Enamorándome de una ciudad

Me fui a vivir a Brighton en 2016 gracias a la beca Erasmus de mi universidad y me enamoré tanto de la ciudad que, después de acabar mi carrera, decidí volver a Brighton.

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Brighton es una ciudad pequeña. Esto es algo bueno si eres una persona que se siente pequeña en lugares como Berlín o Madrid. Es algo positivo porque llegar de un sitio a otro tampoco resulta difícil, y se puede ir andando la mayoría de las veces a todos los lugares.

Brighton hace que puedas descubrirte a ti mismo. En esta ciudad, salir a la calle con un estilo que haría que la gente te mire al pasar como si fueras un bicho raro en Madrid, no significa nada. Pasas desapercibido porque lo normal es tener un estilo fuera de lo común. Al no sentirse juzgado, experimentas, y por ello es una ciudad que para un erasmus va muy bien, porque puedes cambiar y conocerte a ti mismo sin ningún tapujo.

Para una española como yo, el hecho de que haya 6 restaurantes españoles hace que cuando eches de menos tu casa, puedas ir y comerte un plato de croquetas que te haga sentir mejor. También a la hora de salir de fiesta hay discotecas con música española que te hace sentir más cerca de España.

En las costumbres de Brighton, hay algunas que pueden chocar a la gente. Cuando estaba leyendo cosas antes de irme de Erasmus, vi que hacen una vuelta ciclista desnudos, y eso me impactó porque nunca había oído hablar de ello. Sin embargo, es una manifestación y de carácter especial que todos deberían ir a ver.

Brighton tiene una esencia multicultural que no ves en otros lugares del mundo. La Universidad de Sussex tiene muchos estudiantes internacionales y por ello, las calles de la ciudad, se llenan de jóvenes aventureros. El hablar con personas que vienen de lugares tan alejados del mundo, aprender de sus culturas, es una sensación única.

Viviendo cerca de la playa, pero en Reino Unido, se suele pensar que no se va a poder disfrutar de un baño en ella., Sin embargo, en Brighton suele hacer buen tiempo en comparación con el resto del país.

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Si tuviera que poner alguna pega a esta ciudad, es el hecho de que es muy cara para vivir. Encontrar los lugares más baratos para comprar no es dificil, pero lo más barato en Brighton sería lo más caro en otra ciudad. Las casas además son muy caras para lo que son.

Por lo demás, vivir en Brighton es una experiencia increible que recomendaría a todo el mundo.