Esa noche

Todo empezó una noche de fiesta. Era miércoles y supuestamente íbamos a una fiesta de Erasmus pero aún no habíamos estado en Oceana (la discoteca más chula de la ciudad) y descubrimos que valía lo mismo entrar a la discoteca de los Erasmus que a la otra fiesta universitaria así que allí fuimos! La noche comenzó con cubatas de dos en dos (cada vodka con red bull valía 1, 50) y la continuamos bailando y bailando (yo ya venía servida de casa con tres cervezas). Estuve hablando con un amigo (que es como mi hermano mayor) sobre las relaciones largas en una Erasmus, que eran imposibles y sobre el pequeño chasco que me había llegado con otro chico de la pandi…

Descubrí que decir no es que tengo novio funciona una vez o dos pero a la de tres veces que ligas y dices eso empiezas a hartarte y entonces tu relación corre peligro… Lo mejor es que si tienes a alguien hagas dos cosas: lo habláis previamente y estableces que rollos si, citas no o bien le pones los cuernos sin que se entere… aunque te arriesgas a perder a esa persona. Yo personalmente he escogido la segunda opción porque el chico con el que estoy no es mi novio propiamente pero también se que le haría daño tanto hablar del tema como que le dijera que me he liado con otro. Mi amigo decidió ponerle las cosas claras a su chica porque los dos están de Erasmus así que no tiene sentido que se engañen de esa manera…

Después de la enriquecedora conversación nos fuimos a darlo todo a la pista y no me preguntéis como, porque no lo sé, empecé a liarme con un chico mientras bailaba. Era casi la hora de cerrar y mis amigos se iban ya y, según me contaron después, solté el “no me esperéis” y seguí a lo mío. Mientras salíamos descubrí que el chico era mono (mi memoria volvió a funcionar en las escaleras hacía el exterior), simpático, caballeroso y un mochilero australiano! El resto de la noche me la reservo para mí porque tampoco tiene nada de especial….

El caso es que hoy hemos “quedado” (entre comillas porque aún no tengo noticias de él) para ir a ver los fuegos artificiales del cinco de noviembre, el día en que se conmemora cuando Guy Fawkes trató de volar por los aires el parlamento y no lo consiguió, en el pueblo de Lewes (porque está aquí al lado y es donde esta fiesta es más famosa). Desde ayer estoy temiendo que no me llame (porque no quiere volver a quedar conmigo), que no me llame (ha perdido mi número), que no me llame (ha tenido un accidente) o que se presente a las seis (que es cuando el sabe que salgo de las clases hoy y me de una sorpresa). Realmente no se que va a pasar… ¿No sabéis mandar mensajes en Australia? Ojalá me llame…