Budapest, Hungaria

Conozco a mi amigo, Themistoklis, desde hace cinco años y pico. Nos estudiabamos en el mismo grupo para nuestros exámenes finales -el para estudiar Filología y yo Derecho. Por casualidad, nos fuimos ambos de erasmus el septiembre pasado -él a Budapest y yo a Valencia. Siempre me han gustado los imágenes de Budapest y quería viajar por ahí. Desgraciadamente, cuando buscaba vuelos para ir a ver a Themistoklis, solo encontraba billetes de unos 500(!) euros ida y vuelta. Un día, estábamos hablando por skype: "Lo intentaré de nuevo" le dije. "Sí, entra a ryanair, a veces hay ofertas" me respondió. Así, casi sin darme cuenta, he encontrado billetes de 45 euros ida y vuelta. Y eso fue mi segundo viaje de erasmus, en diciembre.

En Budapest hace frío. Como Alemania. A lo mejor más que en Alemania. Menos mal que ya estaba preparada, después de mi viaje a Munich: En mi maleta de ryanair había chaquetas, bufandas, guantes y mucha ropa. No sé como ha cabido todo en mi maleta, pero no tenía tanto frío -exepto en mi cara. "Mi cara está conjelada! Te parezco enferma?" "Estás bien, no te quejes!" -así discutimos cada día y al final reíamos ambos.

En Budapest la comida es muy barata y hay bares muy bonitos, con muchos estudiantes y personas jóvenes. El vino caliente -con canela- es increíble.

La universidad es clásica y la biblioteca muy chula, con escaleras de madera y llena de gente. Los estudiantes tienen que escribir su nombre en un libro junto a un código que tienen para poder entrar. Los amigos de los estudiantes también pueden entrar, escribiendo su nombre junto a lo del estudiante de la universidad. "It´s very cold outside, even colder than yesterday" nos dijo el portero. "You have brought a friend! That´s nice! Make sure to write down both your names". Era muy simpático y se veía que conocía a Themistoklis. "Como que te conoce? Estás estudiando todo el día o qué?" le pregunté y me respondió sonriendo: "Es que los erasmus no somos tantos y ya nos conoce". 

Los museos de Budapest también son muy baratos. Fuimos a un homenaje a Banksy, donde información sobre su vida y su obra y también todo el lugar estaba pintado como si fueran muchos muros y todos pintados por él. Hicimos muchas fotos y también vimos un vídeo en inglés así que aprendimos muchas cosas sobre Banksy que no conocíamos. A mi me gusta mucho su arte y su filosofía y me alegro de la ocasión de ver esa exposición durante mis vacaciones en Budapest.

Otro día fuimos a un museo de arte, donde había muchos pisos y en cada uno había una exposición distinta. Los billetes también eran distintos y así podíamos elegir cuáles y cuántas de las exposiciones queríamos ver. Elegimos una exposición de arte moderna, donde había obras de pintura, pero también algunas construcciones.  Haber comprado un billete, nos dejaron entrar gratis a una exposición más: fue una exposición interactiva. Cuando entramos, vimos muchos aparatos y en el muro había imágenes que hacían una comparación de cada aparato con la vida real. Parecían aparatos de un gimnasio, pero en las fotos mostraba que eran parecidos a los herramientos de la agricultura o los vehículos de antes. También nos damos cuenta de que al lado de cada aparato había intrucciones para poder usarlo. Nos preguntamos si eso era que podríamos también usarlas o si las instrucciones esas fueron también parte de la obra, entonces había prohíbido tocar o usar las cosas. Como ponía que la exposición era interactiva, de verdad pensábamos que podíamos usar cada cosa que se encontraba por ahí, pero en el momento nadie lo hacía, así que teníamos miedo de iniciarlo nosotros. Al final, encontramos a un señor que trabajaba en el museo y le preguntamos, pero el no hablaba inglés. Intentamos de explicarle con gestiones y entendió nuestra pregunta, pero nos respondió en su idioma y no entendimos la respuesta. Él era muy bueno y de verdad quería ayudar, así que ha empezado a usar una maquina que fue parte de la exposición, para mostrarnos que sí que podíamos usarla también. Además, ha ofrecido de hacernos fotos mientras estábamos usando todo lo que había ahí. Fue una tarde muy divertida!

Cuando nos fuimos del museo, Themistoklis me contó unas cosas sobre la historia de la ciudad, mientras estábamos caminando y viéndolo todo, poco a poco. El Parliamento es algo de espectacular y, claro, preguntamos a un chico de sacar una foto de nosotros con el Parliamento al fondo -una de esas fotos típicas y cliches ue todos han visto, pero todos quieren una de ellos también! Aparte del Parliamento, hay muchos más edificios de importancia y Themistoklis me ha mostrado unos, explicándome cosas sobre ellos. Budapest es buena por el día, pero es maravillosa por la noche. Muchos pequeños luces y su reflexión en el río, la gente volviendo a casa y el frío que ya no es importante. Al volver a casa, nos cocinabamos y bebíamos té. Themistoklis es una de las personas más graciosas que conozco y nuestras risas no paraban en casa.

Gracias a mi viaje a Budapest, vi a la nieve después de muchos años -en Atenas normalmente no hay nieve y en Valencia, tampoco. También vi a mi amigo Themistoklis, durante un periodo muy diferente de nuestras vidas: lo del erasmus. Ahora él ya está estudiando para un máster en Inglaterra -a lo mejor eso podría ser mi próximo viaje...



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