Wroclaw en Dos Días

Y finalmente visitamos Wroclaw, una de las cosas que más me llamó la atención fue la presencia de esos pequeños duendes repartidos por toda la ciudad, dice la leyenda que vinieron de una tierra encantada para cazar a un duende que robaba comida a los habitantes de la ciudad, sin embargo, la verdadera historia es mejor todavía, y es que estos pequeños enanos empezaron a aparecer con el amanecer de los días gracias a un grupo clandestino “The Orange Alternative” (la alternativa naranja), que quiso mostrar su disconformidad con el comunismo a través del sarcasmo y la sátira, convirtiendo desde entonces a todos los enanos situados en la ciudad en un reclamo turístico. Por lo tanto, si visitáis Wroclaw estar atentos, pues en cualquier rincón, esquina o lugar, por improbable que parezca, puedes encontrarlos.

De Wroclaw cabe destacar también la Plaza de Rynek, que se encuentra en el centro de la ciudad, y es la segunda plaza más grande de Polonia, pues la primera es la de Cracovia como hemos visto. Nosotros la visitamos de noche y estaba llena de pequeños puestos de comida y flores sobre todo. Además, nos unimos (debo reconocer que por la insistencia de mi hermana) a un coro de unas cincuenta personas que estaban cantando y bailando uniendo a toda la gente que podían, Wroclaw está llena de pequeñas sorpresas, muy recomendable que la visitéis si vais a Polonia. Desde luego Wroclaw es una de mis ciudades TOP 5 de Polonia.

La despedida en el aeropuerto, que esta vez fue Wroclaw-Alicante, línea muy barata también.

Al contrario de lo que pueda parecer al tratarse otra vez de una típica escena romántica-americana, fue como debía ser tratándose de nosotros, bastante buena, tanto mi hermana como yo con la complicidad que nos caracteriza al ver que una pareja de chicos jóvenes no paraban de mandarse besos en el aire, hasta cuando el chico tenía que quitarse los zapatos para pasar por el control, mi hermana y yo aprovechamos la escena para gritarnos lo mucho que nos echaríamos de menos y mandarnos besos también.

Y aprovecho que estoy acabando para ponerme ya un poco sentimental, y decir que la distancia al contrario del dicho común ni hace el olvido ni precede la desunión. A veces, nos hace mucho más fuertes. 

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