Dos meses en Dundee

Comenzar diciendo que este no ha sido el Erasmus típico, elegí Dundee porque siempre había querido conocer Escocia y cuando la oportunidad se presentó no lo dudé. Han sido dos meses breves pero intensos y sin lugar a dudas la decisión fue acertada.

Cuando llegué no conocía a nadie pero eso cambió rápido. Decir que me voy con la maleta mucho más llena es quedarme corta, las palabras no pueden describir las experiencias vividas en dos meses, pero intentaré compartir mi experiencia lo mejor posible.

Dundee es una ciudad cómoda para los estudiantes, el ambiente universitario se percibe nada más pisar el campus principal. Con una de las uniones estudiantiles más grandes de Escocia (DUSA), puede presumir de organizar múltiples eventos para todos los gustos e intereses. Los estudiantes son muy amables al igual que el personal administrativo e intentan facilitarte las cosas y que te sientas cómoda.

Es la cuarta ciudad de Escocia en número de habitantes, pero cuando pasas un día en ella no tienes esa sensación, sino todo lo contrario. Es cómoda porque puedes ir a todas partes andando y como alternativa hay un buen servicio de autobuses.

La vida nocturna es variada, hay varios pubs que merece la pena visitar y muchos días hay fiestas organizadas por DUSA. El ambiente en la calle no es el mismo que en España, por el clima supongo.

Si tuviera que elegir lo que menos he disfrutado, probablemente los horarios en las comidas y la gastronomía. Pero al final terminas acostumbrándote.

Aun así, volvería a pulsar el play para comenzar de nuevo sin pensarlo un segundo. La mejor manera de saber si puede gustarte es probarlo y personalmente no puedo pensar en un mejor lugar para vivir la experiencia.