Tercera parada: ¡Bratislava!

Antes de comenzar esta entrada me gustaría comentar un par de cosas acerca de este viaje que hice con mi grupo de amigos erasmus.

La primera de ellas es que el viaje que hice a Bratislava fue de ida y vuelta en el mismo día ya que está a una hora y veinte de mi ciudad erasmus (Brno) en tren. La segunda es que nos habían comentado previamente que no merecía la pena ir a Bratislava para pasar un fin de semana, y de ahí que fueramos solo un día de ida y vuelta.

Introducción

Aunque nos dijeran eso de esta ciudad, mis amigos y yo no queríamos perder la oportunidad de visitarla teniéndolo tan fácil. Por tanto comenzamos dicho viaje sobre las doce del medio día para llegar allí sobre la hora de comer y que nos diera tiempo a aprovechar el poco sol que sabemos que hay en estos países europeos antes de que se escondiera del todo por el horizonte.

El viaje en tren es bastante cómodo y puedes encontrar enchufes en los asientos para poder cargar el móvil o poner a verte una película con tu portátil.

Primera impresión

La verdad es que la estación de tren de Bratislava deja un poco que desear. Pero bueno tampoco nos vamos a poner quisquillosos, mientras haya trenes que nos lleven a alguna parte es una buena estación.

Tras salir de la estación varios amigos de la parte masculina del grupo y yo nos giramos, nos miramos y nos entendimos. Creo que todas las chicas con las que nos habíamos cruzado en unos cincuenta metros eran todas guapísimas y justo en ese momento confirmamos lo que se dice de la belleza de las eslovacas.

Sin tener ni idea de adonde ir, tiramos de nuestro amigo google maps y pusimos rumbo a un par de sitios:

1. El primero de ellos fue el supermercado más cercano para comprar provisiones como pan y embutido para hacernos bocadillos para comer, comprar algo de picoteo y un par de refrescos.
2. El segundo punto como todo buen turista sabe fue ir al centro de la ciudad para empezar a recorrerla.

Lugares impresionantes

Aunque Bratislava, como capital de Eslovaquia que es, ha sido la ciudad que menos me ha gustado de las que he visitado, tenía algunos sitios dignos de ver y que, si has leído alguna de mis entradas anteriores, comprobarás que son lugares que me encantan ya sea debido a las vistas o a lo espaciosos que son.

Castillo de Bratislava

De camino al centro nos dimos cuenta de que desviándonos un poco podíamos llegar al castillo de Bratislava. Y así lo hicimos, empezamos a subir cuestas y cuestas para poder llegar.

Después de pasar un arco que hacía de entrada a la residencia, había unas escaleras a la derecha que daba como a un mirador. Desde aquí se podía ver el rio Danubio, dos puentes y un parque con lo que parecía una zona comercial a sus espaldas.

La verdad que son unas vistas bonitas. Justo detrás está el castillo, que si no queréis pagar por entrar lo único que veréis será un patio rectangular sin nada especial que comentar. Aunque la estatua del caballo que hay antes de entrar al patio es lo mejor que tiene.

Sin embargo los jardines del castillo son bastante bonitos y más si llegas en la época donde te encuentras todos los árboles con las hojas marrones y naranjas. El espectáculo que puedes llegar a ver puede ser increíble. Además por esta parte de los jardines también hay miradores que dan al centro de la ciudad. Así podéis ver más o menos como es la ciudad de Bratislava.

Memorial de guerra

Este lugar es parecido a la citadella de Budapest. Aquí te puedes encontrar un monumento enorme y alto dedicado a la preservar la memoria de aqullos que padecieron en la guerra, así como para recordar las fechas importantes durante esos dichosos años.

No sé si fue una ventaja o desventaja el ir de noche a este lugar. También hay que subir bastantes cuestas para poder llegar por lo que cuando llegas arriba puedes ver Bratislava entera y si es de noche, las luces hacen una escena impresionante.

La verdad que me gustó bastante ese lugar. Seguro que a la luz del día también tiene su encanto.

Para comer

Como sólo estuve un día y mis amigos y yo íbamos con bocadillos y embutido, sólo entramos a un sitio para tomarnos uno de los helados más cremosos que he probado en mi vida.

Nos habían recomendado ir a Koun y allí que fuimos. Hablaré más de este sitio cuando lo escriba como un lugar. Lo que si os puedo decir es que la decoración era muy original y sobre todo, ¡los helados estaban buenísimos!

Conclusión

Creo que debería volver a Bratislava para conocer el ambiente nocturno y para verla más detenidamente y con más tiempo. Cuando ocurra esto completaré esta entrada como es debido.

En definitiva, si estas por centro europa ¿por qué no dedicarle aunque sea un día?

¡Espero que os haya gustado la entrada! ¡Hasta la próxima!

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