la Rue du Génñeral de Gaulle, la calle principal donde se encuentran la mayoría de comercios, establecimientos, tiendas de souvenirs y restaurantes. Todas las fachadas de esta calle son bonitas y siguen el estilo alsaciano. Además, justo al final de esta calle está la puerta Dolder, una torre con fines de vigilancia antiguamente. En frente de la misma hay una pequeña placita donde se encuentra la famosa fuente de Sinne. Otra de las calles principales es la Rue des Trois églises, en la que, como su nombre indica, hay tres iglesias distintas: Notre Dame, una pequeña capilla llamada Saint Enard y Santa Margarita. Otras calles más pequeñas pero del mismo estilo por las que también podéis pasear son Rue du Cerf y la Rue Saint-Nicolas.
Colmar
Colmar es la ciudad que se sitúa en el medio de esta ruta del vino y la segunda ciudad más grande de la misma después de Estrasburgo, por lo que contad que lleva más tiempo visitarla que las dos ciudades anteriores que he mencionado. A pesar de que la zona más bonita de Colmar sea la Petite Venise, de estilo alsaciano y calles coloridas, hay lugares en el centro de la ciudad que también merece la pena visitar.
Por ejemplo, la Iglesia de colegiata San Martín, de estilo gótico y con cubierta de tejas al estilo alsaciano, esta concretamente consta de tejas verdes y rojas, que recuerdan un poco a la iglesia Matías en Budapest o a la de Stephansdom en Viena. En la fachada sur de la misma, se encuentra la Place de la Cathédrale, donde están la Salle du Corps de Garde, un edificio con una fachada peculiar de estilo renacentista y the Adolph house, la casa más antigua de Colmar. Otra famosa casa de Colmar es la Maison Schongauer, denominada monumento histórico en 1929 con una arquitectura curiosa que recuerda a la torre y muralla de un castillo.
El último punto que vimos antes de dirigirnos a la Petite Venice fue la Fontaine Schwendi, en la Plaza de la Antigua Aduana, una plaza muy bonita que merece la pena visitar. Para llegar a la Petite Venice, seguimos la calle Grand Rue, una de las principales y pasamos por la última plaza antes de cruzar a esta zona: la Place des 6 Montagnes Noires, también rodeada de casas alsacianas y en cuyo centro se encuentra la Fontaine Roesselmann. La Petite Venise es todo el paseo que va paralelo al río La Lauch del lado contrario a los lugares que acabo de mencionar. Hay cuatro puentes por los que se puede acceder a la misma y por los que recomiendo pasar, que son: el puente de la Rue des Tanneurs, el de la Rue des Écoles, el de la Rue Turenne y el de Boulevard Saint-Pierre.
Quizás el más representativo sea el de la Rue des Écoles, ya que desde el mismo se puede observar The Fishmonger district, donde solían vivir los pescadores más profesionales de la ciudad, que vendían el pescado en la lonja que está en esta misma zona, de ahí el nombre de esta calle: Quai de la Poissonnerie. Lo mejor para descubrir esta famosa zona de colmar es recorrer esta calle desde el primer puente hasta el último, pasando también por las callejuelas que aparezcan de por medio, como el Pasaje de la Pequeña Venecia.
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