¿Quieres ver todos los rincones de la ciudad? ¡Participa en una visita guiada gratuita!

Acabas de llegar a una ciudad que no conoces en absoluto.

Tampoco conoces a nadie allí que te pueda enseñar lo que hay que ver o hacer. Has buscado en Internet, pero no te ha entusiasmado demasiado. No pasa nada. Si te unes a una de las visitas guiadas gratuitas, recorrerás zonas de la ciudad que no están en el mapa, te contarán historias acerca de la cultura, aunque solo las partes interesantes, y por el camino descubrirás lugares mágicos.

Era sábado (no tenía clase y quería aprender algo nuevo). El punto de encuentro era en Pey Berland, al lado de la torre.

Tenía tanto miedo de llegar tarde (como hago siempre) que 45 minutos antes ya estaba allí. Como no había nadie, me fui a una «boulangerie» y compré una napolitana pequeña (lo que los franceses llaman chocolatine).

Esperé hasta que llegó la hora y nos juntamos todos. Había mucha gente (esta visita es muy famosa). Había cuatro chicos irlandeses, una chica de Burdeos y muchos turistas que estaban allí solo durante un día o dos y querían saber todo acerca de esta ciudad tan preciosa.

Después de presentarnos, comenzamos la visita. La ciudad es conocida como la bella durmiente, ya que hay mucha actividad desde que decidieron controlar el tráfico y la contaminación y comenzaron a prestar mucha más atención al medioambiente y a la gente.

El primer sitio que visitamos fue la calle Sainte Catherine. Antes era un cementerio viejo, pero ahora es una plaza con algunas cafeterías y bancos para sentarse. Del antiguo cementerio solo queda una pequeña estatua.

Hay muchas estatuas de hombres por toda la ciudad. Esas estatuas de bronce son de una exposición temporal que se hizo para celebrar la apertura de la línea de tren entre París y Burdeos, la cual reduce el tiempo de viaje una o dos horas. Nadie sabe si la ciudad las va comprar.

La siguiente parada fue Utopia. Hoy en día es un cine que tiene sesiones por la noche y emite las películas en versión original. Hace unos años, Utopia era una iglesia antigua, pero luego se hizo una fábrica de conservas. En esta fábrica se inventaron los abridores de las latas de atún que existen hoy en día. Hasta que alguien lo conviertió en un cine clásico, uno muy agradable, con una cafetería en la que puedes leer periódico propio del cine y los cotilleos de la ciudad.

La siguiente parada fue un muro verde en un parque secreto. No sabía que tal cosa podía existir. Nadie sabe acerca de este parque, ha sido olvidado por los habitantes de la ciudad y no aparece en ningún mapa, pero tiene sitios muy bonitos para ir de picnic o simplemente relajarse y leer un libro.

Allí escuchamos la historia de una llama que habían robado, un icono de la ciudad y al que todo el mundo quiere. Fueron unos adolescentes que a las 5:00 estaban demasiado borrachos como para volver a casa. Así que, mientras regresaban, vieron un circo y robaron este animal. La metieron en el tren y se la llevaron a dar una vuelta. Al día siguiente, los cogieron porque habían hecho muchas fotos y aparecieron en el periódico. Desde hace cuatro años aparece en muchos anuncios, en el fútbol, en el tren y en el símbolo de la policía.

Si seguimos caminando hacia el río Garona, llegamos a la puerta Grosse Cloche.

Hace algunas décadas, el idioma tradicional de la ciudad era el gascón.

En la Edad Media, el duque francés murió y su hija, Leonor, se casó con un rey francés. Se convirtió en reina pero, después de tres meses, decidió separarse de él. No pudo hacerlo, pero cuando descubrió que eran primos, la boda se anuló. Fue entonces cuando se casó con el rey inglés. Estuvieron juntos durante 30 años y cuidaron de Burdeos y sus alrededores. Más adelante, el rey francés volvió a atacar. Ganó y construyó la puerta para así evitar nuevos ataques.

En la cultura bordelesa, los intercambios fueron y siguen siendo muy importantes, sobre todo de esclavos, armas y azúcar. Para cumplir la ley y protegerse de las consecuencias si no lo hacían, durante los intercambios los esclavos franceses no ponían un pie en suelo francés, por lo que trabajaban en los bares.

La visita termina en la gran plaza Place des Quinconces (la más grande en Francia). En esta plaza hay una fuente parecida a la Fontana di Trevi, en Roma. La estatua es bastante grande y tiene dos partes. En la parte superior, hay una estatua de una mujer con el símbolo de la libertad en la mano. En la parte inferior, hay tres mujeres que son el símbolo del lema francés: «LIBERTÉ, ÉGALITÉ, FRATERNITÉ». Representa a la República Francesa. En esa plaza, un hombre llamado Guillotin construyó una guillotina que decapitó al rey francés hace unas décadas.

La mejor visita del mundo. Ahora voy a hacer la medieval, que es de noche, y también la de Halloween.