El primer fin de semana de muchos

Mientras escucho temas como "Angel" de Judas Priest que me hacen recordar a la gente que he dejado a 4000 Km, me decido a resumir lo que ha sido el primero de muchos fines de semana en esta ciudad que me sorprende cada segundo.

A pesar de que ayer fue nuestro segundo día en Estambul, nos decidimos a conocer el lado asiático y encantador de la ciudad. Existen bares y zonas de ocio de todos los estilos, empiezo a pensar que es la ciudad de la imaginación. La variedad de cada barrio, la diferencia de una calle a otra... es increíble.

Claro que hemos aprovechado para salir de fiesta, y la vida nocturna de Estambul no tiene nada que envidiarle a la diaria. Multitud de gente de todo tipo disfruta de las noches aquí, aunque por el dolor de cabeza que hoy tengo creo que me he pasado disfrutándolo (empiezo a pensar que no debería haber aceptado los chupitos gratis del camarero).

Hacía mucho que no llegaba a casa con el sol calentando y acariciando mi cara, pero esa sensación es única, y aquí mejor aún si cabe.

La gente turca nunca dejará de sorprenderme, ayer me acompañaron a la puerta de la residencia porque me vieron "un poco" perdida... a pesar de vivir a dos horas de aquí! Cada día admiro más la bondad y hospitalidad de la gente de aquí.

Hoy hemos quedado con Ümit, la hospitalidad personificada, y nos ha llevado a Taksim y sus barrios encantadores. Los bares a los que hemos ido cerca de la Torre Galata me han dejado sin palabras. Desde una terraza admirando el mar, mezquitas, todo el encanto nocturno reunido en una vista de 360º: inolvidable.

Acabo esto de la mejor forma posible: admirad la belleza de esta ciudad, porque es infinita.

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