El refugio de fauna de Basondo

¡Muy buenas a todos! Hoy os traigo una nueva joyita del País Vasco: Basondo. Es un refugio de fauna ibérica amenazada que se ubica en Kortezubi, a una hora de Bilbao. Se encuentra justo al lado del restaurante Lezika (conocido por su estratégico lugar, ya que está muy cerca del famoso bosque pintado de Oma, y por su estanque de nenúfares rodeado de dólmenes) y a poca distancia de las Cuevas de Santimamiñe, otro punto de interés de la zona (toda la información sobre estas atracciones turísticas y sus cercanías, la encontraréis aquí).

Es un refugio (aunque yo siempre lo he llamado "zoo") que desde pequeño lo he visitado y me ha encantado. Es el único "parque animal" que existe en la zona, pues el segundo más cercano puede situarse en Cantabria. Pero no es un zoo, sino un refugio para animales provenientes de centros de recuperación que no pueden vivir en cautividad nunca más.

No es un espacio muy grande, pero está llena de sorpresas, y aunque lo tenga más que visto, siempre adoro visitarlo de nuevo.

La entrada principal

"Basondo" significa "al lado del bosque", y su entrada principal es muy característica por su monumento cuyo autor se llama Agustín Ibarrola. La obra de arte se titula "Totem Babeslea" ("El Tótem Protector"), y simboliza el bosque pintado de Oma. Es una magnífica obra que merece la pena visitar, además de pasar por debajo. No os lo perdáis.

Detrás del tótem se encuentra la entrada, el cual consiste en una baja casa con varias jaulas con loros o conejos. La entrada cuesta muy poco, y las visitas guiadas son gratis. Aquí suelen venir muchos grupos escolares, pero el parque está abierto para cualquier edad.

En esta casita también hay una tienda de regalos (en el caso de comprar algo, el cliente colabora con el proyecto del refugio, que consiste en proteger a la fauna silvestre y poder alimentar y mantener sanos a los animales que forman parte de Basondo. Por si fuera poco, en el mismo techo se ubica el ecomuseo, donde se conservan restos de animales, como huesos, plumas, huevos, nidos, etc. Todo ello explicado en carteles en castellano y euskera.

El parque

En el refugio de pueden identificar más de treinta especies de animales, y todas son nacionales, excepto alguno. Nada más salir del museo, divisaréis una pequeña zona en el cual se encuentran varias especies animales de granja, como las gallinas, los cerdos vietnamitas, los caballos y las cabras. Muchas veces, las gallinas saltan las vallas de su recinto y las podéis encontrar en cualquier rincón del parque, pero normalmente no se suelen alejar mucho. También hay veces en el que el guía abre las vallas para dejar salir a los cerdos y dejar a los niños tocarlos. Sin agobiarlos, claro.

Pocos pasos más adelante están los corzos. Su recinto está repleto de árboles, por lo que puede ser un poco difícil verlos. El recinto se encuentra un poco escondido, también, pero existen unas escaleras que conducen hasta el mirador desde donde se ven los corzos. Justo al lado están los jabalís, los cuales se pueden observar desde un mirador a donde también hay que llegar mediante unas escaleras, pero no son para nada altas. No penséis que estos miradores están en una gran altura; estas escaleras se podían reemplazar perfectamente por una simple rampa.

Un poco más lejos están los muflones, y esta vez el mirador sí está un poco alto, pero esto sucede debido a que el recinto de los muflones se encuentra en una pequeña ladera, entorno en el que los muflones suelen vivir. Más adelante están los linces y los lobos, y es impresionante verlos de tan cerca. Es uno de mis puntos favoritos de Basondo. 

Aquí, el camino se separa en dos, y la dirección que suelo tomar cada vez que voy siempre es a la derecha, así que continuemos por ahí. En esta dirección se pueden observar pequeños mamíferos como el gato montés, el tejón la nutria o el zorro. El recinto que más me gusta de esta zona es el de la nutria, ya que consiste en un pequeño estanque. Al final de esta zona se ubican los emúes y los buitres, además del mirador para divisar los bisontes, animales del cual hablaremos a continuación.

Estos animales tienen el recinto más amplio de todo el parque, casi la mitad del terreno. El caminito para ver el recinto de los bisontes es precioso, pues transcurre debajo del monte San Miguel y está acompañado de mucha vegetación y varias sorpresas, como pueden ser la estatua del fundador de Basondo con un chimpancé en sus brazos o la pequeña cueva de Atxondo.

Al lado del recinto de los bisontes está el de los ciervos, el cual también se puede ver desde este camino. Al final del trayecto, antes de voltear a la izquierda, se coloca el estanque de los aves. Es un sitio espectacular puesto que docenas de diferentes especies de aves nadan en harmonía en un encantador estanque mientras los visitantes se sientan en el mirador contemplándolas.

Al otro lado del estanque se encuentran los gamos (una especie animal de la familia de los ciervos, al que pertenece el pequeño "Bambi"), y más adelantes, el reptilario. Este reptilario está lleno de animales, con cobras, lagartos, ranas y demás. En las visitas guiadas, el guía suele coger uno de los reptiles para que los visitantes puedan tocar su piel. Más de una vez he tenido pitones en el cuello, y puedo decir que es alucinante la experiencia. Pero esto no es todo, puesto que el reptilario está rodeado de muchísimos recintos de animales como el puercoespín, el erizo, el búho, la chinchilla, la gallina y la tortuga.

Esta chinchilla (hay una sola) vive en una jaula que está abrazada por docenas de conejos y cobayas sueltas, pequeños mamíferos que se pueden coger con las manos sin ningún tipo de problema. Es una auténtica monada el poder tenerlos en el brazo y acariciarlos. 

Muy cerca del reptilario se encuentran las aves rapaces; los más pequeños viven enjaulados (lo cual me produce pena), y los más grandes están sueltos pero a su misma vez amarrados.

El bar

Por último, antes de volver al recinto de los lobos, hay una pequeña explanada abarrotada de animales y un modesto bar en medio. El bar está construido en una plataforma de madera con una pequeña terraza que da al recinto de las cabras, llamas, camellos, burros, pavos y gansos. Es un lugar muy especial, y sobre todo para los más pequeños, pues éstos se acercan donde las cabras (el recinto es accesible) y juegan con ellas o alimentan a las llamas. Todo esto mientras los adultos toman algo en la terraza. También existe la opción de montarse encima el camello y sacarse algunas fotos.

Es un lugar lleno de alegría y de harmonía con los animales. Todo el refugio está lleno de alegría y mucha paz.

¡Y esto ha sido todo lo que quería contar! Espero que os haya gustado y que os haya interesado este pequeño parque. Ha sido parte de mi infancia y siempre me ha gustado visitarlo, incluso ahora. Es un pequeño lugar que ocupa una gran parte en mi interior. Se puede decir que tiene mucho valor sentimental para mí.

¡Un beso a todos y todas y nos vemos en la próxima!

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