Liberación.

Los exámenes son necesarios, lo entiendo. Nos formamos y, de alguna manera, tenemos que demostrar nuestros conocimientos.

Me gusta aprender. Me gusta esa luz que aparece en mi cabeza cuando de repente entiendo ese problema que me estaba volviendo loca. Me gusta tener algo curioso que contar al reunirme con mis amigos para cenar después de una tarde de estudio. Me gustan las proteínas, los ácidos nucleicos, Saccharomyces cerevisiae, los biorreactores y la forma perfecta en la que todo tiene sentido en mi mente. Me gusta saber que, gracias a esta formación, conseguiré lo que me proponga. Me gusta aprender.

Lo que no me gusta es la sensación de opresión, las noches sin dormir, los ojos cerrándose en la sala de estudio, el estrés que se va transmitiendo como una corriente eléctrica. No me gusta perderme planes. No me gusta sentirme encerrada entre cuatro paredes.

Por eso, aunque me alegre de haber aprendido, me alegro más aun de HABER ACABADO!