Pisando Alemania Por Primera Vez

Mi aventura por Alemania se remonta a mis meses en Kuopio, Finlandia, donde conocí a una de mis mejores amigas en la actualidad, originaria de Alemania y que hoy en día se encuentra viviendo en Colonia, la cuarta ciudad más grande de este país tras Berlín, Hamburgo y Múnich. Esta ciudad nacida de mano del Imperio Romano a orillas del rio Rin, y conocida por su preciosa catedral ha sido mi primera visita a Alemania, de las que espero vendrán muchas más.

Todo comenzó un miércoles cogiendo la línea ocho en la estación de Nuevos Ministerios de Madrid, un tren que lleva a la terminal 1, 2 y 3 (que se encuentran juntas) y a la terminal 4. Debo añadir que existe otra forma de llegar a la Terminal 4 y es cogiendo el tren de cercanías desde la estación de Príncipe Pio.

El trayecto en metro es relativamente corto, de unos veinte minutos, y una vez llegas allí te tienes que dirigir hacia tu terminal. Todo se encuentra perfectamente señalizado y no da lugar a ningún error.

La única compañía que vuela a Colonia desde Madrid es Ryanair, así que es imprescindible tener en cuenta su estricta política en cuanto a las maletas de mano y recordar: siempre llevar impreso la tarjeta de embarque a no ser que te quieras arriesgar a pagar cincuenta euros en el aeropuerto.

Tras dos horas y media de vuelo, llegue a Colonia donde me reencontré con mi amiga y nos dispusimos a coger el tren que lleva al centro de la ciudad, cuyo precio era de tres euros. Aquí me di de bruces con mi primera sorpresa: no había tornos para pasar al tren o al metro (como descubrí más adelante). Resulta que, según me explicaron, deben de ser los usuarios que vayan a usar el tren responsables de pagar su propio ticket y en el caso de no hacerlo y que le pillen los controladores que vigilan, se podría enfrentar a una multa de sesenta euros aproximadamente.

A lo largo de cinco largos días me dispuse a descubrir la ciudad de Colonia, o “Köln” como se dice en alemán, de mano de una nativa alemana, y a continuación os contare los mejores sitios a los que podéis ir para pasar un viaje inolvidable.

 

La Catedral

Situada en el centro de la ciudad, al lado de la estación de tren principal de Colonia y de numerosos museos de historia y arqueología tenemos el principal punto turístico: la catedral. Es un monumento de estilo gótico, muy importante para la historia de la ciudad ya que su construcción duro más de seiscientos años, desde 1248 durante la Edad Media hasta 1884. Aun así hoy en día se puede ver como la restauran continuamente (como se podrá ver en las fotos adjuntas) para mantenerla en un estado impoluto.

Lo que más me sorprendió fue la altura, imponente, y observable a una distancia más que considerable ya que se tratan de casi 160 metros de altura con sus torres que disponen de doce campanas cada una.

Pisando Alemania Por Primera Vez

Su interior, que se puede visitar gratuitamente, iluminado bajo la luz del sol es impresionante y permite disfrutar de las cristaleras tan coloridas a sus lados. Al fondo de la catedral, donde se encuentra tradicionalmente el coro tenemos el relicario de los Tres Reyes Magos, de oro y que da a la catedral un atractivo especial. Si se quieren disfrutar de las vistas de la ciudad se puede subir y disfrutar de las impresionantes vistas que ofrece la ciudad de Colonia.

Teniendo en cuenta la tradición tan larga que hay en España sobre los Tres Reyes Magos y como estos traen regalos a los niños la noche del cinco al seis de enero pregunte si en Alemania era también una festividad importante al tener en Colonia dicho relicario. La respuesta fue negativa, no hacen nada especial, salvo en algunas ciudades donde consideran este dicho día festivo y no se trabaja.

Como todos sabemos la segunda guerra mundial (1939 – 1945) fue especialmente dura para Alemania y en los años que la siguieron. Sin embargo, curiosamente, aunque toda Colonia fue diana de las bombas, ambos bandos respetaron la catedral y de ahí que en el punto turístico de la ciudad (al lado de la catedral) puedas ver fotos de Colonia destruida y con el Puente Hohenzollern hundiéndose en el rio Rin pero con la catedral imponente e intacta rodeada de edificios derruidos.

Caminando hacia el Puente Hohenzollern del cual hablare a continuación, puedes pasar al lado de la Filarmónica de Colonia, donde se puede atender a numerosos conciertos y cuyas entradas se pueden adquirir por su página web. Una dato interesante de dicho lugar es que tiene un error arquitectónico. Se trata de que no se puede andar por encima de ella mientras tenga lugar un concierto ya que se puede oír en el interior. Esto provoca que te puedas encontrar vigilantes controlando que nadie pise encima.

 

El Puente Hohenzollern

Cruzando el rio Rin se encuentra este imponente puente que cruza de orilla a orilla, el cual se puede cruzar andando o en tren. Destaca de este segundo más importante punto turístico de la ciudad de Colonia son la cantidad de candados de enamorados que lo decoran dejando poco espacio disponible para los nuevos amantes.

Investigando un poco, pude ver candados que remontaban al año 1994 y otros más modernos. Dichos candados se venden en las tiendas de recuerdos de la ciudad.

En sí, lo más impresionante de este puente son las vistas que ofrece de toda la ciudad a ambos lados, aun más impresionante si se trata de un día soleado en Alemania (como fue mi caso). Un dato curioso sobre este puente es que debido al peso adicional de todos los miles de candados que hay anclados a él, los trenes tienen que pasar a una velocidad menor por el peso extra.

Cabe destacar que al cruzar el puente en la orilla contraria a la catedral tenemos numerosos bares y cafeterías donde pasar un rato agradable disfrutando de las maravillosas vistas del casco antiguo de la ciudad y del rio mientras bebes una cerveza típica de la zona.  

 

“China Light Festival”

Situado en el parque zoológico de la ciudad de Colonia inaugurado en el año 1860 se encuentra el festival de luces de inspiración china. Al zoológico se puede llegar sin ningún problema andando y según pude observar se trataba de un recinto que en el siglo en el que fue construido se encontraba a las afueras de la ciudad, sin embargo, con el paso del tiempo y el crecimiento de Colonia se había quedado situado en el centro de la ciudad.  

Este festival se celebra desde hace casi cinco años durante los meses de diciembre y enero, y se ha convertido en una muy creativa manera de conseguir que la gente visite el zoológico durante el invierno. Según me informaron están convirtiéndolo en una tradición anual, cambiando la exposición cada año cambiando la iluminación y motivos decoracionales.

Esta dentro de cada uno el decidir ir al zoológico y al festival de luces o simplemente al festival de luces. Los precios con los que te encuentras son dieciocho euros por ver las luces del festival y si se quiere ir también al zoológico (y al acuario que lo acompaña) son treinta euros en total.

Había muchísimos animales que ver: elefantes de Tailandia, jirafas, rinocerontes, hipopótamos, multitud de primates, etc. Lo que más disfrute fue el hecho de que te informaran de los horarios a los que alimentaban a los animales permitiéndote ver el espectáculo de mamíferos, aves, reptiles y peces siendo alimentados por el personal del zoo.

Cuando se hizo de noche, nos dejaron quedarnos en el restaurante del recinto para picar algo mientras esperábamos a que se hiciera completamente de noche y poder disfrutar de las luces del festival en su máximo esplendor. En este lugar y en honor a que se trataba a un festival de luces chino la comida que se ofrecía era asiática, aunque también tenían salchichas alemanas.

Cuando ya era noche cerrada nos dispusimos a caminar el recorrido del zoológico una vez más disfrutando de las esculturas luminosas que habían montado. Me pareció una verdadera belleza, se veía impresionante en la oscuridad (ya que no había ninguna otra luz encendida)… se podían ver plantas y animales, la catedral de Colonia completamente hecha de luces y todos los animales del calendario chino. Una experiencia para recordar.

Pisando Alemania Por Primera Vez

En su conjunto me pareció una forma muy atractiva de atraer a la gente al zoo durante el invierno, y una campaña de Marketing muy buena, que hace que los ingresos del recinto aumenten y den trabajo a la gente. Una actividad no solo para los niños, que también para todas las edades, y si tienes la oportunidad de ir durante los meses de inviernos a Colonia, te recomendaría encarecidamente que visitaras este festival de luces.

Otros lugares dignos de mencionar

Escondido en un rincón de Colonia tienes las esculturas de Tünnes y Schal, unas figuras legendarias del teatro de las marionetas. Según dice la tradición, si le tocas la mano a Schal ganaras mucho dinero y te harás rico. Como te puedes imaginar mientras te encuentras leyendo esto en un futuro cercano: Si, en efecto, le toque la mano a Schal y todavía no soy rica, pero sigo teniendo la esperanza.

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Situado un poco alejado de la Catedral, a orillas del rio Rin, tenemos al famoso Museo del Chocolate, para los turistas más golosos. En él, tendrás un recorrido a través de toda la historia del cacao y al final podrás probar chocolate de allí.

Según me comentaron mis amigos nativos de la zona, es un museo al que suelen llevar a todos los niños de excursión cuando se encuentran en el colegio. Personalmente, el chocolate no tiene edad, así que lo considero una visita adecuada para todas las edades.

Si pensamos en donde beber una cerveza alemana, típica de la zona, recomiendo que os acerquéis al Papa´s Joe Biersalon, que se encuentra en el casco antiguo de la ciudad de Colonia.

Se trata de un sitio muy típico, y decorado de manera tradicional con mesas y sillas de madera donde puedes poner una canción de la lista disponible por el precio de un euro. Aquí, puedes tener la posibilidad de comer comida tradicional alemana. La cerveza de 200ml que es la más típica de tomar costaba 2,20 euros, más o menos lo que costaría una caña en Madrid.

Típico de la zona es comer “Reibekuchen”, son unas tortitas fritas hechas con patata y cebolla. Se trata de un plato que normalmente solo se sirve una vez a la semana (como sucede aquí en Madrid con el menú del día). Concretamente yo los comí en Früh “Em Golde Kappes”, muy recomendables. Se suelen acompañar de muchas cosas, pero la más tradicional es acompañarla con compota de manzana. Es una comida perfecta para acompañarla con una cerveza a un precio más que asequible. También en la carta encuentras otros platos típicos.

Pisando Alemania Por Primera Vez

Una anécdota sobre este lugar es que los camareros son un poco “bordes” y según me comentaron es conocido que los camareros de Colonia tienden a ser más bruscos y maleducados, pero nada que no esté dentro del respeto, ya que hay que recordar que estamos en Alemania.

Ahora bien, tratemos una serie de cosas a tener en cuenta.

Lo primero de lo que debo advertir a las personas que vayan a Colonia es que lleven bastante dinero en efectivo ya que al contrario de lo que se suele pensar, casi todo se paga con dinero en metálico. Obviamente encuentras cajeros en todos lados, pero más vale prevenir que curar.

Es importante saber que es obligatorio dejar propina siempre que se vaya a un restaurante o a un bar, suele ser del 10% y no importa si es en efectivo o en tarjeta. Así por ejemplo, en el Papa’s Joe Biersalon que comente anteriormente la cerveza que nos tomamos mi amiga y yo fueron dos con veinte cada una, y acabamos pagando cinco euros.

Sobre el metro, es de sabios recordar que aunque no haya tornos para acceder al tren, si te pillan es una multa de sesenta euros. El metro y el tren tienen el mismo precio y son dos euros hasta cuatro estaciones recorridas, y si son más son tres euros. El tren es el que te lleva al aeropuerto y te puede llevar a Bonn también (una ciudad a unos treinta minutos en el tren) y el metro funciona básicamente por el centro de la ciudad, actuando también en ocasiones como tranvía.

Debo de advertir sobre la gente con bicicleta: ¡cuidado! Colonia es una ciudad plana, a diferencia de Madrid, y a consecuencia de ello, puedes ver bicicletas por todos lados. Tienen su propio carril bici y se debe de respetar rigurosamente.

Algo diferente que pude probar en Colonia, que se encuentra en toda Alemania es el Mezzo o Spetzi. Se trata de una mezcla de Coca – cola y limonada, muy dulce pero que todo el mundo toma con mucha frecuencia. Yo misma me traje un par de botellas para que las pudieran probar mis amigos y familiares.

El carnaval en Colonia es único en toda Alemania y se conoce también como “fastelovend”. Se celebra durante el mes de febrero aunque durante enero ya se puede ver a gente disfrazada por la calle y de ambiente festivo. Así, hay muchas tiendas especializadas en los disfraces de Carnaval alrededor del centro histórico de la ciudad, muy divertidas y llenas de artículos muy curiosos.

 

Pisando Alemania Por Primera Vez

En conclusión, mi viaje a Colonia fue una delicia que tuve la oportunidad de experimentar junto a una de mis amigas más cercanas, mostrándome todo lo escondido de la ciudad y todo lo que tiene por ofrecer. Sin lugar a duda, recomiendo encarecidamente que se visite este lugar durante un fin de semana largo o una semana de vacaciones, los vuelos no son tan caros al salir desde Madrid con una aerolínea de bajo coste y el alojamiento ya depende de cada uno. Como se suele decir: “Invertir en viajar, es invertir en uno mismo”.


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