Gente buena!

Uno de los viajes que realizamos los que nos conocimos en Dijon fue a Estocolmo. Una ciudad preciosa, con muchas islas y todos los canales estaban helados, y el mar helado tambien, eso me sorprendió muchisimo porque nunca habia visto algo asi. Recuerdo a los patos andando por encima del hielo, pobrecillos... ¡Y que frio, madre mia! Si no había forma de entrar en calor. Llevábamos un termo con café calentito pero ni por esas. El problema fue al regreso, que por una ola de frio en toda Europa, estaba cerrado el aeropuerto de Paris y no salian los vuelos. Estuvimos varias horas en el aeropuerto de Estocolmo esperando, y al final nos dijeron que si queriamos ir a Francia tenía que ser a otra ciudad mas al sur.

Pues nada nos montamos en un avion a Grenoble. Llegamos a Grenoble a las doce o asi de la noche y hasta las cinco de la madrugada no salia el tren para Dijon. Nos quedamos en la calle porque la estación estaba cerrada y no valia la pena coger un hotel para unas cuantas horas. Estabamos a punto de quedarnos congelados, seguro que había varios grados bajo cero, cuando pasó una pareja por alli, y la chica se volvió y nos preguntó que qué haciamos en la calle con el frío que hacía, le dijimos lo que nos pasaba y nos dijo que si queríamos podiamos ir a su casa hasta la hora del tren. Aquella chica nos salvó la vida... porque ibamos a morir congelados. Nos dejó en su cocina tomadn té y ella se fue a acostar, y nos dijo que podiamos tomar lo que quisiéramos. A las cinco nos marchamos a la estación, pero apuntamos antes la direcciona pra mandarle unos bombones y una tarjeta de agradecimiento.

¡SIEMPRE HAY GENTE BUENA EN TODAS PARTES!