Llegada a Dijon

Antes de irme supe que había en mi universidad otro chico que también iba a Dijon, pero no nos conocíamos. Un día me paró el por el pasillo y me dijo que era el chico que también iba de Erasmus al mismo sitio, así que decidimos hablar a menudo para preparar el viaje juntos, lo que les encantó a mis padres ya que les daba un poco de miedo que me fuera sola y sin saber donde tenía que ir con seguridad ni conocer a nadie en el destino. Yo me encargé de comprar los billetes y recuerdo que nos fuimos un 23 de septiembre. Quedamos ese día por la mañana en el aeropuerto de Barajas, y la despedida de mis padres fue bastante triste, porque nunca me había ido por un tiempo tan largo (ya que no volvería a verlos hasta navidad). Una vez que llegamos a París había que pensar en llegar a Dijon. Como nos había aconsejado el coordinador nos dirigimos en metro a la Gare de Lyon, donde nos hicimos la carte 12-25 y compramos el billete a nuestra nueva ciudad que estaba a unas dos horas. Cuando llegamos allí ya era de noche, y no podíamos ir a esa hora a la residencia, así que tocaba buscar un hotel. Según íbamos saliendo de la estación nos para una chica y dice nuestros nombres y nos pregunta si somos los Erasmus, un poco asombrados decimos que si, y ella nos dice que es una compañera nuestra de la facultad y que la ha mandado nuestro coordinador francés a esperarnos para ayudarnos a buscar un hotel. La verdad que fue un gran detalle y se lo agradecimos un montón. Allí mismo cerca de la estación había varios hoteles, pero estaban llenos, así que la chica llamó a un taxi y nos llevo a otro más cerca del centro donde había plaza y que no era muy caro. Cuando dejamos allí las maletas ella nos invitó a dar una vuelta y a tomar algo. Todavía no podíamos hablar mucho porque no sabíamos apenas francés, pero estuvo bien la primera toma de contacto con la ciudad. Al siguiente día quedamos con ella en la parada de autobús mas cercana al hotel para que nos acompañara al campus, donde estaba nuestra residencia.