Giselle

Giselle es un ballet dividido en dos actos con un libreto de Jules-Henri Vernoy de Saint-Georges y Théophile Gautier, música de Adolphe Adam y coreografía de Jean Coralli y Jules Perrot. El ballet cuenta la historia (sacada de un poema de Heinrich Heine) de una campesina llamada Giselle que tiene pasión por el baile y, cuando descubre que el hombre al que ama está comprometido con otra persona, muere a causa de su corazón roto. Este es el ballet que fui a ver ayer por la noche con mi compañera de piso.

El teatro se llama Národní divadlo y está a una parada de la estación principal, en tranvía, línea 1. Es precioso, tanto por fuera como por dentro. Te recomiendo que vayas a verlo.

La historia del ballet: Giselle

Aquí aparece Giselle,

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una encantadora campesina y aquí está el duque Albrecht de Silesia,

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un noble que se disfraza de campesino y se hace llamar Loys. Estaba a punto de casarse con Bathilde, la hija del Príncipe de Courland. En contra del consejo de su escudero Wilfrid, Albrecht coquetea con Giselle, quien se enamora perdidamente de él. Hilarion, un guardabosques, también está enamorado de Giselle y le advierte a la niña que no confíe en el extraño campesino, pero Giselle se niega a escuchar (las chicas nunca escuchan). Albrecht y Giselle bailan un dueto romántico, en el que Giselle va recogiendo los pétalos de una margarita tratando de descubrir si su amante está siendo sincero. La pareja es interrumpida por la madre de Giselle (por supuesto).

Luego entra en una partida de caza y entre los cazadores están Bathilde y el padre de Giselle.

Giselle vuelve a escena, baila para la fiesta y Bathilde le regala un collar. Cuando la fiesta se acaba, Loys vuelve a aparecer junto con las cosechadores de uvas. Giselle y los cosechadores bailan, pero se acaba el regocijo cuando Hilarion, quien tras haber investigado la cabaña del duque aparece ahora blandiendo el cuerno y la espada del noble. Suena el cuerno y vuelve la partida de caza. La verdad sobre Loys (Albrecht) se descubre y Giselle se vuelve loca y muere.

En el segundo acto se desarrolla en un claro iluminado por la luna, cerca de la tumba de Giselle. Hilarión está de luto por su muerte. Él, con miedo del claro debido a los Willi, espíritus femeninos a los que habían plantado antes del día de su boda, que se levantan de sus tumbas en medio de la noche, con intención de vengarse de los hombres y hacerles bailar hasta morir.

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Albrecht entra buscando la tumba de Giselle, y ella aparece ante él. Él le pide perdón. Giselle, que aún está locamente enamorada, lo perdona fácilmente y ambos bailan juntos.

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Giselle lo protege de los Willi cuando lo obligan a bailar. Amanece y los Willi se retiran a sus tumbas, pero el amor de Giselle ha salvado a Albrecht. Al no sucumbir a los sentimientos de venganza y odio que definen a los Willi, Giselle se libera de cualquier asociación con ellas y regresa a su tumba para descansar en paz.

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Por cierto, si alguna vez vas a ver ballet, es muy recomendable leer la historia por adelantado, es de gran ayuda.

Y este fue el primer ballet al que asistí y ¡estuvo genial! Supongo que nunca antes había tenido la oportunidad de ir, pero si en el futuro puedo, definitivamente volveré. Giselle fue interesante y solo tuvo dos actos de 45 minutos más o menos, con un descanso de 20 minutos entre medias, por lo que en realidad, uno no tenía tiempo para aburrirse. Y lo sorprendente es que entendí de qué se trataba, entendí la historia incluso sin haberla leído antes. Solo me perdí en un momento, pero mi compañera de piso me ayudó con eso (los rusos tienen más experiencia con el ballet). Sin embargo, durante el segundo acto, debo admitir que casi me quedo dormida... No porque el ballet fuera aburrido ni nada, sino porque estaba oscuro, la música que tocaba la orquesta era preciosa y estaba un poco cansada. La comodidad de las sillas que tienen allí tampoco ayuda. La próxima vez, me tomaré un café antes de ir al ballet. Pero me sorprendió lo mucho que me gustó. Ah, y me estuve fijando para ver si cometían algún error, y lo hicieron, errores realmente pequeños, pero que noté. Exceptuando eso, eran bastante buenos.

Hoy fui a la plaza mayor, dos veces, en realidad: la primera vez iba con el hermano de Dimitris (el hermano de mi mejor amigo) a comprar un gorro para su novia, yo también me compré uno porque aquí hace frío; y la segunda vez fui a por café. Si buscas un café sabroso y bueno, en una taza de verdad (y no esa cosa de vidrio que ellos llaman taza), entonces ve a Caffe Fratelli. Está cerca de la plaza mayor, el interior es muy interesante, y aunque es algo pequeño, también tienen comida. Y hablan inglés.

Como la Navidad es en menos de un mes, ahora puedes ver luces y decoraciones navideñas por todas partes. Hoy han encendido el gran árbol de Navidad en la plaza mayor y también hay un mercado navideño donde venden todo tipo de alimentos, vino caliente, decoraciones y de todo.

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¡Es una sensación muy navideña, hasta el olor es navideño! Como dijo mi amigo Danny, nunca había visto tanta gente en la plaza. Supongo que medio Brno estaba allí por que hoy era la apertura del mercado. Había muchos niños y llevaban globos de los Pitufos (muy monos), e iban comiendo dulces o simplemente correteando por ahí. Algunos de ellos tenían globos con formas extrañas que parecían, Dios me perdone, penes gigantes. Verlos en manos de niños pequeños no era precisamente la mejor imagen. En realidad, eran una especie de gusanos con caras sonrientes, pero... Aquello estaba mal.

Hablando de niños, Aggelos (19) me preparó hoy una tortilla griega, con cebollas y salchichas.

Estaba rica, a pesar de que estaba negra por un lado.

Hoy nos ha fallado el chef griego, aunque la verdad es que no ha sido culpa suya, nuestra sartén está hecha un asco. Pero definitivamente un diez en esfuerzo.

Mañana nos toca ir a jugar al paintball. Ya veremos a ver qué tal.

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