La Costa Azul; de oeste a este

Quería dedicar esta entrada a una zona de Francia a la que cogí especial cariño, ya que se encuentra en la misma región que la ciudad en la que estuve de Erasmus: la Costa Azul. La Costa Azul (también denominada Riviera francesa) se encuentra en la región de Provence-Alpes-Côte d’Azur, en el sureste de Francia.

En este post, voy a hablaros de algunas de las ciudades de la Costa Azul que he visitado y, para ello, voy a empezar por las ciudades que se sitúan en el lado de Italia, pasando por Cannes hasta acabar en Martigues, es decir, de este a oeste.

Mentón

Mentón es la última ciudad de la Costa Azul y podría decirse que se encuentra entre dos países, ya que por la parte este hace frontera con Italia, y por la parte oeste está casi en la frontera con el Principado de Mónaco.

Mentón es una ciudad muy pequeña y no tiene ningún elemento que la haga destacar de las demás, pero sin duda tiene su encanto. Lo que más me gustó de Menton son sus jardines, puesto que están muy bien cuidados y también las iglesias La Chapelle des Pénitents-Blancs y la Basilique Saint Michel Archange. Recomiendo sin duda ver Menton desde un punto alto porque es como realmente se pueden apreciar los campanarios de estas iglesias y las vistas al mar.

Un dato curioso sobre Mentón es que cada año, de febrero a marzo, se celebra la fiesta del limón (fête du citron), un acontecimiento en el cual los más fanáticos construyen esculturas utilizando estos cítricos.

Mónaco

El Principado de Mónaco es considerado el segundo estado más pequeño del mundo, superado solamente por la Ciudad del Vaticano, y su capital es Monaco-Ville, que constituye el recinto amurallado donde se encuentra el palacio de los príncipes de Mónaco.

Para visitar Mónaco, se puede dividir en tres distritos: Montecarlo, La Condamine y Monaco-Ville. Lo más destacable de Montecarlo es su casino y sus edificios con fachadas lujosas, mientras que en La Condamine, lo más identificativo es el puerto repleto de yates y barcos de lujo, junto con sus calles formadas por edificios de vivienda con bonitas fachadas.

Monaco-Ville es la parte que más me gustó, ya que es un distrito en el que el acceso en coche está restringido, por lo que se puede ver andando tranquilamente. Lo primero que se ve al llegar es el palacio de los príncipes con su plaza y, al lado a esta, hay varias entradas a las diferentes calles que recorren Monaco-Ville. En el recinto, hay dos edificios que me llamaron la atención: la catedral de Mónaco y el museo oceanográfico, pero, sin duda, lo mejor del distrito es pasear por las calles.

Además, hay tres puntos en esta zona desde los cuales hay muy buenas vistas de todo el estado: los jardines de Saint Martin en la parte oeste de Monte-Ville; la vista panorámica de Fontvieille, justo al lado de la plaza del palacio de los príncipes; y la vista panorámica de mónaco (justo en cima de La Condamine) en la parte este del distrito.

Èze

Èze fue el pueblo que más me gustó en la Costa Azul, concretamente, el castillo de Èze. El único acceso posible al castillo y dentro del mismo es andando, ya que lo componen calles muy estrechas con calzadas de piedra por las que no es posible circular en coche. Lo mejor de este castillo es el contraste de la piedra con el mar de fondo, además de sus calles bien cuidadas y tranquilas. Podría decir algún rincón que me haya gustado especialmente, pero la verdad es que me gustó todo, y lo mejor es el conjunto en sí y pasear por las estrechas calles hasta encontrar algún rincón con encanto.

Niza

Empecé visitando Niza por la Promenade des Anglais, un paseo ancho y bastante concurrido, para así acabar en la punta este de la ciudad: el antiguo castillo de Niza. Para subir hasta el mismo, puedes optar por coger el ascensor o las escaleras que están casi al lado (recomiendo ir por las escaleras para ir viendo las vistas de la ciudad y del mar por el camino). Al finalizar las escaleras, hay un mirador desde el cual se puede ver todo el Promenade des Anglais y la ciudad: Bellanda Tower.

Si queréis tener unas vistas incluso desde un punto más alto, podéis seguir subiendo hasta lo que en Google Maps aparece como “Colline du Chateau”. Si no sois muy fanáticos/as de las alturas y preferís ver las vistas de la playa de Niza desde más abajo, podéis dirigiros ale Cadran Solaire,donde también se sitúa el famoso logo deI love Nice.En cuahnto al centro de la ciudad, recomiendo que entréis por la calle de la Ópera de Niza para ver la primera atracción de esta parte de la ciudad; la Fontaine du Soleil.

Justo en frente de la misma se encuentrala Place Masséna, probablemente lo más representativo de Niza y no podría ser menos; ya que se trata de una plaza muy peculiar. A partir de la misma, recomiendo que callejeéis por la zona, ya que hay calles por las que resulta agradable dar un paseo con bares chulos para tomar algo. Si os apetece seguir de paseo, podéis seguir andando hasta le Jardin Albert 1er o hasta la Catedral de San Nicolás, una iglesia ortodoxa de estilo arquitectónico ruso (la cual advierto que queda un poco más a desmano).

Antibes

Si seguimos la ruta por la costa hacia el oeste nos encontramos con Antibes, una pequeña ciudad de tamaño similar a Èze. El centro en sí de la ciudad se ve muy rápido; está formado porle Fort Carré, desde el cual hay unas muy buenas vistas del puerto y la parte sur de la ciudad, el puerto y la zona vieja de la ciudad, con calles de piedra muy tranquilas y agradables, en el cual recomiendo acercarse hasta el museo de Picasso, ya que hay estatuas pictorescas repartidas por la zona.

Si tenéis tiempo y queréis ver algo más que el centro de la ciudad, podéis acercaros hasta el cabo sur de la ciudad, donde hay un sendero (Le Sentier du Littoral Cap d’Antibes) que recorre prácticamente la parte sur de este cabo por la costa, pasando por lugares que dejan una estampa típica de la Costa Azul, como sonle Château de la Croë, la Plage de l’Argent Faux ola Baie des Milliardaires d’Antibes.

Cannes

Cannes es la siguiente ciudad justo al lado de Antibes. Es estéticamente similar a Mónaco, ya que en ella destacan su avenida principal y su puerto con yates lujosos. Lo más destacado de esta ciudad es su Hôtel de Ville, la Promenade de la Croisette y el Palaisd des Festivals, donde cada año se celebra uno de los festivales cinematográficos más conocidos internacionalmente. Os aconsejo que subáis a la parte alta de la ciudad, donde se encuentra la iglesiaNotre-Dame-d'Espérance de Cannes; no solo para visitar la iglesia, sino también para contemplar las vistas de la ciudad desde la muralla, concretamente, desde el Cannes viewpoint, paralelo a la calle Louis Perrissol.

Tolón

A 120 km se encuentra Tolón (Toulon) otra de las pequeñas ciudades de la riviera francesa. Tolón no es una gran ciudad ni ofrece muchas actividades para hacer allí, sin embargo puede ser una parada más si estáis haciendo un tour por la Costa Azul y si estáis buscando otro punto de interés de la zona que no lleve mucho tiempo visitar. En cuanto a edificios representativos, destacarían la Place Puget y la ópera de Toulon.

Si os quedáis más tiempo podéis ir hasta el Mont Faron en teleférico; tendréis unas vistas increíbles de toda la ciudad, y también que sigáis el sendero «Sendier des Douaniers» hasta llegar a la Chappelle Notre Dame du Cap Falcon, que recorre la costa de Toulon, el cual pasa por algunas calas recogidas.

La Ciotat

La Ciotat es quizás la ciudad más pequeña de todas las que ya he mencionado, de hecho, no hay ningún monumento o edificio que destaque especialmente; lo que más me gustó fueron las calles del centro y el Vieux Port.

Fuera del centro, hay 2 zonas que destacan por sus calas y naturaleza, que son le Parc du Muguel y les Calanques de Figuerolles; ambas fácilmente accesibles andando (15 minutos).

Cassis

Cassis es un pequeño pueblo que está justo antes de entrar en Marsella. El pueblo en sí puede verse en 1 hora ya que no tiene ningún sitio que destaque o que lo caracterice; simplemente es agradable pasear por su puerto y recorrer alguna de sus calles. También podéis subir hasta la colina del Vieux Château, donde tendréis unas bonitas vistas del puerto.

Les Calanques de Cassis

A pesar de que Cassis es un pueblo pequeño, hay algo que lo hace más reconocido; sus calas.

Para llegar a les calanques de Cassis andando, tenéis que llegar primero a Cassis y empezar allí la ruta. Hay tres calas principales; Calanque de Port-Miou, Calanque de Port Pin y Calanque d’en Vau. La primera es la más accesible y cercana, tan solo 25 minutos andando desde el puerto, lo que hace que normalmente esté llena de gente; la segunda cala está un poco más lejos, 45 minutos andando desde el puerto y también bastante aglomerada en meses de temporada alta; y la tercera, Calanque d’en Vau, es la más difícil de acceder y la más recogida.

El trayecto para llegar a esta última es bastante costoso ya que en algunos tramos hay que atravesar cuestas muy empinadas o caminos estrechos, lo que hace que la hora y media de ruta que indica Google Maps se convierta tranquilamente en dos horas. No obstante, merece mucho la pena; el camino a pesar de ser difícil tiene vistas increíbles de la Pointe d’en Vau y de sus calas y el sitio en sí es precioso. Os recomiendo que vayáis muy temprano por la mañana ya que al ser una cala recogida entre acantilados, le da la sombra muy pronto.

Martigues

Podríamos considerar Martigues como la última ciudad de la Costa Azul, ya que se encuentra después de Marsella y casi en el límite de la región de Provence-Alpes-Côte d’Azur. Martigues completa este lote de pueblos pequeños que puedes encontrar en la Costa Azul; se puede ver en menos de una hora. A pesar de su tamaño, me parece un pueblo riquiño y con encanto, ideal para pasar el rato o completar una ruta por la zona.

Está formado por tres partes: la parte norte, la parte sur y la “isla” que está en el centro y conectada con ambas partes. Peronalmente, la mejor zona es la central, ya que la atraviesa un canal convertido en un pequeño puerto en el cual a su alrededor se encuentran viviendas de aspecto típico de la Costa Azul. La parte más ancha de este puerto es el Quai artiste briand, donde están atracados la mayor parte de los barcos, mientras que al final del canal, en el Port du miroir aux oiseaux está la parte más recogida de la zona, con pequeñas embarcaciones y casitas al borde del canal.

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