Casa Azul

"¡Viva la vida!"

Cada ser vivimos la vida como creemos que es correcto, respiramos los momentos a densidades distintas, hacemos latir los minutos y llevamos el orden de las cosas según lo establecido... normalmente por otros seres.

Frida Kalho era obra, arte, pasión y color, su vida fué intensa, sufrió un accidente increíblemente fuerte, la dañó por fuera, más nunca por dentro, sus emociones se desbordaron en creación y la llevaron a ser quien fué. No creo que estuviese interesada en seguir normas de recato y poca expresión de emociones, ya que la intensidad de la vida la abrazaba.

Todos sabemos algo, mucho o poco de esta artista, su obra, principalmente pictórica traspasó fronteras y seguramente llegó a nosotros de distintas e interesantes formas, en una canción, imágen, frase o sentimiento.

Ni siquiera puedo recordar el momento de la vida en que llegí a mí, imagino que es proque siempre estuvo presente durante el crecimiento, ya sea en libros de texto, anuncios o conversaciones, ya que soy mexicana y Frida Kalho es un emblema nacional, representante y exponente de lo mexicano.

Aunque no tenga documentado el momento exacto, su vida y obra se hizo presente en mí a partir de la secundaria, cuando empezaba a descubrir mis gustos y pasiones internas, y sobre todo identificarme con el resto de la gente como ser independiente pero con ejemplos interesantes a seguir. Frida, mujer y artista era uno de ellos.

"Pies para que los quiero, si tengo alas pa volar"

Fué hasta la universidad en un viaje de estudios realizado a la Ciudad de México que pude conocer la residencia de la artista, su casa azul.

La Casa Azul se encuentra en Coyoacán, una de las zonas más bonitas de la capital, llena de vida, historia y color. Coyoacán en su casa de la calle Londres, recibió a Frida en este loco mundo, y fué ahí mismo donde pasó sus últimos momentos.

En esa casa, en sus patios amplios, en su cocina, habitaciones y de más, se vivieron momentos de intenso amor con Diego Rivera, su amante hasta la muerte, su compañero de vida. Vivió el amor en tonos de intenso azul.

Cuatro años después de la muerte de Frida, su casa, su mundo tan íntimo en conjunto con sus objetos personales, dieron vida al museo Casa Azul, que ahora describo y el cual es posible visitar, recorrer y vivir.