La sintáxis y la política...

En tardes como esta en las que estudio gramática y sintaxis, me da también por soñar despierta como hoy. Me he puesto a pensar que si se cumpliera mi fantasía de ser princesa o noble en otra época quizás también estaría estudiando y que sería una mujer culta para aquel tiempo porque no tendría más cosa que hacer que coser por las mañanas, leer por las tardes y amar por las noches. Mi vida sería muy sencilla y si se dieran las circunstancias, me habría buscado un marido culto e inteligente y probablemente poderoso. Son sueños pero me habría gustado ordenar el mundo sintácticamente y de ahí lo del marido, para influirle. Llamar a cada cosa por su nombre y ordenar las cosas de forma que siempre se relacionaran de una forma simple y directa. La sintaxis puede parecer compleja con las oraciones subordinadas pero aún así están ahí por algo, son directas. Y no me digáis que eso sería incompatible con un mundo libre porque donde en una oración siempre tenemos la oportunidad y la libertad de cambiar todo de sitio siempre que sepamos armonizarlo. La política y la sintaxis tienen más en común de lo que podemos creer a primera vista. Solo que la sintaxis es más reservada para sus opiniones porque todo debe estar bien argumentado en ella. Es cauta y quizás eso es lo que le falta a la política, que se lanza a hablar y a formar un discurso prácticamente sin pensar. Ahora también entiendo porque enseñaban retórica los antiguos y es que lengua y política no podían estar más unidas.