Polonia. Día 1: alojamiento y primera cena.

¡Hola de nuevo!

Hoy os escribo desde Polonia, destino donde pasaré las vacaciones de Semana Santa junto con mis padres y mi hermana. Sé que es uno de los destinos más codiciados entre los estudiantes Erasmus, y aunque hay mucha información en la web, yo os hablaré de mi experiencia personal y mi viaje en particular.

Obviamente, la mejor forma calidad-precio de viajar a Polonia desde Bilbao es coger un avión de Lufthansa. Nosotros hemos cogido un vuelo desde Bilbao a Cracovia, ¡por tan sólo 65 euros por persona!

En vez de limitar a contaros toda mi experiencia en un post (como he hecho con anteriores, tales como el de Milan o el de Bélgica), voy a ir escribiendo mis aventuras día a día. Podéis comentarme sin problema si lo preferís todo de la otra forma.

Nuestro vuelo salía a las siete de la tarde de ayer, por lo que, al llegar sobre las nueve, nos limitamos a cenar y descansar en la que será nuestra casa durante ocho días. Por lo tanto, os hablaré del alojamiento y del restaurante en el que cenamos, que ya os adelanto que mereció muchísimo la pena.

Alojamiento: Mosquito Old Town Apartments

El alojamiento es un apartamento ideal para cuatro personas. Cuenta con una cama de matrimonio y dos camas individuales de noventa. Se parece mucho al The Cube de Milan, como podéis ver en las fotos, ya que la cama de matrimonio se encuentra en un pequeño piso al que se accede por unas escaleras. ¡Ideal!

Además, cuenta con un baño, bastante amplio, y una cocina con terraza al exterior, perfectamente equipada. Todo está muy limpio, es muy moderno y la comodidad se hace hueco en todos los utensilios y recursos de la casa.

En cuanto a la ubicación, es lo mejor que tiene este alojamiento. La Plaza Mayor (o Market Square) se encuentra tan solo a cuatrocientos metros, es decir, ¡a un minuto andando! Por su parte, se encuentra a tan solo diez minutos andando del Castillo de Wawel. Además, la estación de trenes y autobuses está a escasos 15 metros. De verdad, nunca me he alojado en un apartamento más céntrico.

El chico que nos atendió es muy simpático y habla inglés perfectamente (algo que no debe de ser muy habitual por aquí). Asimismo, en cuanto a precios, la noche (en temporada de semana santa) son sesenta euros (que entre cuatro, son quince euros la noche, por persona, ¡nada mal!).

Por si fuera poco, al estar tan céntrico, justo debajo del apartamento, hay un sinfín de restaurantes para comer y, sobre todo, para cenar después de un largo día: pizzerías, japoneses, varios polacos como el Black Duck (en el cual cenamos nosotros, como os cuento más abajo), etc.

Por poner alguna pega, que sepáis que el apartamento no tiene ascensor, por lo que tendréis que utilizar las escaleras, y después de un largo día de turismo, ¡no suele ser lo más apetecible! Además de esto, yo creo que el check-out es demasiado temprano. Obviamente, yo no tengo intenciones de salir de fiesta con mis padres, pero si hubiese venido con mis amigas, que el check-out sea a las diez de la mañana me parece un gran punto negativo, ¡más teniendo en cuenta la fiesta que hay en Cracovia! Y, por último, y aunque para nosotros no vaya a ser un problema, estos apartamentos no tienen aire acondicionado, lo cual puede ser muy molesto en época estival.

Vamos, resumiendo, es un apartamento que merece muchísimo la pena y que se ha ganado con creces las cinco estrellas que tiene en Tripadvisor. Os adjunto aquí el link a la página de TripAdvisor para que le echéis un vistazo: https://www.tripadvisor.es/Hotel_Review-g274772-d4086785-Reviews-or5-Mosquito_Old_Town_Apartments-Krakow_Lesser_Poland_Province_Southern_Poland.html#REVIEWS.

También os adjunto un par de fotos (el padre que se ve al fondo no está incluído en el precio).

Foto 1. Luces modernas del apartamento.

Foto 2. Vista de el salón con las dos camas individuales y la cama superior de matrimonio.

Primera cena, ¡todo un acierto!

Como ya os he comentado, justo debajo del maravilloso apartamento, hay mil opciones para cenar. Eso sí, encontrándonos en Cracovia, no pensábamos cenar en una pizzería italiana. Así pues, nos decidimos por el primer polaco que vimos: Black Duck o Czarna Kaczka.  Para los que no os alojéis en los Mosquito Apartments, la dirección del restaurante es Poselska 22, 31-002. Os he adjuntado el link a TripAdvisor en el nombre. Y bueno, os adelanto que fue todo un acierto.

El local tiene una amplia oferta de platos: carnes de todo tipo, pierogis (que es algo así como un ravioli, es decir, una pasta rellena de diferentes tipos de verdura, y que es tradicional de la comida polaca), goulash (bendito goulash, ¡aparece en todos mis viajes!), filetes empanados y la popular sopa zurek, que es una sopa ácida elaborada a base de carne y harina de centeno. Al igual que la sopa de ajo del Slovak Pub (os lo cuento en el post de Bratislava), suele servirse en una hogaza de pan o con patatas. Si os soy sincera, me quedé con las ganas de probar el plato estrella del local, que, como podéis intuir por el nombre del establecimiento, es el "pato negro". Todo el mundo dice que es plato muy especial y que está buenísimo.

Foto 3. Plato de pierogis.

Foto 4. Filete empanado.

Foto 5. Carne rebozada.

Asimismo, tema postre, tienen tartas de queso y de manzana caseras. ¡Ambas estaban para chuparse los dedos! Para mí, lo más recomendable de este restaurante, es el goulash, ¡es el mejor que he comido hasta la fecha y mira que he comido unos cuantos!

Foto 6. Tarta de queso tradicional polaca.

En cuanto a precio, nos salió aproximadamente quince euros por persona, que puede parecer caro, pero cada uno pedimos dos platos y un postre, ¡que no es poco!

El lugar es pequeño y acogedor. Para mi gusto, está muy bien decorado y los asientos son realmente cómodos. El servicio es eficiente y los camareros son muy agradables. Para nuestra fortuna (sobre todo la de mis padres, que ingles poco), ¡uno de ellos hablaba en castellano!

Además del goulash y la tarta de queso, que son mis recomendaciones para vosotros, os recomiendo reservar si vais en época de turismo. Para reservar, podéis hacerlo desde Facebook. Ya me contaréis qué tal, ¡espero que lo disfrutéis tanto como yo!

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