Lo que todavía me queda

Después de la tormenta siempre llega la calma. Hoy todo se ha ido poniendo en su sitio aunque mis manos y mi barbilla todavía se quejan... Hoy tengo mas ganas de que el tiempo que paso en esta habitación pase más rapido. Estoy agusto aquí pero reconozcamoslo: una Erasmus no es para pasarla encerrada. Me muero por ir a otros cuartos como los de mis amigas, a nuevas ciudades, a conocer gente nueva... La cosa está en que me he dado cuenta de que tengo que aprovechar el tiempo que tengo aquí. Que no me quedan muchos más de quince miercoles aquí, de que los fines de semana van a volar igual que ha hecho este y que aunque no tengas ganas ya es hora de que en cualquier ratito que tenga me ponga a hacer cosas de las que me arrepentiría después si no hiciera ahora.

Todavía tengo que ir a ver Eastbourne, Porstmouth, Manchester, Liverpool, Canterburry, Windsor (que lo veré este finde), Hastings, Stratford-upon-Avon, Bath, Stonehedge... y otros tantos sitios que se cruzarán en el camino pero que no llegaré a pisar nunca. Esta sensación de libertad que experimento cada vez que pienso la de sitios que voy a visitar en los próximos meses es única. Puede sonar a tópico pero la combinación de emociones (por las amistades que se hacen), sentimientos, gente, vida nocturna, vida académica y viajes es tan única que realmente hace que te des cuenta de lo que increible que es esta experiencia. Volveré algún día pero no así... Que bonita puede llegar a ser la inexperiencia!