Más cosas que cambian...

Hay cosas que está claro no se pueden perdonar pero la mayoría sí y yo me fio de la gente. Cada vez me siento más integrada entre la gente que me rodea. Tengo confianza en que no me harán daño otra vez. O quizás sí y me haga replantearme las cosas de nuevo pero de eso se trata la vida. Por el momento me contento con disfrutar lo que tengo ahora sin esperar que la gente me dé más ni menos de lo que me da y si llega más pues lo corresponderé y si llega menos pues me centraré en mí y me conoceré mejor. No veo que nada pueda ir mal ahora mismo excepto que esto se acabe pero supongo que es como la muerte, que no tiene vuelta atrás. Cuando esto termine será un funeral. El funeral en el que más lágrimas derramaré. Y no hay más que ver la forma en que estamos viviendo ahora y es que estamos viviendo como si la vida se fuera a acabar mañana como si fuéramos enfermos terminales. Estas son las cosas por las que hay que vivir una experiencia como esta. El frío se llevará a las oscuras golondrinas o el calor a las gaviotas de Brighton…