MES 1....done!

Publicado por flag-es Laura Avilés — hace 14 años

Blog: Blog de Laura Avilés
Etiquetas: flag-gb Blog Erasmus Carlisle, Carlisle, Reino Unido

Hoy es 13 de Octubre, por tanto hoy mismo hace un mes que llegamos aquí. Me acuerdoperfectamente de cuando llegamos a la estación de Carlisle. Eran casi las 11 de la noche y no se veía nada, y las cales estaban desiertas, sin un alma. Lo primero que pensé fue: "mañana me vuelvo". Y lo reafirmé cuando vi la Guest House casi fuera del pueblo...

Esa noche pensé que irme de Erasmus era la peor decisión de mi vida, pero ahora, un mes después, me parece que no podía haber elegido mejor. Claro que hay momentos buenos, no tan buenos y malos, pero ¿dónde nos los hay? Nadie dijo que esto fuera a ser fácil (y no lo ha sido ni lo es), pero hay momentos geniales que no los cambiaría por nada. Estoy aprendiendo cosas nuevas, y estoy aprendiendo a vivir fuera de casa; y me está costando, por supuesto, pero poco a poco parece que el cojo el tranquillo. Al menos elegí un país que conozco y que me encanta, y que me está sorprendiendo en muchos sentidos (y no siempre de forma positiva); de alguna forma escogí lo más familiar, dentro de lo desconocido. Pero no dejo de pensar... ¿cómo habría sido intentar esto mismo en un país que no conociese?

Esta entrada es muy personal y larga, pero creo que hacer balance de este último mes no está de más. Pues eso, ahí va.

COSAS QUE HE APRENDIDO

  • Planear las comidas. Hay que pensar qué comer y cuándo, teniendo en cuenta lo que hay y cuándo caduca.
  • Cocinar para comer. O cocino, o no como. Aunque sea meter en el horno y listo, tengo que contar con los tiempos de preparación. Esto no es ir a la nevera y coger lo que ha hecho mamá. Últimamente suelo cocinar un día y dejar la comida en tuppers para no tener que preocuparme, sobre todo cuando sé que hay días de rodaje o complicados a la vuelta de la esquina.
  • Tener en mente las fechas de caducidad. ¿Qué es eso de que una vez abierto hay que consumir un bote de tomate en 3 días? Las fechas de caducidad y ello empezamos muy serias, pero poco a poco nos estamos dando un poco de espacio y tiempo. Sé lo que compro porque miro las fechas, y las tengo más o menos en la cabeza, y así también tengo ordenado el frigorífico. Es un poco estresante a veces, pero poco a poco me voy acostumbrando.
  • Valorar la importancia de una despensa ordenada. En la cocina cada una tiene una parte de los armarios, un estante de la nevera, y un cajón del congelador. Bien por falta de espacio o por saber lo que tengo, he aprendido que o pongo orden en mi trozo de armario, o esto es un desastre. Atrás lo que más dura, y delante lo que más uso o corre prisa.
  • Mantener el cuarto y el baño limpios. Aquí no hay chica de la limpieza, así que o pasas la aspiradora a tu habitación y te limpias tú el baño, o vives en un nido de basura. Es cuestión de higiene.
  • Cocinar mirando y aprendiendo de otros. Sí, suena como una tontería, pero la observación es mi mejor método de aprendizaje ahora mismo. Viendo cocinar a Julie estoy aprendiendo a hacer muchas cosas, y también me enseñan muchos trucos. Hay mucho intercambio de información en el piso, y eso me gusta muchísimo. Me explican cosas, me dan a probar comidas británicas como el porridge. Yo les enseño sabores distintos con los mismos ingredientes básicos, y les hago ver que la mantequilla no es siempre necesaria y que no se usa tanto en otros países. Reconozco que disfruto mucho las charlas en la cocina sobre de todo un poco. En clase es igual; las cámaras las he aprendido a utilizar viendo a Kate manejarlas con una facilidad pasmosa.
  • Mirar lo que gasto y ver lo caro que es vivir. Y

    a era hora, ¿verdad? Pues he tenido que esperar a vivir sola para mirar lo que cuestan las cosas, comprar los más baratos pero buenos,... no es fácil, pide tiempo, pero es cuestión de acostumbrarse y hacerse a la zona y los supermercados.

  • Vivir sola sin nada hecho. Tener que pensar la comida, abastecer el frigo....cosas que vienen dadas en casa, aquí las aprendes para no comer en el KFC cada día.
  • Dimensionar los problemas. Cuando en Madrid mi mayor preocupación era quedar el finde y ver cómo se disolvía el plan, aquí los problemas van con mayúsculas, pero gracias al cielo siempre hay gente que me ve despistada con eso de que soy de fuera y me ayuda muchísimo.
  • He aprendido sobre sartenes. Y sobre utensilios variados y productos de limpieza.
  • Aprender en la universidad por mi cuenta sin que me lo den machacado. Villanueva como centro privado lo da todo ya hecho. Copia, estudia, haz el examen, aprueba (más prácticas añadidas). Aquí te dan dos folios sobre lo que quieren para dentro de dos semanas, y cuando vas a preguntar algo te mandan a Google o a la biblioteca. Es un método de enseñanza diferente al que todavía me estoy haciendo, porque el choque ha sido un poco grande...
  • Andar, andar y andar sin quejarme porque es lo que toca para ir a cualquier lado en este pueblo. Nunca he tenido problemas para andar, pero de manera voluntaria, no porque andar fuera a única opción. Vale, hay autobuses públicos pero son muy caros y no merecen la pena.
  • He aprendido a conocer las marcas a base de ensayo-error. Es lo que tiene estar en otro país, no conoces nada y te dejas guiar por el colorido de las etiquetas y el contenido porque no tienes más referencias. Mis compañeras de piso me hablan de las marcas más conocidas, más valoradas y las que ellas utilizan, y generalmente tienen buen ojo. Me está pareciendo muy curioso el efecto que está teniendo la publicidad en mí desde que llegué. Hay muchas cosas que conozco y que quiero probar gracias a los anuncios de las revistas. No conoces nada y ves que ese producto tiene buena pinta... y aunque estudie publicidad y vea todo lo que utilizan en las gráficas, sigo cayendo y gran parte de lo que compro está cerca de PLV o lo he visto anunciado por ahí. La publicidad aquí es diferente, y me encanta ver (y entender) los juegos de palabras y trucos que utilizan.
  • He aprendido a dejarme aconsejar y seguir consejos de la gente que sí que sabe y que ha pasado por esto antes. Un ejemplo clarísimo: el hipnotista. Hubo un espectáculo de hipnosis al que me quería presentar como voluntaria, pero me dijeron que mejor que no, y gracias a Dios que les hice caso. Esto no es "imita a una gallina", esto es mucho más bestia y más divertido. No les hacen quitarse la ropa ahí en medio, pero casi.... madre mía. Escuchar, aceptar, y hacer lo que te digan. Funciona.

COSAS QUE TODAVÍA ME CUESTAN

  • Cocinar para uno solo. En mi casa no hay un fin de semana que seamos menos de 8, y nunca cocinamos para menos de 4. Los primeros días hacía comida para todo el piso prácticamente. Ahora cada receta que conozco tengo que reducir los ingredientes a una cuarta parte. Y aún así sigo haciendo muchísimo, y como recién hecho está más bueno, acabo comiendo de más....
  • Fregar bien una sartén. Suena a tontería, pero tengo UNA sartén y tengo que cuidarla. Cada vez que la utilizo tengo que fregarla un par de veces siempre. Algún día la limpiaré bien a la primera, ya veréis....jaja
  • Parar de comer. Cocino comida de más, y para que no se quede me lo como todo. Y esperando, suele caer una tostada con queso. Y luego el postre. Y luego un té con un par de Digestives... ¡Y todo por tener la maldita cocina ahí mismo!
  • Comprar lo esencial. Ir al supermercado es una aventura... Hoy he ido y parece que me he sur

    tido para la guerra, pero en verdad ya tengo para comer como poco 2 semanas. Las compras se me van un poco de las manos, porque quiero tener tanta variedad para elegir como en casa, pero como solo como yo, hay cosas que se me pasan. Además, es difícil distinguir lo que necesito de "lo que quiero probar a ver qué tal". Y al final acabo comprando todo bajo un elaborado planning mental improvisado sobre qué comer durante a semana. Tengo que empezar a ir con lista cerrada a cal y canto.

  • Comer sola en mi habitación. La cocina es muy pequeña y si como en la mesa alguien no cocina. Resultado: cada uno cocina y se lo lleva a su cuarto. Y tras una semana haciendo eso y apestando mi cuarto a comida, yo como sola con una revista en la cocina, hablando con quien venga a cocinar. Entre la mesa y la nevera hay una silla que no molesta. Pues ahí yo, con una revista o un libro. Como "sola", porque siempre alguien entra a por algo y se queda hablando un poco. Los primeros días fue horrible, porque en casa como con más gente, y hay conversación y gritos y tonterías y risas, y pasar de eso a comer y cenar y desayunar sola, fue duro. Y sigue sin gustarme, pero es lo que hay.... a veces Julie y yo cenamos juntas si coincidimos cocinando.
  • Levantarme a la hora. Aquí y en casa, las sábanas se me pegan, como a todo hijo de vecino. Pero aquí, con eso de que está la clase a 30 segundos, cada día me cuesta más tirarme de la cama...
  • Entender las bromas y el sarcasmo. Mi inglés está mejorando pero hay bromas a las que todavía no llego, o tardo en llegar tanto que la gracia ya se ha ido hace rato. Lo peor es cuando esperan que me ría, y como no lo he entendido me lo tienen que explicar, y entonces pierde toda a gracia que pudiese tener. Es triste, pero poco a poco voy metiendo algunas frases con sarcasmo, y hace que todo lo que diga suene más realista.
  • Entender algunos acentos. El acento de Carlisle es cerrado y muy del norte, y me preocupaba mucho no entender a los profesores. pero me preocupaba por nada, porque mi verdadera preocupación tiene que ser entender a mis compañeros, porque son con los que de verdad hablo y con los que tengo que trabajar. ¡Madre mía! Hay gente a la que ya he dado por perdida, porque es imposible entender ni una sola palabra....horrible. Poco a poco entiendo cada vez más palabras y más frases hechas, y el acento de norte ya no me parece tan tan malo.... Lo peor es que me cansa muchísimo mentalmente las clases, porque tengo que entender todo lo que dice, sacar lo relevante sin perderme nada, y tomar apuntes. Tras 3 horas, estoy que me muero. Ahora ya no me muero tanto, pero me sigue dejando agotada.
  • La falta de roce con la gente. Esto sí que está siendo difícil. En Madrid siempre hay abrazos o gestos de cariño con mis amigas de la uni, o con mi hermana, o con mi prima pequeña, o con cualquier miembro de la familia, sobre todo en casa. Llegar a casa tras un día cansado y no poder abrazarte más que a la almohada, lo odio. Menos mal que a Katherine le parece gracioso eso de abrazarse con la gente, y siempre está ahí para un abrazo de vez en cuando.
  • No entiendo que no haya saleros pequeños o que te pidan el DNI para comprar cuchillos. Y NUNCA entenderé la obsesión de este país con as normas de Health & Safety y las alarmas de incendio. Cada viernes a las 8 de la mañana salta la alarma durante 5 segundos para comprobar que funciona, y cada semana un par de veces salta la alarma, y tenemos que salir fuera congelados de frío y esperar a que vengan los bomberos y vean que no pasa nada. Dentro de nada nos prohibirán hacer tostadas, ya veréis...

El balance está bastante igualado. Aprendo cosas cada día, me lo proponga o no, y todo cambia por segundos. Esos cambios repentinos de programa, los que me conocéis sabéis que los ODIO a muerte, pero incluso hasta a eso me estoy acostumbrando....

En las primeras semanas cuando estábamos buscando sitio en las residencias nos dijeron que esperásemos a la primera semana, porque la gente se va porque muchos se sienten ass="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">homesick. Y así fue. Muchas habitaciones quedaron libres porque la gente no aguantaba estar lejos de sus padres, y yo pensé: "qué tontería....ya con 20 años no te vuelves a casa....eso lo haces con 10 en un campamento pero no en la universidad...". Pero ahora ya no me parece tanta tontería.

Aunque poco a poco esto vaya mejorando y parece hacer un hueco para cada uno, se sigue echando de menos la seguridad familiar de casa. Ayer de paseo con Becca me dijo que todas en el piso se sienten así, que todas echan de menos su casa y a sus padres. Pero ellas reciben visitas todos los fines de semana (los fines de semana mi piso es la romería de los novios... algunos traen tartas y cosas para todas jeje), y en poco tiempo van a ver a sus familias porque se van unos días a casa, o vienen hermanas a ver el piso.... aquí siempre hay gente de visita, y eso es una de las cosas que más me cuestan y que más envidio. Aunque sé que así es mejor, porque si viniese mi hermano de visita, al irse me dejaría un poco rota.

Pero bueno. Quedan dos meses aquí, donde van a pasar cosas estupendas que tendré que ir colgando aquí.

Un beso a todos,

Laura

 


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