¿Experiencia Erasmusu? Sí, Erasmus Mundus

Estoy encantada de escribir una vez más una primera entrada. He escrito muchos blogs, aunque ahora mismo solo tengo uno abierto al público (pincha aquí para ver mi blog). Encontré esta página web porque Erasmusu me encontró a mí primero en Twitter.

Acabo de volver esta tarde de Kuala Lumpur, la capital de Malasia. Por fin he conseguido mi visado de estudiante en la Embajada de España de Malasia; y en tres semanas le digo adiós a Kota Kinabalu, Sabah, la ciudad en la que he vivido durante los últimos nueve años. No me cabe duda de que echaré de menos todo esto, pero como aparece en mi descripción, cuando le dije a Dios: "Estoy preparado, llévame hasta donde quieras", ya no había marcha atrás.

Siempre me ha gustado lo que estudié durante mi carrera universitaria: biotecnología. Tengo una amiga, una estudiante erasmus, que me contó su experiencia como estudiante JEMES. Durante años me planteé solicitarlo y, al final el año pasado, hice click en "descargar" en la página web del Máster Erasmus Mundus en Ciencias Forenses. En un principio me quedé en la lista de reserva, así que, aunque decepcionada, me olvidé de ello una vez más; y le dije a Dios que cualquier otro sitio me venía bien, incluso si eso implicaba volver a Corea para ampliar mis conocimientos a través de la investigación. Un mes después me informaron de que había una plaza libre y que querían ofrecérmela a mí. Y el resto ya es historia...

Me topé con innumerables problemas que me hicieron plantearme si había tomado la decisión correcta, pero una voz dentro de mí me decía que este era el momento de comprobar si estaba preparada para afrontar aquellos desafíos que se salieran de mi zona de confort. Si me rendía, me quedaría sin nada. Así que no había motivo para rendirme, porque fracasar y rendirse tienen el mismo resultado: quedarse sin nada. Así que seguí adelante, a pesar de los trámites burocráticos con los que me he topado hasta ahora en el país.

Jeremías 29:11: "Porque yo sé los planes que tengo para vosotros, " -declara el Señor- "planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza".

Así que aquí estoy, lista para volar el mes que viene. Las clases comenzarán a principios de septiembre en Córdoba. Confío en Dios para lo que pueda ocurrir, quien me salva de la esclavitud y me proporcionará el maná para sobrevivir ahí fuera. Es decir, Él, quien hizo posible el milagro de que yo fuera a Europa, también hará posible mi bienestar en los planes que tenga para mí.

Ahora sí que estoy emocionada con el programa en el que participaré durante los próximos dos años: absorber conocimientos de Biología Forense, tres ciudades para vivir y muchas otras que explorar. La primera parada es Córdoba, luego Lisboa y, finalmente, Lincoln. Respecto al último semestre, dependerá del proyecto, por lo que dejo abierta esa posibilidad.