Budapest

Tras conocer otras de las ciudades más grandes y conocidas de Europa, he de reconocer que iba con un poco de miedo a Budapest. Se trata de una ciudad que, a pesar de estar en el trío más conocido de centro europa (Praga-Viena-Budapest), parece que queda relegado al tercer lugar casi por inercia.

Debido a mi relación con Praga, no puedo decir que Budapest sea mi cuidad favorita de Europa, pero sí puedo afirmar que se encuentra entre las mejores que he visitado. 

Budapest es una de las cuidades europeas totalmente recomendables para ir a pasar unos días, desde un fin de semana hasta los días posibles en tus vacaciones. Yo aconsejo estar allí unos 3 días, ya que es cuando realmente aprecias la cuidad en sí, sin prisas y disfrutando de cada rincón que encuentras.

La parte más señorial o tipo cuidad europea con estilo clásico de Budapest es Buda, con su Castillo visitable, así como los jardines del mismo. El transporte público para moverse por la ciudad es maravilloso, desde autobuses a taxi, pero no recomiendo el funicular (funicular Budavari Siklo) ya que es carísimo y no merece la pena subir, que sube desde el Puente de las cadenas hasta el mismo castillo. Es tan reconocido debido a su construcción e historia con Isabel de Baviera, o más conocida como Sissi Emperatriz. Al lado del castillo está la calle Uri utca, o calle de los señores que te trasladan a la edad media en un momento. En ella está situado el Laberinto del Castillo.

La Aavenida Andrassy llega hasta la Ópera, donde personalmente aconsejo entrar y ver su majestuosidad. Muy cerca tenemos la Sinagoga Judía de Budapest que también es visitable, a no ser que sea Sábado (Sabat).

Lo más conocido de Budapest es El Parlamento, y realmente lo merece. Para entrar en el es necesario reservar con mucha antelación, ya que es un lugar visitado por miles de turistas y muchas visitas se cancelan debido al uso burocrático del mismo. Si sólo vas un fin de semana, no es muy recomendable echar mucho tiempo para verlo, es mejor recorrer la ciudad en sí. Esta zona, dividida por el río de la parte de Buda, se hace llamar Pest. Para pasar de Buda a Pest hay que cruzar el Puente de las cadenas, con lo que siguiendo la calle Zrinyi utca se puede observar la Basílica de San Esteban (Szent Istvan bazilika) , el templo religioso más grande de toda centro europa, imprescindible entrar en el para admirar sus dimensiones.

Se podrá observar el Parlamento en todo su explendor desde la Iglesia de Matías y el bastión de los pescadores.El bastión es un edificio muy curioso que se hizo en conmemoración con las tribus fundadoras de Hungría. Es una fortaleza utilizada a principios del siglo XX. La Iglesia de San Matías o de Nuestra señora tiene un estilo neogótico y se construyó en el siglo XV. Era el lugar preferido por la realeza para realizar bodas y coronaciones reales, como la de Carlos IV.

La plaza Vorosmaty ter y la calle Vaci utca nos llevan al Mercado central de Budapest.En el se puede comer y cenar de todo tipo de comida típica húngara, pero no podrás sentarte más que en algunos de los puestos de la planta superior.

Un poco más lejos tenemos la Plaza de los Héroes a la que se puede llegar en metro, donde podemos ver la estatua con los representantes de las tribus fundadoras de Hungría.El Museo de bellas Artes y el parque de la ciudad tambien son muy recomendables para perderse una buena mañana o tarde. En el parque tenemos algo muy importante:El balneario Szechenyi donde hay que pasar sí o sí. Este balneario funciona en cualquier época del año, es a cielo abierto pero realmente se está a gusto a pesar de que sea pleno invierno. Está decorado de la época en la que fue construido ¡así que no olvides llevar tu bañador! Vale entorno a los 15 euros entrar, pero seguro que con la tarjeta universitaria podrás entrar por algo menos de dinero.

De verdad que Budapest atrapa, es una maravilla de ciudad y ves el contraste entre los dos lados del río, Buda y Pest, y puedes acabar relajándote en un  balneario. ¿qué más puedes pedir?

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