El Havre

El Havre es una de las ciudades que pude conocer durante mi estancia Erasmus en Francia, y fue gracias a la buena conexión que tenía con Flixbus desde París, pues se llega en poco más de dos horas desde la capital.

El motivo de elegir El Havre, no fue la ciudad en sí, sino su situación como base para conocer un poco la región de Normandía, de hecho, muy cerca se encuentra Étretat, que era mi principal objetivo al viajar allí, y también Honfleur, otro de los pueblos más interesantes y bonitos de Normandía.

En El Havre se puede encontrar alojamiento barato, pero también hay que tener cuidado con la calidad del sitio que elegimos. En cuanto a restaurantes, sí que encontramos algunos en los que se podía comer bien por un precio bastante asequible, teniendo en cuenta que Francia es un país caro.

Por supuesto, ya que estaba en El Havre, también me organicé para realizar una visita turística por la ciudad. No es que destaque esta ciudad por sus recursos turísticos o su belleza, pero aun así hay cosas bastante interesantes para visitar, además muchos lugares de interés son gratuitos.

Tengo que decir que en esa ciudad he visto uno de los atardeceres más bonitos. El paisaje formado por el puente, los edificios más altos de El Havre de fondo y las pequeñas barcas repletas de gaviotas, era espectacular. Hay que decir que estos pequeños animalitos dominan la ciudad.

También tiene algunos parques curiosos y bonitos, y también merece la pena visitar sus iglesias, pues ya sabemos que los templos religiosos en Francia suelen tener una belleza espectacular. Hay una iglesia que destaca en especial, la iglesia de San José (Saint-Joseph en francés). Esta iglesia es completamente diferente a todas las iglesias que habíamos visto antes. Es uno de los edificios que más caracterizan la ciudad, ya que tiene una torre de más de cien metros de altura. El edificio fue construido ya en el siglo XX, y su estructura, mobiliario y decoración interior son muy modernos y espectaculares. La visita es una experiencia única y no tienes la sensación de estar en una iglesia.

Otro de los lugares más conocidos de El Havre es “Les jardins suspendus”, que en español sería algo así como los jardines suspendidos o los jardines colgantes. Es un jardín botánico que se encuentra en una parte alta de la ciudad y es conocido por las vistas que ofrece de El Havre. Lo que más me gustó de este parque fue el laberinto.

Por otra parte, El Havre tiene una playa que está bastante bien, y en ella se encuentra una de las mejores pistas de skate.

Por último, tengo que destacar una de las visitas más interesantes de El Havre, “La Maison de l’armateur”. Se trata de un museo situado en una casa con una estructura muy curiosa. En las estancias se pueden descubrir elementos con mucho contenido artístico e histórico. Nos prestaron una guía en español para poder entender mejor la visita.