Adaptarse a estar solo

En dos meses y medio estaré de camino a Brno. Una siempre tiene un montón de preguntas y de dudas sobre la ciudad de destino. No importa toda la información que recojas de internet: el clima, la gastronomía, las festividades, la gente, la universidad, el transporte, los precios, la residencia... Hasta que no lleguemos no sabremos realmente qué sensaciones nos da esa ciudad.

Estos días estoy estudiando (exámenes de julio, ¡allá voy! ) y entre tema y tema hago un descansito (el cerebro también tiene su sensibilidad, pobrecito). Estos últimos días en esos descansos no hago más que pensar en los diez mesazos que me esperan allí en la República Checa. En una de las reuniones que tuve con el coordinador erasmus, me dijo que todos los alumnos que se van experimentan durante las primeras semanas un momento de;morriña; bastante duro. Dice que la mente y el cuerpo tienen que superar una primera fase de adaptación, y que es muy importante. Me comentó que un elevado porcentaje de los alumnos que renuncian a la movilidad una vez allí (hay más de los que imagináis) lo hacen porque no superan esa fase.

En mi caso, sé que me será muy difícil adaptarme. Siempre que me voy de viaje sufro de;mamitis aguda;, pero no creo que deba permitir que eso me impida vivir esa experiencia.

Pensadlo, son solo unos meses. Tal vez no volváis a tener esa oportunidad nunca más.

na*ta