20 días en China. Parte IV.

La útlima gran ciudad que visitamos en nuestro viaje fue Chengdu, y al contrario que nuestra anterior experiencia en Xian, solo no spodemos llevar recuerdos increibles.

Para comenzar, el hostal. Posiblemente, de todos los que estuvimos, el mejor eqiupado, hablando de sus instalaciones. En la entrada, junto  la recepción, había un bar-restaurante con muy buenos precios para comer, cenar y desayunar, ai como un salón bastante acogedor para pasar el rato. Por l anoche organizaban concierto sen directo y karaokes, y por el día talleres. A nosotros, una tarde cualquiera qu enos tomábamos un café ne el hostal, nos invitaron  participar en un taller de realización manual de dumplings. Fue una gran experiencia, y nos trataron muy bien, a pesar de lo difícil que era y lo torpes que éramos. Las habitaciones eran muy amplias y cómodas, y el baño tenia ducha propia. Adémas el hostal contába con lavadoras y secadoras en caso de que las necesitaras.

En cuanto a que visitar, indispensable la reserva de pandas. Al contrario de lo que piensan muchos, no es un zoológico. Es un lugar amplísimo perfectamente adaptado para cuidar y proteger a esta especia en peligro de extinción, que se valen del dinero de los visitantes para proporcionarles los cuidados necesarios. A pesar que algunas zonas si me parecen sobreexplotadas, como es e caso del pasillo de los recién nacidos, es un lugar que merece la pena visitar.

Nosotros fuimos muy temprano, llegando a la puerta incluso antes de que habriera, pues habíamos leído en internet que era la mejor hora par averlos y, ya a esa hora, la cola era enorme. Entramos al parque de lso primeros con esperanza de ver los pandas pero solo hubo un problema, llovía como nunca he visto llover. LLovió durante horas y sin parar, y mientras nos pegábamos horas caminando esperando ver a alguno, solo nos encontrábamos algún que otro de espaldas durmiendo a lo lejos... Hasta que paró de llover. En ese momento, fue como si todos los pandas salieran a ala vez, en cada zona de la resrva veíamos dos o tres saliendo a comer, a las cría sjugando entre ellas y fue algo precioso. 

Entre mis recomendaciones personales en la reserva:1º No os perdais los pandas rojos, aunque menos conocidos vale mucho la pena verlos y leer sobre ellos en la propia reserva, 2º vayan a la ona de restaurante sy prueben los noodles con azucar para deayunar. A mi al principio me pareció una idea pésima, pero puede ser el plato que mejor recuerde de china, repetí varias veces.

Otro lugar impresionante que no se deberían perder en Chengdu es el Gran Buda de Leshang. Una impresionante estatua tallada en la montaña que nos dejó pasmados. Vale mucho la pena subir ya que el camino cuenta con varios templos y otras zonas a visitar, pues el buda, aunque se ve perfectamente desde arriba, la cola para bajar cuando nosotros llegamos era de más de 2 horas, y no nos pudimos permitir el lujo. Sin embargo, es algo que seguro qu eno olvidarán asi que si tienen la oportunidad vayan a verlo.

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