15 lugares imprescindibles de Budapest II

¡Hola a tod@s de nuevo!

Como os comentaba en el post anterior sobre Budapest, quiero hablaros sobre mi visita a la ciudad y los lugares que considero imprescindibles para todo aquel que tenga la oportunidad de descubrirla. Ya os he hablado de bastantes en la primera parte pero todavía me quedan algunos, así que... allá vamos.

Balneario Széchenyi

Este balneario construido en un edifico neobarroco de un siglo de antigüedad es uno de los mayores baños medicinales de Europa. La estética del edificio hace de esta experiencia algo increíble con sus  paredes amarillas contrastando con el color azul de sus aguas.

Dispone de tres grandes piscinas en su exterior y otras quince en su interior, además de sauna y baños turcos.

Es todo un gusto ir en pleno invierno cuando en el exterior hace un frío que pela y luego te metes en estas aguas a unos 30º grados de temperatura, el contraste es increíble.

Eso sí, según qué piscinas el agua estaba más o menos caliente, y en algunas de ellas especialmente la temperatura era tan alta que era complicado soportarla durante demasiado tiempo. De ahí que siempre sobresalga el vapor, en especial por la noche. Otras sin embargo tiene la temperatura perfecta y te darán ganas de pasarte el día entero allí sumergido.

La verdad es que nosotros pasamos la mayor parte del tiempo en las piscinas del exterior. Una de las tres piscinas es exclusivamente para nadar, por lo que el uso del gorro de baño es obligatorio. Nosotros nos estuvimos turnando entre las otras dos.

Es curioso ver en estas piscinas a jubilados húngaros jugando allí mismo dentro en la piscina al ajedrez. En una de ellas también hay una especie de círculo en el que la corriente te va llevando y nos pasamos un buen rato allí haciendo el tonto. Dentro de él hay un jacuzzi perfecto para relajarse dándose un hidromasaje, aunque cuando nosotros fuimos estaba siempre ocupado por gente.

La entrada al balneario cuesta 17€ y no hay límite de tiempo, lo que es un gustazo la verdad. Aún así nosotros nos quedamos solo un par de horas porque queríamos aprovechar el resto del día para visitar otros lugares de la ciudad.

Muy cerca de estos baños está el parque Szechenyi donde se puede visitar un castillo súper bonito y además el parque está lleno de estanques y rincones con encanto.

Para llegar a los Baños Szechenyi simplemente hay que coger el metro que te deja muy cerca de la entrada, concretamente en la parada Szechenyi Fürdo. También se puede ir andando pero dependiendo de la zona de la ciudad en la que te encuentres, te puede llevar un rato bien largo llegar.

Castillo de Buda

También conocido como Palacio Real pues aquí es donde vivían antiguamente los reyes de Hungría, es un castillo de gran tamaño que es visible desde casi todos los puntos de la ciudad ya que se encuentra a lo alto de la colina en Buda. Por lo tanto, desde aquí se obtiene también una panorámica perfecta de la ciudad. Es otro de los lugares de la ciudad que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Fue construido en el siglo XIV pero, como muchos otros edificios de la ciudad, durante la Segunda Guerra Mundial quedó en ruinas prácticamente y fue reconstruido posteriormente.

Se puede subir hasta él en funicular pero nosotros decidimos hacerlo andando para ir disfrutando del camino. Es cierto que se hizo un poco durillo, pero vale la pena por las vistas a la ciudad. Además, en los alrededores del castillo hay varias callejuelas con encanto y tiendas diferentes.

También se puede visitar su interior, pues alberga la Biblioteca Nacional, la Galería Nacional Húngara y el Museo de Historia de Budapest. Nosotros no estábamos realmente interesados en visitar ninguno de ellos así que simplemente disfrutamos del lugar y sus vistas y luego volvimos a bajar.

Váci Utca

Esta calle peatonal es perfecta para comer o ir de compras ya que está llena de restaurantes y tiendas. Es uno de las más transitadas de la ciudad, si no la que más, ya que es la calle comercial más importante de toda la ciudad.

A un extremo de la calle se encuentra la Plaza Vorosmarty donde podemos encontrar de nuevo gran cantidad de tiendas y bares y sobre todo mucho ambiente. Mientras que en el otro extremo se encuentra el Mercado Central de Budapest del que os hablaré ahora.

Mercado Central

Este mercado es el más grande y conocido de entre todos los mercados que tiene la ciudad. Se ubica en un edificio increíble y enorme que se divide en dos plantas. En la inferior se encuentra sobre todo los puestos de comida, fruta, especies, etc. mientras que la superior está más dedicada a la venta de suvenires y donde también hay bares y restaurantes.

Aunque es cierto que son bastantes los turistas que se animan a visitar este mercado, pues cada vez es más famoso, es un buen lugar donde aprender sobre la cultura del país ya que en su planta inferior se pueden probar muchas delicias locales.

Pero lo que más os llamará probablemente la atención, como me pasó a mí, es la cantidad de paprika seco que encontraréis en los diferentes puestos, y es que es uno de los productos típicos del país y muy usado en su cocina. De hecho es muy común encontrarse suvenires en la que la protagonista es precisamente la paprika.

En cambio, en el piso superior hay un poco de todo. Desde los suvenires más míticos y pensados especialmente para los turistas, a otro tipo de recuerdos con más encanto y personalidad.

El mercado se encuentra a solo unos pasos del Puente de la Libertad.

Puente de la Libertad

Este es otro puente muy importante de la ciudad, junto al Puente de las Cadenas. De hecho estos dos están separados por el Puente Elizabeth. Personalmente de los dos puentes me quedo con este, quizás es porque fue el primero que vi y me quedé enamorada.

Tiene una longitud de más de 300 metros y por él circulan tanto automóviles como el tranvía que recorre la ciudad y los peatones a los laterales.

Se construyó a finales del siglo XVIII y llama la atención porque es de estilo modernista y está construido en metal. Está además coronado por un Turul, lo que representa un pájaro de la tradición húngara. Dicen que si cuando lo cruzas pides un deseo, se cumple.

Nosotros lo cruzamos solamente de día, así que no sé cómo será observarlo durante la noche con toda su iluminación.

Una vez cruzamos este puente, ya situados en Buda, comenzamos a subir la cuesta y observar poco a poco la ciudad desde lo alto. Las vistas a este puente eran inmejorables.

Sinagoga de Budapest

Este impresionante edificio de estilo morisco construido en ladrillo rojo y amarillo es la segunda sinagoga judía más grande del mundo (parece que todos los edificios de la ciudad destacan por ser grandes ¿no?).

Se encuentra en el barrio judío de la ciudad. Y es que Hungría fue uno de los países que más sufrió las consecuencias de la II Guerra Mundial. Así, miles y miles de judíos se encontraban en este barrio de la ciudad, apartados del resto de la ciudadanía, en condiciones infrahumanas, pues apenas tenían acceso a la comida o la atención médica.

Nosotras nos pensamos bastante si visitar su interior o no, pero finalmente decidimos que no podíamos desaprovechar la oportunidad ya que estábamos en la ciudad y no sabíamos cuando podríamos volver.

Para entrar hay que pagar casi 10€, si no recuerdo mal, y es posible contratar también una visita guiada disponible en diferentes idiomas. Nosotras visitamos la Sinagoga por libre, aunque ir con un guía siempre es la mejor manera de conocer su historia.

Aún así, gracias a un folleto que nos dieron con la entrada y a través de la visita pudimos saber algo sobre la triste historia que vivió la ciudad a raíz del Holocausto. Lo vimos de primera mano al final de la visita cuando vimos una especie de cementerio que se encontraba anexo a la sinagoga, lo que es bastante inusual.

Este cementerio fue construido para conmemorar la muerte de alrededor de 2.000 personas de este barrio que fallecieron a causo del frio y las condiciones en las que se encontraba allí la población. Al estar separados del resto de la civilización, decidieron construir ahí mismo el cementerio.

Finalmente, visitamos una especie de sauce conocido como el “árbol de la vida” para conmemorar las víctimas del Holocausto. Es súper curioso porque en cada una de las hojas del árbol estaba escrito el nombre de una de las víctimas.

Av. Andrássy

Esta es otra de las avenidas más famosas y concurridas de la ciudad, pero en esta sin embargo se encuentran las tiendas de marcas de ropa lujosas como Armani o Dolce & Gabbana. Tiene nada menos que dos kilómetros y medio de largo y fue construida entre 1872 y 1885.

Aunque no pretendamos comprar algo en ninguna de estas tiendas, es interesante caminar por esta calle ya que en ella se encuentran edificios muy bonitos en los que vivieron las familias más acomodadas de la ciudad, y otros de gran importancia, donde el que más destaca es sin duda el increíble Palacio de la Ópera.

Y lo más curioso, creo que nunca había paseando por una avenida que hubiese sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco como es el caso de la de Andrássy.

Al final de esta avenida se encuentra la Plaza de los Héroes que os describiré ahora mismo y que está dedicada a aquellos que lucharon por la libertad de Hungría.

Plaza de los Héroes

Esta plaza como os he dicho, se encuentra al final de la avenida Andrássy y también no muy lejos andando del Puente de las Cadenas. Es también conocida como Monumento del Milenio y de hecho este ha sido otro lugar de la ciudad declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Fue construida entre los años 1896 y 1926.

Es un conjunto monumental que se llama de esta forma por las estatuas de los siete jefes de las tribus que se encuentran en la parte central y que fundaron Hungría (de las que os mencioné también cuando hablé sobre el Bastión de los Pescadores). Es por esto que es una de las plazas más importantes de la ciudad.

Justo detrás se encuentra el parque más visitado de la ciudad donde destaca principalmente el Castillo de Vajdahunyard.

¡Esto has sido todo! Espero que os haya gustado conocer más sobre esta increíble ciudad.

¡Gracias a todos por leerme un día más!

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