Jugando al fútbol por Buenos Aires

El fútbol fue una de las mejores formas de sociabilización que encontré en Buenos Aires, una ciudad enorme en la que conocer gente, aparte de los que conocí al llegar, los compañeros de piso o la gente de las clases de la universidad, era difícil conocer gente nueva, a no ser de que fueras a alguna actividad como hacía yo, o no te perdieras ni una sola fiesta, cosa que por supuesto hice.

Pues bien, gracias a mi compañera de piso mexicana que suele buscar un montón de cosas sobre actividades que se realizan en la ciudad y todo tipo de eventos me dijo que porqué no íbamos a jugar a fútbol cinco en un parque cercano a nuestra casa, donde todos los viernes unos chicos organizan un campeonato sobre gente de paso, pues iban dejando publicidad en los hostels, etc. y así jugar un rato con otros chicos que viajaban por toda Sudamérica o que estábamos allí afincados.

El parque estaba al lado del zoo de Buenos Aires, cercano a un McDonald´s en el barrio de Palermo, pero ahora mismo no recuerdo el nombre del mismo. El caso es que el campeonato estaba siempre bastante concurrido, y costaba 20 pesos o algo así cada día jugar, en concepto de reservar los campos durante varias horas, que eran bastante caros, además de organización, y la litrona que daban a los ganadores; creo que nunca me supo tan bien como cuando ganamos el campeonato un día. además estos mismos chicos organizaban también unas rutas turísticas históricas por la ciudad durante algunos martes del año, lo cual era muy chulo, porque los mismos que habías conocido durante los partidos de fútbol por las tardes de los viernes, podías verlos posteriormente. creo que esto se llamaba siguiendo las huellas de Buenos Aires, y se hacía los martes, con un buenísimo ambiente, muy divertido y animado.

El caso es que siempre iba a jugar cada viernes, y aparte de eso los domingos, organizado por nosotros mismos, que siempre estábamos en Buenos Aires y nunca teníamos nada que hacer, pues no hay nada con menos sentido que un domingo por la tarde. Así que jugando y jugando conocí a los que serían mi equipo, que eran dos españoles que siempre estaban por allí puesto que hacían su carrera allí, otro chico brasileño que estudiaban juntos, y luego algún venezolano, colombiano, o lo que solía pasar por allí, que al final de año fuimos un buen equipo y quedamos bastante bien.

Pues gracias al fútbol comenzamos a salir de fiesta y a ir a tomar algo después de los partidos, lo cual estuvo realmente bien, incluso algunos fueron a Uruguay para no tener que hacer el visado cambiando de país, pero no fui porque ya había estado, así que es una pena, pero bueno. Y así me hice muy amigo de un chico brasileño, que curiosamente era bastante malo jugando al fútbol a pesar de lo que siempre se dice de esta nacionalidad y de que el resto de chicos brasileños que pasaron por aquí eran bastante buenos, jugando incluso descalzos para darle una mayor técnica al balón, y aún así le pegaban muy bien a la portería.

En este torneo conocí a un montón de gente en Buenos Aires, así que si os gusta el fútbol es una muy buena manera tanto de conocer gente nueva como de pasar un buen rato. La gente que conocí fue a muchos chicos españoles, a muchos de varias nacionalidades, y sobre todo a un chico de 16 años de Venezuela, que jugaba en las categorías inferiores de un club argentino, que era realmente bueno, por citar a algunos de ellos.

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