UCRANIA-MOLDAVIA

4 galegos y una checa en un Opel Corsa

Este viaje comenzó después de pasar la semana Santa en Polonia aburrido, recomiendo escapar de Polonia en estas fechas. Yo esperaba la visita de mi hermano y de Gumy (uno mas de la familia) pero todo se torció cuando mi hermano consiguió trabajo un mes antes de haber decidido venir a visitarme. Así que mi compañero Marcos me invito a ir con él y 2 amigos más a Ucrania, en principio ellos querían conocer unas escaleras muy famosas; para los cinéfilos  son las famosas escaleras del Acorazado de Potemkim. Yo también me quedé con la cara que tenéis ahora: ni idea; pues ellos dicen que es un plano que luego ha sido plagiado en muchas películas, en fin,  4 gallegos en un coche con matrícula de Pontevedra, cruzándonos toda Ucrania podía ser interesante. Así que primero tuvimos que esperar a que llegase un amigo de Marcos desde Coruña, Diego que vino sólo en tren ya que le gustaba de viajar en este medio de transporte. Así comenzó como un viaje normal, salimos, Marcos, Diego y yo de Wroclaw con dirección a Cracovia donde allí nos recogería Pablo un chico que llevó su coche, un Opel Corsa con matrícula de Pontevedra, a su Erasmus en Brno. Nosotros hicimos noche en Cracovia y como no, salimos por “Carpe diem ” a tomar unas cervezas.

Así al día siguiente nos levantamos en el hostel y partimos hacia el punto de encuentro, aun así nosotros teníamos tiempo para dar una vuelta por la ciudad, cuando, de repente Marcos se dio cuenta de que había olvidado algo, era su bandera de Galiza, él se encontraba triste y desolado, él siempre viajaba con su bandera y realizaba fotos en cada ciudad en al que se encontrara con su bandera y generalmente con el monumento mas emblemático. Después de mucho pensar se nos ocurrió una genial idea, la idea consistía en ir a una costurera y hacer una bandera artesanal “galega” así nos encaminamos a una tienda de venta de telas y conseguimos los trozos para hacerla, recuerdo sus nombres en polaco biawo(blanco) y niebeski(azul) esto para pronunciación de un español. El dependiente nos informó de que él no podía coserla que había una costurera 2 manzanas más arriba,  llegamos allí y en media hora nos la cosió. En ese momento Marcos estaba exultante y feliz con su nueva bandera artesanal hecha en Cracovia(ciudad que pertenecía a la antigua provincia de Gallicja) Después de esta satisfacción los tres convertimos lo que en principio iba a chafar el viaje a Marcos, en una anécdota que hoy día creo que los 3 recordaremos.

Siguió nuestra aventura, ya habiendo montado en el coche y  ya éramos 5 porque se nos había unido además de Pablo, el conductor, una amiga suya checa de su ciudad, no recuerdo su nombre, después de conducir durante 4 horas llegamos a la frontera, allí tardamos casi 5 horas en pasar la frontera entre rellenar papeles conforme íbamos de turismo, entregar pasaportes, ponerles el sello, cabe destacar que en este momento fue de gran ayuda la actuación de nuestra amiga checa para hablar con la policía, ya que al ser una lengua eslava medio se entendían lo que decían, además de que ella sabía un poco de ruso. Después de pasar la frontera estuvimos otras 3 horas conduciendo hasta llegar nuestra primera parada: Livv recuerdo aquel hostel lleno de armas de las guerras que se batallaron en aquellas tierras . Esa era la decoración de aquel hostel, la ciudad era muy bonita,; es Patrimonio de la Unesco y tiene un centro histórico muy bonito.

*Aquí tienes a los tres: Marcos, Diego, yo con la bandera artesanal en Livv

Al día siguiente, nosotros hicimos turismo por la ciudad, contratamos una guía para que nos enseñara la ciudad conociendo y aprendiendo más de la historia de esta bella ciudad, siendo ésta anteriormente ciudad polaca donde la gran parte de sus habitantes se fueron a nuestra (Wroclaw) hacia muchos años, así que muchos de los abuelos de nuestros amigos y habitantes de nuestra ciudad seguían teniendo familia aquí. Al final del tour le preguntamos a la guía donde sería un buen sitio para tomar algo de tarde y donde podíamos salir de noche, seguimos sus consejos y de día fuimos a un bar que durante la época en la que fue conquistada Ucrania por los rusos, era su fuerte para defenderse, ahora de manera graciosa al entrar tú tienes que decir que no eres ruso, a un portero que esta uniformado de la época y donde dentro de este bunker existían cientos de diferentes armas, como en toda Ucrania espero que solo de adorno.

Recuerdo que en ese bunker vi un R.Madrid-Barcelona en el que como no, ganó el mejor, es decir el Barcelona.

El primer consejo de nuestra guía había sido muy bueno, no hubo tanta suerte con el segundo . Para disfrutar de la noche ucraniana  nos recomendó ir al San Remo, después de decidir quién se venía y quien no, sólo nos animamos Marcos y yo. Nos dispusimos a entrar en la Discoteca, y en la entrada dos maromos nos obligaron a pasar por el detector de metales y luego aún nos registraron (para mí que querían tocarnos). Tras el pequeño incidente, entramos y la discoteca era como un pabellón gigante dividido en varias salas, entramos en la primera y allí se encontraba gente bastante mayor a nosotros bailando, minuto después cambiamos a otra sala, que más bien era una sala- puticlub dentro de la discoteca. Se nos acerco una chica vestida y nos pidió 5 euros al cambio, pero inmediatamente salimos y cogimos un taxi a un bar más cerca del centro, no nos gustó el ambiente y nos acercamos a en otro más pero este aún acojonaba más ya que en la entrada te enumeraba las prohibiciones: no sida, no armas, no cuchillos no drogas. La verdad que me hizo recordar aquellos bares de mi ciudad en los que ponen aquí no se fuma porros, y siempre son aquellos bares en los que la gente fuma; asi que ya nos imaginamos lo que podía haber dentro, en fin, una cerveza y para casa.

Al día siguiente nos levantamos y comenzamos el camino hacia Kiev, nuestra siguiente parada, antes de salir de Livv comenzaron los problemas, bueno el problema que nos ocurrió durante todo nuestro camino en coche cruzando Ucrania, fue la policía, esta vez fuimos parados por razones “lógicas”, ya que la ciudad tienen protegido todo su casco histórico y sin  tener intención de infringir la ley nos metimos por una calle en dirección contraria, consecuentemente fuimos parados por una chica policía. Muy amablemente nos explicó que teníamos que pagar en el momento,  reunimos 20 euros en moneda ucraniana y así Pablo se subió al coche policial le puso el dinero en su pierna y el poli realizó un gesto de aprobación.

Seguimos nuestro viaje bajando hacia Kiev, al llegar a Kiev vimos a los famosos perros callejeros , iban en manadas pero ni ladraban ni tenían intención de morder, cruzaban la carretera en manada, al llegar se nos planteó el problema de donde dormir ya que no habíamos reservado nada previamente. Después de preguntar a un taxista, y no convencernos su idea para encontrar una pensión, decidimos dormir en el coche al lado del monumento a la patria, un monumento enorme,  fue difícil ya que 5 en un coche, la cosa estaba complicada, aun así yo conseguí dormir 3-4 horitas, el problema también fue que cada 5 minutos venía un vagabundo a pedir dinero, a mí me daban pena y ante mi falta de liquidez,  decidi darle pitillos para que nos dejaran en paz.

Nos levantamos muy pronto, a eso de las 7 y media de la mañana y nos dedicamos a visitar Kiev en grupos: Pablo, y la checa y por el otro lado los demás chicos. Quedamos para vernos en el coche a eso de las 5 de la tarde. Al final salimos de Kiev a las 6 y emprendimos nuestro viaje ahora sí,  hacia nuestro objetivo: Odessa, en una de nuestras paradas me tocó conducir a mi, nada más coger el coche, la policía me paró en un control rutinario, le enseñe mi pasaporte, les sorprendió mi apellido y empezaron a reírse de mi apellido “typical spanish” Rodríguez, y nos dejaron emprender nuestro viaje otra vez pero advirtiéndonos de que llevábamos un foco fundido (esta vez no hubo que dejarle monedas) , por este foco nos pararon otras 4 veces por lo menos, hasta ahí todo normal pero luego llegó el momento de la típica corrupción policial de las repúblicas exsoviéticas: según la policía en estas carreteras puedes ir a 80-90 km/h pero en ellas tienen unos pasos de cebra en la que tú debes reducir a 50, pues en uno de esos pasos de cebra fui “cazado” por un policía, gracias a la ayuda de una especie de secador que hacía fotos, así que él me mostró la foto, me repitió lo del foco, me enseño la ley de las infracciones y multas automovilísticas en cirílico y yo le respondí las tres cosas que sabía en ruso dada(sisi) espasiva(gracias)nasvidanha(adios), y por otros 20 euros nos dejaron partir, una ganaga sabiendo que las multas eran mucho mas altas no bajaban de los 150 euros.

Seguimos nuestro viaje con las típicas paradas policiales hasta que una pareja que parásemos en el siguiente puesto a cambiar la bombilla, la verdad que fue un momento y si lo hiciéramos antes nos evitaría muchos transtornos, aún así ya con la noche encima, llegando a Odessa fuimos parados otras 2 veces más, imagino que los polis se llamarían entre ellos diciendo que hay unos extranjeros con caras de panolis llegando a Odessa en un Opel rojo…

En Odessa teníamos hostel era muy humilde, me acuerdo que el somier eran un tablón y el colchón era finísimo pero ya solo con lo cansados que estábamos hubiéramos dormido en cualquier lado.

En la mañana siguiente comenzamos a visitar la ciudad, y allí fuimos a visitar el gran objetivo Las Famosas Escaleras De Odessa, La conquistamos con nuestra famosa bandera casera de Galicia.

Después de pasar 3 días allí,  bañarnos en el Mar Negro y aún con ganas de más aventura decidimos, hacer la vuelta cruzando Moldavia, y a Diego le comía la curiosidad como sería Tranistia, una parte de Moldavia independiente y comunista.

Ya cruzando la frontera entre Ucrania y Moldavia nos tomaron por narcotraficantes y nos hicieron un control exhaustivo del vehículo y de nuestras . En mi caso, en aquella época me olían un poco mal los pies y nunca olvidaré la imagen de aquel poli de aduanas cogiendo mis calcetines con guantes y con 2 dedos y con cara de póker ante semejante olor, abrieron mis regalos, y hasta por momentos se plantearon en desmontar puertas…

Así al pasarlo, nos advierten ya pasando el control, que una rueda esta sin aire, probablemente pinchada por lo que procedemos a cambiarla, recuerdo como un hombre de unos 40 años con su chándal de la URSS vino en nuestra ayuda y nos la cambió en menos de 10 minutos, con tan mala suerte que apretó tanto los tornillos que un tornillo se paso de rosca y se rompió con lo que la rueda iba desajustada.

Continuamos el camino pero no por mucho tiempo con la rueda como la teníamos así que paramos en la primera gasolinera de Moldavia, allí nos recibió el chico de la gasolinera con una sonrisa nos invito a tomar un pescado ahumado que yo trate de probar pero que su pinta me impedía tomarlo. El chico de la gasolinera con 3 señores mayores comenzaron a tratar de retirar el trozo de tornillo que se encontraba aun en el eje.

Aquí charlando con los ”ingenieros” moldavos

Estuvimos como 4 o 5 horas para arreglar el problema, nosotros estabamos preocupados ya que el chico de la gasolinera hacía cosas extrañas y sabíamos que a la hora de pagar nos iban a querer timar, él cogía el coche e iba al pueblo a por cerveza para nosotros.  Nosotros comenzamos a cuidar los unos de los otros y  yo charlando con los que intentaban arreglar el coche le invitaba a cigarros, así  que cuando el coche estaba arreglado y después de 4 horas el dueño de la gasolinera trajo a un chico que había estado trabajando en Portugal y con el que nos entendimos mejor y nos dijo que quería cobrar por el trabajo como un trabajador español, quería 50 euros, nosotros le dimos 20 euros y gracias, considerábamos que era  el precio justo y escapamos tan pronto tuvimos oportunidad.

Gasolinera en la que sucedió todo.

Finalmente esa noche hicimos hospedaje en la capital ,Chisinau,

Pero tanto Diego, Marcos y yo no teníamos suficiente y nos levantamos a las 6 de la mañna para poder ver Tranistia, primero llegamos a unos 2 km de la frontera y nos pararon unos militares rusos, nos revisaron todo de arriba abajo y con voz vacilona nos dijeron: jaja spanish. I want a present for spanish. Así lo ví clarísimo regalarle una bolita llavero de las mías, el militar se quedó con cara rara y no debió gustarle así que nos pidió 5 euros por pasar, se los dimos, pero el grave problema fue al llegar a la frontera que estábamos sin dinero, comenzamos a buscar por el coche y conseguimos los 10 euros que nos pedían pero en monedas muy pequeñas y ellos solo aceptaban monedas de 2 euros, tuvimos que volver con la pena de no haber conseguido entrar.

Ibamos con prisa asi que Diego condujo a gran velocidad en la vuelta con tan mala suerte que nos cruzamos un coche de policía que nos hizo una foto, así que paramos y le dijimos espera aquí que vamos a un cajero y traemos el dinero, cuando lo hicimos y volvimos los polis ya no estaban allí, debieron de pensar que no volveríamos…

Después recogimos a la pareja de enamorados erasmus y comenzamos la vuelta, estuvimos 24 horas en el coche conduciendo, porque la checa tenia que llegar a trabajar a Brno 1 día después, a mí me despertaron a las 5 de la mañana en Rumanía por la zona de Transilvania. En principio me negué pero ante la insistencia tomé un café y me puse al volante, me encontraba cansado por lo que no supere los 60 km/h, el resto dormía, pero el problema fueron los camiones menudos cabrones, debi de crear retenciones que no paraban de pitarme y hacer adelantamientos peligrosísimos, pero yo preferí ir despacio y llegar.

Así 5 horas después a las 10 de la mañana estábamos en Hungría,  yo ahí dejé de conducir y me dormí una hora… al despertar ví que estábamos cerca de Budapest y les dije que yo me bajaba ahí y Marcos bajó conmigo, reticente pero bajó, primero visitamos Buda, parte cara de la ciudad con nuestras maletas Marcos y yo comenzamos a discutir  en el plan: eres un irresponsable…pero yo tenia un plan. Desayunamos en una cafetería cara para ser Hungría y comencé a llamar a Doña Leticia, mi gran amiga que se encontraba en esos momentos viviendo allí, le mandé un par de mensajes, y como siempre no contestaba…hasta cuando ya habíamos decidido ir a la estación y coger un tren a Bratislava…nos llama Leti y nos quedamos 2 días mas “ recuperándonos” del viaje, enseñé a Marcos y a Leticia a hacer tortillas…. así que convencimos a Lety y  a María José(una buena amiga de ella) a venirse a mi ciudad, así la aventura continuo con estos 2 nuevos elementos en la historia viniendo primero a mi ciudad y luego Yendo los 4 a Berlín a un precio muy ”asequible”.