El sol, la luz del bienestar

Bien, hoy tengo que dedicarle una entrada al sol... Qué lujo es para algunos levantarse por la mañana, ver un día soleado, con una temperatura agradable, los pajaritos cantando.... avanza el día y la cosa sigue igual, los pájaros no se cansan, el sol aguanta un rato más, el cielo sigue siendo azul, hace calor.... Yo siempre he sido la persona que más he odiado el sol, no creo que exista nadie como yo. Llega la primavera y si hace sol ya me cuesta salir de casa, porque el sol me;pica;. Cuando llega el verano estoy acordándome todo el día del;dios; todo poderoso que creó esa luz cegadora, que cada día calienta más y más y nunca ves el momento en que la maldita estrella deja de brillar (con lo bien que estaríamos todos a oscuras... ). Para que os hagáis una idea de lo que siento cuando me da el sol, en verano, si voy a la playa me llevo una tienda de campaña, hasta las 9 de la noche no salgo si hace mucho calor (saldría más tarde pero me quedaría sin amigos) ya que siento una sensación de deshidratación que no puedo explicar. Si por algún casual muy remoto tuviera que salir bajo la mirada atenta de;Lorenzo; intento por todos los medios no estar en su campo de visión, y voy buscando cobijo debajo de cada balcon o saliente de un edificio... Queda demostrado que odio con todas mis ganas el sol y el calor...

Aquí en Dublin no pasa eso, uno se levanta por la mañana, se asoma a la ventana, mira el cielo, hace un par de especulaciones acerca de lo que puede pasar a lo largo del día, se viste en función de lo que haya sacado en claro de lo que ha podido ver por la ventana y se va a la calle. Aqui en Dublín no entran los rayos de sol por la ventana, ni el cantar de los pájaros. Aquí en Dublin lo único que entra por tu maldita ventana es el ruido incesante de una alarma de algún local, porque algún incompetente manco es incapaz de pararla. Puede estar 45 minutos sonando la mierda de la alarma que a la gente le da igual. Así que te vas a la calle predispuesto a pasar un día agradable después de 45 minutos de alarma de despertador, y no has acabado de doblar la esquina cuando te cae un chaparrón que te deja tonto. Después del chapuzon gratuito que te has dado, decides darte la vuelta, total, estas al lado de casa, no va a ser mucho más, y ya estas mojado, mejor volver a casa que esperar a que pare y quedarte frio. El caso es que cuando crees que todo va mal... puede ir siempre peor. Qué ocurre?, que la nube que tenía que pasar ha pasado pero le acompañaba detrás otra mas negra, que se ha colado sin poder verla, y si lo otro era un chaparron esto es un aguacero, total que cuando por fin consigues llegar a casa, la dichosa nube que se ha cebado contigo, ha pasado y casualmente no venia ninguna detrás, así que sale un sol radiante (y tu a la puerta de casa con una cara de gilipollas que no puedes con ella). No voy a seguir porque os aseguro que después de cambiarte la historia se puede repetir, lo sé. El caso es que a los autóctonos estas cosas no les pasa, casualmente todos encuentran algún sitio donde meterse sin mojarse...

Con todo el dolor de mi alma tengo que decir que echo de menos el sol... Hoy mismo he salido al patio a tomar el sol en mi sillita reclinable alias tumbona durante una hora... y qué bien me ha sentado...


Comentarios (1 comentarios)

  • flag- Nuria hace 13 años

    La de cosas que se descubren en una Erasmus. Cosas que te encantaban aquí no y cosas que no te gustaban para nada ahora te gustan, eh!

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