Tardes de estudio

Tengo ganas de acabar por tener tiempo para mí. El CAE es un examen que se debe hacer con todos los sentidos puestos en él y yo solo estoy pensando en hacerlo como una autómata. Las lagrimas quieren salir pero mis lagrimales siguen secos, mi cabeza se queja, mi conciencia se ha convertido en una campana que suena cada media hora o menos. Los nervios me destrozan el cuerpo y yo me siento tan distante de la gente y a la vez les echo ya de menos. Me agobian mis problemas y los de los demás y intento solucionarlos cuando los míos empeoran a cada momento que los dejo aparcados. No pienso, solo actúo y no me gusta ser así. Es de esos momentos en que deseas que te de pronto un ataque de ansiedad para que tu ansiedad no se vuelva contra ti y te haga hacer una tontería.

Cuando acabe pienso tirarme un día sin teléfono, sin bolso y sin nada en mis bolsillos. Me iré al campo y me conectaré a la naturaleza. Todos tenemos un olor, algo que nos caracteriza. El olor y nuestras acciones no son más que formas de manifestar lo únicos que somos y yo llevo mucho tiempo sintiéndome vulgar. Necesito volver a ser yo, a encontrarme, a relajarme. Pero mientras tanto esas siestas que nos echamos Guio y yo son reconfortantes no, lo siguiente!

Ahora siento que puedo salvar el mundo esta noche!